Podríamos formar parte de un sistema cono sur no solo de vacunas, sino de medicamentos biológicos” con el Instituto Nacional de Vacunas, dijo a El País el rector de la Universidad de la República (Udelar), Álvaro Mombrú, que además coordinó todo este proyecto, con el que Uruguay podría retomar la producción local de vacunas que se desarrolló hasta los años 80.
La Udelar presentó en agosto de 2023 el anteproyecto sobre este instituto enfocado a la salud humana y salud animal, que se realizó después que el Parlamento votara en la Rendición de Cuentas 2021 una partida de $ 7 millones para el estudio ejecutivo.
El plan supondría la instalación de una planta de 3.000 metros cuadrados, de dos pisos, construida entre 24 y 36 meses, con equipamiento para fabricar vacunas como medicamentos biológicos de alto costo. Se calculó una inversión de US$ 25 millones, una cifra que “no es descabellada para nada”, señaló Mombrú.
El también decano de la Facultad de Química añadió que ya hubo “muchas conversaciones” en torno al instituto de vacunas, “incluso con distintos interesados de otros países”, desde laboratorios, inversionistas y fundaciones.
“Estamos muy en fase de lo que está pasando en la región, en Argentina, Brasil, Perú y Chile. Podríamos formar parte de un sistema cono sur no solo de vacunas, sino también de medicamentos biológicos”, enfatizó el rector.
Las vacunas tienen distintas características y algunas implican requerimientos más altos, lo cual cambia el costo de la infraestructura necesaria para su producción, explicó.
Pensando en que dicha alianza sea como un pool o diversificación de vacunas, “podría ocurrir una cierta distribución donde determinados institutos se dediquen a algunas vacunas, y que haya intercambios o acuerdos que permitan a los países tener todas las vacunas que requieren”, agregó.
Con el instituto, Uruguay podría producir hasta 3,5 millones de dosis para abastecer el mercado nacional u otros. Este volumen toma otra relevancia tras la reciente pandemia. La planta prevista tiene niveles de bioseguridad iguales o inferiores a dos, en una escala de cuatro niveles.
Tras presentarse el anteproyecto, hubo varios impulsos estatales. El entonces ministro de Industria y ahora canciller Omar Paganini se interesó en el plan y lo promovió en varios ámbitos, lo mismo que su sucesora, Elisa Facio, según supo El País.
“Creemos que Industria juega un papel muy importante en esto porque es relevante desde el punto de vista productivo y de desarrollo biotecnológico”, puntualizó el rector Mombrú, que tomó la posta de Udelar tras la renuncia de Rodrigo Arim.
Las gestiones estatales más recientes las llevó el Ministerio de Salud Pública, encabezado por Karina Rando, que invitó a Mombrú a reuniones con autoridades de países de la región. “Son movimientos que tienden a tratar de aunar esfuerzos a nivel regional con los laboratorios que hay en los distintos países que nos rodean”, dijo el rector.
“Hay expectativa por ver si Uruguay se une a esta agrupación de países con ese tipo de capacidades”, añadió el rector, quien puntualizó que por el momento se habla de una integración a una red regional “más de esfuerzos a través de laboratorios e institutos nacionales” que de laboratorios privados.
Pero esto podría cambiar por la potencialidad de fabricar medicamentos biológicos, lo que permitiría “aumentar” la capacidad y variedad de productos con la exportación en condiciones “muy favorables”, que serían “difícilmente alcanzables” si no hubiera un instituto, agregó.
“No es que estemos en cero en este momento”, resaltó Mombrú sobre el proyecto, que entiende que se debería hacer en este quinquenio. “Tenemos perspectivas muy buenas. Yo sigo teniendo muchas esperanzas de que puede llegar a ocurrir. Va a ser muy bueno para el Uruguay”, enfatizó Mombrú.
Manejan tres puntos para instalar el nuevo centro
El Instituto Nacional de Vacunas no tuvo luz verde en este gobierno, y por ahora no han habido reuniones con el gobierno entrante. Sin embargo, se manejan lugares para su instalación: en Malvín Norte, cerca de la Facultad de Ciencias; el Parque Científico y Tecnológico de Pando, y al costado de Zonamérica, donde está la Facultad de Veterinaria. La inversión prevista es de US$ 25 millones, que se podrían extender a US$ 30 millones ante imprevistos.
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