Redacción El País
Julio Medina, director de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, reiteró ayer su pedido al Ministerio de Salud Pública (MSP) de actualizar las normas de uso del tapabocas en centros de salud, tras marcar que “no es necesario” en todos los casos.

Desde junio de 2022, el ministerio dispuso el uso “obligatorio” de tapabocas para el “personal sanitario con atención regular directa a público o pacientes”, así como para “todo usuario que ingrese o permanezca en un centro de salud”.

Medina apuntó a la gestión del MSP. En particular, a la Dirección General de la Salud (Digesa), que dirige Adriana Alfonso, tras indicar en la red social X (antes Twitter) que “tendría que haber ajustado sus directrices para controlar el SARS-CoV-2” en entornos de atención médica.

El uso “generalizado” de tapabocas en hospitales en los últimos tiempos, dijo, “solo ha generado una barrera innecesaria en la atención de los pacientes, contaminación sobreagregada, gastos a las instituciones, pérdida de credibilidad en las máscaras, incomodidad para los profesionales de la salud que ya llevamos casi cuatro años usándolas y todo esto sin ningún beneficio adicional”.

El exintegrante del GACH llamó a una “aplicación correcta y consistente de las precauciones estándar y las precauciones basadas en la transmisión”. Si bien se aplica en centros de salud, “es necesario una comunicación desde el órgano rector”. Digesa “no se ha adaptado a la situación epidemiológica, ni ha tenido el sentido común para hacerlo en tiempo y forma”, agregó.

El infectólogo recordó que nueve meses atrás pidió actualizar el uso de tapabocas en los centros. “Parece el momento de flexibilizar el uso de mascaras en ambientes hospitalarios. Los profesionales de la salud necesitan un descanso antes que los virus respiratorios y covid-19 vuelvan a aumentar”, escribió Medina el 7 de marzo.

Fuentes del MSP adelantaron a El País que está definido “hace tiempo” sacar la obligatoriedad delineada hace más de un año del uso de tapabocas en centros de salud. El proceso se vio extendido porque la normativa que lo imponía era un decreto, por lo que para derogarlo debe hacerse otro decreto, indicaron.

“Hay un decreto pendiente de la firma del presidente” Luis Lacalle Pou, agregaron informantes del MSP en torno a este asunto. El País intentó sin éxito acceder a la nueva redacción y los próximos lineamientos previstos por el ministerio en torno a este asunto.

Lo cierto es que la situación epidemiológica es otra desde hace meses, de acuerdo con el seguimiento que realiza el MSP en sus informes, los que se publican cada dos semanas. La cantidad de casos es mínima, aunque pese a esto, está prevista una nueva campaña de refuerzo de la vacuna para algunos grupos de población en 2024.

El último informe epidemiológico del MSP, de ayer y con datos hasta la semana 51 de este año, indicó que “a partir de la semana 42, los casos se mantuvieron en descenso”, en línea con el informe previo, del 11 de diciembre.

En la semana 51 “no se registraron fallecimientos por covid-19”, al tiempo que el comportamiento del coronavirus tuvo “oscilaciones, concentrando la mayor parte de los casos en las primeras semanas del año”.