Salud
Uruguay tiene dosis desde julio tras suba de casos en la región.
Pediatras de mutualistas y de Salud Pública recomiendan a los padres vacunar a los niños contra el meningococo B que puede causar meningitis y púrpura fulminante, entre otras enfermedades.
En la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP), confirmaron a El País que varios médicos ya están recomendando las vacunas en las consultas pediátricas luego de que en los últimos meses se detectase un aumento de los casos en la región. El integrante de la SUP, Álvaro Galiana, indicó a El País que los médicos recomiendan ahora la vacuna porque "antes no existía una que fuera recetable".
Según confirmaron tres pediatras a El País, el año pasado cuando se conocieron varios casos, hubo familias que viajaron a Argentina a inocularse dado que en Uruguay aún no estaba disponible la vacuna. La que se comercializa en Uruguay desde julio es producida por el laboratorio GlaxoSmithKline. Según supo El País, los niños deberían recibir dos dosis. Cada una puede costar —dependiendo del prestador de salud— entre $ 3.000 y $ 3.800. La gerente médico de la firma, Djalma Oper, señaló a El País que la vacuna se encuentra registrada para poder comercializarse desde setiembre de 2017.
Jardines.
El médico asesor del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) Rolando Viotti señaló que la situación en las escuelas está controlada. El médico informó que "hace poco" se "contuvo" un caso de meningitis bacteriana no identificada en un niño que asiste a un jardín de infantes en Parque Posadas, que presentó muy buena evolución. Las jerarquías del Ministerio de Salud Pública prefirieron no hacer comentarios sobre el tema.
En promedio, hay 34 casos por año
La SUP informó en diciembre de 2017 que en Uruguay hay en promedio 34 casos de pacientes con enfermedad meningocóccica. La misma "se presenta en en forma de endemia baja", señaló. La bacteria se transmite de persona a persona a través de gotitas de las secreciones respiratorias de las fosas nasales o faringe desde una persona infectada. La propagación se facilita por el contacto prolongado con la persona infectada.