A pesar del incremento de casos de coronavirus, el gobierno resuelve no aplicar restricciones

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Lacalle Pou, Salinas y Satdjian. Foto: Estefanía Leal.

PRESIÓN SOBRE EL PRIMER NIVEL SANITARIO

En ASSE las cuarentenas de funcionarios llevan a que, en policlínicas, médicos de radio y atención primaria en todo el país queden sin cubrirse entre el 30% y 40% de las horas.

La reproducción del coronavirusen Uruguay, a juzgar por la cantidad de infectados, está siendo tres veces más rápida que previo a la pasada ola de la variante P1 (gamma). Pero a diferencia de lo que ocurría en marzo de 2021, cuando el coordinador general del grupo de científicos que asesoraba al gobierno, Rafael Radi, insistía con “blindar abril”, el peso de la emergencia lo está cargando el primer nivel de atención sanitaria y ya no las puertas de emergencia y el CTI.

Eso lleva a que, por estas horas, Uruguay asista a un debate semántico sobre si existe o no saturación del sistema. Y hay tantas respuestas como a quién se le pregunte y qué indicadores se consideren.

En la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), por ejemplo, las cuarentenas de funcionarios llevan a que, en policlínicas, médicos de radio y atención primaria en todo el país queden sin cubrirse (o deba llamarse a personal de otras unidades) entre el 30% y 40% de las horas. Ante esta realidad, hoy se reunirán los directores de las distintas redes de atención primaria del prestador público para evaluar la contratación de más personal.

En los prestadores privados la realidad no es muy distinta. Más de 1.000 funcionarios de la salud dieron positivo al test de covid-19 desde que comenzó el año. Cada uno de ellos llevó a que varios de sus colegas tuvieran que cuarentenarse e hisoparse. Otros tantos médicos y enfermeros están en aislamiento porque son contactos estrechos de familiares o amigos positivos, y así...

En la Médica Uruguay los retrasos para hacerse hisopados no superan, en promedio, las 24 horas. Pero para mantener ese ratio tuvieron que quintuplicar los lugares en los que pueden hacerse los hisopados. Eso no cuenta el tiempo de espera para ser atendido en las líneas telefónicas que, reconocen las distintas mutualistas, “está desbordado”.

Alejandra Paolino, quien coordina el servicio de seguimiento de los casos positivos y sospechosos de covid en el Casmu, cuenta que el fin de semana se lo pasó llamando a médicos recibidos para cubrir un 25% de bajas que tuvo en el servicio. Esa combinación de bajas y de la rapidez con la que se trasmite la nueva variante (ayer hubo nuevo récord nacional de casos nuevos, 6.760, y de personas que cursan la infección, 43.347) hace que “no se puedan cubrir todas las llamadas de seguimiento en el día”, y de cada 10 casos, cuatro queden para el día siguiente. Eso, según la coordinadora, es síntoma de un sistema que “está explotado”.

El presidente Luis Lacalle Pou encabezó una conferencia de prensa ayer con el ministro y el subsecretario de Salud, Daniel Salinas y José Luis Satdjian, en la que dieron su punto de vista sobre la situación actual y reafirmaron que no se tomarán medidas restrictivas de la circulación. En la conferencia, ante una pregunta de El País, el presidente dijo que se está “lejos de hablar de saturación”. “Es cierta la preocupación de algunas personas que nos comentan y dicen que se ha visto estresado, presionado, exigido, el primer nivel de asistencia”, admitió. Y aseguró que el gobierno también reconoce que lo mismo ocurre en cuanto a los tests de diagnóstico, sobre los que la alta demanda ha tensionado el sistema, y hay mucha gente esperando hisopado o conocer su resultado. Pero saturación no. “Si la presión fuera sobre los CTI, estaríamos con una real preocupación”.

Para responder a la consulta de qué indicaría un estado de “descontrol” de la pandemia, Lacalle hizo referencia justamente a la cantidad de internados en cuidados intensivos que llegó a haber previo a la vacunación -más de 500 en alguna oportunidad, y un promedio de 50 muertos diarios- y el contraste con los números actuales, con 43 pacientes en CTI y siete fallecidos, según el reporte del Sinae de ayer.

Conferencia de prensa de Luis Lacalle Pou. Foto: Estefanía Leal.
Conferencia de prensa de Luis Lacalle Pou. Foto: Estefanía Leal.

“Los agoreros del caos hablaban de saturación, de colapsar... (Y) tanto Salud Pública con las mutualistas y ASSE, aumentaron las camas de CTI”, dijo el primer mandatario. Luego deslizó que “una recomendación” para aliviar el estrés del nivel de la atención primaria es que, si la persona es asintomática y no corre mayor riesgo, “no vaya a la puerta de la emergencia”; aunque también dijo que él no era “quién” para decirle a un padre que no lleve a su hijo al sanatorio por precaución.

En este mismo sentido, el profesor adjunto de Medicina Familiar y director del primer sistema de atención de ASSE, Daniel Strozzi, dijo a El País que “tiene que haber un cambio en la población: hay que buscar atención médica cuando se requiere. Y para que ello ocurra, a su vez, el sistema tiene que dar una respuesta adecuada”. Como ejemplo, en Salto instalaron una oficina para certificaciones médicas “que no asfixie las consultas a las otras líneas médicas”.

Maldonado es, con creces, el departamento del país en que más personas están transitando la infección en relación al tamaño de su población (muchos de ellos son turistas). Pero según el director departamental de Salud, Neris García, “es falso decir que el sistema está saturado y mucho más falso que haya habido una comunicación para que evitemos decir ese término”, como trascendió.

En Canelones, donde también hay un alto índice de contagios, “el sistema está tenso, pero no saturado”, dijo Diego García, el director departamental de Salud. Hay demoras, pero no se deja de dar respuesta a las consultas. Y ese es el punto de inflexión”.

De todas maneras, la “presión importante en la asistencia primaria está notándose en muchas cuarentenas”, reconoció el director de Salud de Treinta y Tres, José Quintín Olano, quien como anécdota dijo que “ayer se suspendió la vacunación en Santa Clara y se postergó una semana porque el equipo titular y suplente estaban en aislamiento”.

En el litoral hay voces discordantes acerca de cómo se está viviendo esta situación. Mientras en Salto, con una población de unos 135 mil habitantes, hay más de mil casos activos y otras 5 mil personas en cuarentena, las autoridades públicas como la Dirección Departamental de Salud o la Dirección Regional Norte de ASSE, niegan que haya saturación en la asistencia. En comunicados emitidos el 6 de enero destacaron que la atención es la misma de siempre, y que no hay mayores inconvenientes en el sistema de salud.

La secretaria de la Federación Médica del Interior (FEMI), Patricia Nava, expresó en diálogo con El País cómo percibe la situación. “Tenemos mucho personal de salud también que en este momento o está cursando la enfermedad o está en aislamiento, y eso crea una merma en los equipos de salud”, dijo. Y concluyó: “Hay una sobrecarga en el primer nivel de atención, donde vemos con preocupación que la gente al primer síntoma o contacto está como apuntada a que se le haga el test. Hay que tener paciencia”.

Las medidas del gobierno
Habilitarán a más farmacias
Haciendo un PCR. Foto: Estefanía Leal.

El presidente Luis Lacalle Pou fue consultado ayer acerca de los pedidos de imponer restricciones a la movilidad, una solicitud que volvió a trasladar el Frente Amplio en las última horas, como lo había hecho al comienzo de la pandemia.

“Los creadores de la cuarentena obligatoria quizá vayan por el camino de restringir. Y nosotros, claramente, decimos que a veces el no tomar medidas es una medida”, dijo en ese sentido el presidente, reafirmando la política sanitaria seguida desde marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia ante los primeros casos de coronavirus.

No obstante, el Ejecutivo sí hizo algunos anuncios relativos a los instrumentos de control que aplica hoy el gobierno. Por ejemplo, según lo aseguró el subsecretario de Salud, José Luis Satdjian, hay 20 farmacias procesando la habilitación para brindar como servicio la realización de tests antígenos, además de las ocho que ya lo hacen. Es que los tests de diagnóstico de covid siguen siendo una prioridad para el gobierno, que gasta un promedio de US$ 1 millón diario.

Otra de los temas de la conferencia fue la preocupación de las autoridades por la realización de fiestas. El ministro de Salud, Daniel Salinas, contó que la cartera hizo un “cruzamiento” de datos de participantes de ocho fiestas de grandes dimensiones “contra la base” de los diagnósticos de coronavirus de algunos de esos asistentes. “A pesar de la alta transmisibilidad, los números son bajos, dijo el ministro, que igual desalentó concurrir a este tipo de eventos. Por otra parte, el gobierno también trabaja en el diseño de “cordones sanitarios” para aquellos uruguayos que hacen cuarentena en el exterior, y viceversa, para que puedan trasladarse a sus respectivos países.

Voz oficial

En el último mes, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, figuró en 673 notas periodísticas que hacen referencia al coronavirus. En el mismo período del año anterior había aparecido el triple. Y durante el primer mes de la pandemia, cuando las conferencias de prensa eran diarias, había sido mencionado cinco veces más, según cifras de la auditoría de medios de GlobalNews Uruguay. A juicio del psiquiatra Ricardo Bernardi, exintegrante del GACH, en el escenario actual “debería haber una comunicación más fluida aunque la población sepa qué tiene que hacer... es una manera de no crear pánico, pero tampoco perder el respeto del rival (el virus)”.

Vacunas: 113.000 niños en agenda y 1.543 dosis dadas a los turistas

Una vez más, el gobierno exhortó a la población a anotarse para recibir la tercera dosis contra el covid-19. Según el ministro de Salud, Daniel Salinas, darse la dosis de refuerzo es la clave para el control de los casos graves, las muertes y las hospitalizaciones. Salinas señaló que entre las 660.000 personas que no se han agendado para tenerla hay una alta proporción de personas menores de 40 años y mayores de 85.

El presidente Luis Lacalle Pou dijo ayer que no quiere “pecar de excesivamente optimista, pero ojalá no sea necesaria” la cuarta dosis, como están haciendo Chile e Israel. Eso no quita que la población tenga que ser vacunada con una dosis de refuerzo cada año, como se prevé que pueda ocurrir en Uruguay, explicaron fuentes de la cartera sanitaria. Sea cual sea la decisión, el mandatario recalcó que hay dosis suficientes para todos y que Uruguay ya tiene un acuerdo con los laboratorios por si fuera necesaria una compra extra.

El expresidente José Mujica cuestionó el sábado el hecho de que “tiraran a los viejos para atrás y trajeran vacunas a discreción a Punta”.

Sin mencionarlo, el ministro Salinas le respondió en conferencia de prensa diciendo que desde el 1 de diciembre ya recibieron la vacunación en Uruguay unos 1.543 turistas, mientras que “el 99,9% de las vacunas fueron a los brazos de los uruguayos”.

Mañana inicia la vacunación a niños de cinco a 11 años. Los agendados aumentaron de 70.000 a 113.000 en los últimos tres días.

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