La muerte de un bebé de un año este sábado en Cerro Norte, en medio de una balacera entre bandas rivales de narcotraficantes, dejó en evidencia la dura realidad de los niños y jóvenes heridos de bala que suelen ser ingresados a hospitales. El Ministerio de Salud Pública (MSP) reportó que 217 menores de entre 0 y 14 años resultaron baleados y fueron asistidos en centros de salud entre los años 2014 y 2023, una cifra superior a la que el Ministerio del Interior (MI) presentó en mayo cuando se agudizó el debate público sobre si aumentaron o no la cantidad de niños y adolescentes heridos.

Las cifras del MSP, a las que accedió El País, surgen de un pedido de informes realizado por los diputados frenteamplistas Óscar Amigo y Carlos Reutor, el que fue respondido en el pasado mes de setiembre. La cartera encabezada por Karina Rando compartió allí datos sobre egresos hospitalarios de los menores de 14 años heridos de bala durante la última década.

Los legisladores consultaron, concretamente, la “cantidad de asistencia a niños baleados” en 2024 —que no fue respondido aduciendo que esos datos se reportan en 2025— y su evolución desde 2014; así como también las seccionales policiales en las que cada centro de salud erradicó la denuncia pertinente, que el ministerio respondió que no pide ese dato.

En su respuesta, el MSP puntualizó que los heridos por disparo de arma no son un evento de notificación obligatoria, y que la información solicitada se obtiene de los registros de egresos hospitalarios. O sea, "cuando se otorga el alta hospitalaria al paciente", luego de culminado el episodio de morbilidad por el que estuvo la persona internada.

Se excluyó del registro a los pacientes asistidos “en forma ambulatoria, en emergencia e internación domiciliaria”, puntualizó el MSP, que adjuntó tablas anuales con la “distribución de los egresos hospitalarios con causa externa vinculada a disparo de arma en edad pediátrica (0 a 14 años)”, distinguiendo sí los casos que fueron en el sector público o privado y el departamento.

El MSP, además, detalló que las lesiones provocadas por disparos de armas son clasificadas según su intencionalidad en “accidentales, autoinfligidas, agresiones y/o indeterminadas”, identificadas con 13 códigos de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10).

Asimismo, el ministerio aclaró que los egresos hospitalarios “no pueden ser directamente comparados con la incidencia” de una enfermedad en la población, y que la carga de morbilidad hospitalaria “no ofrece una visión completa de la prevalencia” en la población, ya que solo una parte recibe atención médica en un hospital.

Cabe puntualizar que en el pedido de informes respondido por el MSP no se aportaron cifras de menores de entre 0 y 14 años fallecidos tras recibir heridas de bala.

Según los datos de MI, 32 menores de entre 0 a 12 años, una franja etaria menor, fallecieron tras ser baleados en la última década. El récord de "homicidios dolosos consumados" en los menores de 12 años, en el gobierno pasado, fue en 2016 (15); mientras que en la actual administración fue en 2022 (8).

Mientras el registro del MSP entre 2014 y 2023 arrojó un acumulado de 217 menores de 14 años baleados, el Observatorio de Violencia y Criminalidad de MI relevó 176 menores, de la misma franja etaria y en el mismo período. Esto supone una diferencia de 41 menores baleados en una década.

El único año en que coinciden los registros del MSP y MI es el 2014, con 24 menores de 14 años baleados. A partir de 2015 los registros de ambos ministerios se bifurcan, con un aparente subregistro por parte del MI.

El MSP mostró cifras superiores al MI en siete de los diez años del período, siendo 2017 el año en que se detectó la mayor distancia de casos (15) entre un registro y otro. En 2018, en tanto, ocurrió la mayor distancia (10) en sentido contrario, con 15 casos relevados por el MI frente a 5 en MSP. Además de ese año, Interior superó en 2021, cuando se relevaron 17 casos contra 13.

Tomando en cuenta solo los años de este período de gobierno, el listado del MSP suma 82 menores baleados, mientras que el de Interior 66, una diferencia de 16 casos.

Entre 2020 y 2023, el MSP no registró ningún egreso hospitalario de menores de 14 años baleados solo en los departamentos de Tacuarembó, Rocha, Río Negro y Durazno. Mientras que entre 2014 y 2023 no se registraron casos en Río Negro, Tacuarembó y Treinta y Tres.

En toda la década, el MSP registró que la mayoría de los casos fueron en el sector público, sobre todo en Montevideo, que a su vez concentró un 50% del total de heridos, también en centros estatales. Solo en Montevideo, los menores baleados en 2023 llegaron a 18, una cifra superior a la que MI registró en todo el país durante el año pasado (17).

En 2020, el MSP registró la mayor cantidad de niños heridos (30) de toda la serie. MI también registró la mayor incidencia ese año, pero en menor magnitud (20). A su vez, la tendencia de MI en este período de gobierno muestra una estabilidad mayor a lo reportado por MSP, que mostró una suba más marcada desde 2021 a esta parte, pasando de 13 a 22 casos en 2023.

A principios de febrero de este año, el director del Pereira Rossell, Álvaro Galiana, señaló que antes ver un niño herido de bala era “excepcional” y que “hoy es algo más frecuente”. Y añadió, en declaraciones a Canal 10: “Nos preocupa muchísimo. Implica toda una disponibilidad de un block, un centro quirúrgico que atienda inmediatamente, un CTI que esté disponible en el momento que llega ese niño -que en general es un niño grave- y todo un estrés, una exigencia”.

Carlos Kierszenbaum, de la Sociedad Uruguaya de Cirugía Pediátrica (Sucipe) y médico del Pereira Rossell, en tanto, declaró a fines de abril a Radio Uruguay que “antes era casi anecdótico ver un paciente herido de bala”, pero eso había pasado a ser algo “frecuente”. Y añadió que la revista de lA Sociedad Española de Urgencias de Pediatría iba a publicar un nuevo informe, que daba cuenta de que en vez de un niño herido de bala cada 15. La misma publicación había señalado semanas atrás, en un artículo firmado por varios médicos de la institución, entre ellos Javier Prego, jefe del Departamento de Emergencia Pediátrica del Pereira Rossell, que había un niño herido cada 15 días.

Tomando en cuenta los datos de MI, de prácticamente un caso por mes, esta imagen resultaba alejada. No obstante, los datos del MSP sí se acercan mucho a una situación actual de un caso cada 15 días.

Esto último también fue marcado en mayo a El País por diferentes integrantes del Hospital Pereira Rossell, quienes ahora prefirieron no brindar declaraciones salvo aclarar que reportan cada caso a ASSE. El País, en tanto, intentó sin éxito, comunicarse con autoridades del MSP para conocer las razones de las diferencias en las cifras.

Las cifras del MSP se conocen luego de que el subsecretario de Interior, Pablo Abdala, declarara en mayo a El País que no hay forma de que exista un subregistro de niños baleados por parte del Observatorio, ya que cada vez que ingresa un herido de bala a un centro de salud se debe hacer la denuncia y la debida notificación a Interior y a Fiscalía.

Fuentes de MI consultadas por El País señalaron que hasta el momento no pudieron determinar en qué radica la diferencia de las cifras. Los datos que releva el Observatorio de Violencia y Criminalidad surgen de una búsqueda en las novedades del Sistema de Gestión de Seguridad Pública (SGSP), donde se registran los heridos.

Para elaborar su estadística, en el MI buscan “palabras claves” a través de la consulta de la “narración” de los partes policiales en el SGSP, tanto de los originales como de las ampliaciones. Se aplican filtros geográficos, temporales y se buscan las palabras claves “herida”, “heridas”, “herido”, “heridos”.

La consulta se hace sobre "todos" los eventos del SGSP, lo que "incluye intentos de autoeliminación", así como también "accidentes" —tal como registra también el MSP— indicaron a El País desde el Observatorio de Violencia y Criminalidad del MI, que aceptaron contestar algunas preguntas por escrito para este artículo. Los casos "se identifican por medio del número de novedad policial y de la cédula de identidad de la persona herida", añadieron.

Una vez depurada la lista de episodios, desde MI indicaron que se abre “cada una” de las novedades y se “leen los partes completos” para confirmar si la herida fue causada por un disparo de arma de fuego u otro medio. Si se confirma ello, el caso se ingresa a una base de datos “externa al SGSP” en formato Excel.