EL AVANCE DE LA PANDEMIA
Montevideo ingresó ayer por primera vez en la zona de riesgo asociada al color naranja al registrar 208 casos de coronavirus nuevos y acumular 1.083 infectados.
Montevideo ingresó ayer por primera vez a la zona de riesgo asociada al color naranja al registrar 208 casos de coronavirus nuevos y acumular 1.083 infectados.
El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) notificó ayer 284 casos nuevos, en un total de 7.473 análisis realizados.
Pero la capital del país no está sola. Rocha también aparece pintado de naranja al registrar 54 casos del virus, casi todos ubicados en Chuy, que de acuerdo al último censo de 2011 tiene 9.758 habitantes.
En la escala de Harvard, Montevideo registra 10,45 infectados cada 100.000 habitantes, mientras que el departamento esteño registra 10,22.
La situación preocupa a las autoridades que buscan no perderle la pisada al virus, sobre todo en Montevideo que por estas horas se convierte en el epicentro de la pandemia. Es que del total de casos, el 79% está concentrado entre la capital del país (63%) y Canelones (16%).
Si bien por el momento en el gobierno prefieren esperar al 18 de diciembre para volver a analizar la evolución de la pandemia, advierten que es de esperarse un aumento de los casos tal como ya lo advirtieron expertos e integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH).
En esos mismos términos lo expresó también el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, al encabezar una conferencia de prensa en la mañana de ayer junto al subsecretario José Luis Satdjian, el director general de Salud Miguel Asqueta, y la directora general de coordinación Karina Rando.
Allí, las autoridades informaron que Montevideo tiene 52 brotes activos. De ellos, nueve corresponden a casos detectados en clubes, 10 a escuelas o liceos, tres a residenciales y cuatro a locales gastronómicos. Fuentes de la salud informaron a El País que el resto se explica por brotes intrafamiliares y que también hay focos vinculados a supermercados.
Hoy, de cada 100 personas que se contagian, 95 atraviesan la enfermedad en su domicilio sin ningún tipo de complicación. Sin embargo, de las otras cinco, 3,5 requieren de cuidados moderados y 1,5 necesitan ser trasladados a CTI o recibir cuidados intermedios.
Pero a la preocupación del aumento de casos, también se suma el incremento del porcentaje de aquellos infectados de los que no se tiene noción del origen de su contagio. De acuerdo con las autoridades, esa cifra trepó del 15% al 20% en los últimos días. Para Salinas, esta situación responde a dos cuestiones básicas: se incrementaron los casos y se priorizaron determinados rastreos sobre otros.
Del total de positivos, el grupo con mayor diagnóstico de COVID-19 es el de 25 a 34 años. De hecho, la mediana de los infectados se ubica en los 38 años. Hay 1.825 personas con la enfermedad, de las cuales 25 corresponden a pacientes que se encuentran en cuidados intensivos y dos en intermedios.
Salinas graficó el estado de la pandemia con la imagen de un tren: “La dinámica de la infección es como una locomotora con varios vagones atrás”, señaló, y advirtió que no es de la noche a la mañana que se logrará disminuir las cifras ya que opera cierta inercia.
En este sentido, la apuesta de las autoridades es alcanzar los 204 rastreadores que consigan trazar los contactos de todos los infectados. Lo harán a través de convenios que se llevan adelante con la Universidad de la República, el Ministerio de Defensa y ASSE.
Sin quórum.
Varias son las propuestas que llegan al despacho del presidente Luis Lacalle Pou para ayudar a hacer frente a la pandemia del coronavirus. El lunes pasado recibió tres recomendaciones por escrito del propio ministro Salinas, confirmaron fuentes de salud y de Presidencia a El País.
En una de ellas, el secretario de Estado proponía adelantar el fin de cursos en el primer ciclo de Secundaria dado que las clases allí terminarían en una semana. En Presidencia sin embargo se informó a El País que la medida propuesta alcanzaría a las escuelas. Esto en principio tenía el visto bueno del presidente, pero no de las autoridades de la enseñanza ni del GACH. Finalmente, el gobierno definió otros pasos.
La decisión fue establecer la implementación del teletrabajo en oficinas públicas, el cierre de la actividad deportiva en gimnasios y espacios cerrados, y el cierre de bares y restaurantes a partir de la medianoche.
Ahora, según confiaron fuentes del Ejecutivo, no se tomarán nuevas medidas hasta cumplidas las dos semanas de los anuncios, el 18 de diciembre. Entonces se evaluará cómo seguir. Ayer, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo en radio Sarandí: “El 18 de diciembre se va a definir qué tipo de fiestas tenemos y qué tipo de verano”.
Hace dos semanas el ministro Salinas junto a Delgado encabezaron junto a la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed). En el MSP señalan que en ese entonces ya se preveía este escenario.
El 59% de las camas de CTI de todo el país están ocupadas por pacientes con diferentes cuadros clínicos, mientras que el 41% de ellas están liberadas. Las autoridades estiman que en todo el sistema de salud hay alrededor de 800 camas de CTI. El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, informó ayer en conferencia de prensa que “lo que más efecto ha dado en pacientes (internados) son los corticoides” y que “generalmente se da algún antiretroviral”. El secretario de Estado añadió que ya se comprobó que a veces la enfermedad genera secuelas, “sobre todo en los casos más severos”. Detalló, por ejemplo, que “puede quedar algún tipo de déficit que lleve a una menor capacidad pulmonar”.
Infectados tienen 25 contactos
Al inicio de la pandemia, un infectado mantenía cinco contactos en total que había que rastrear. Ahora, en pleno auge de los infectados, una persona enferma tiene en promedio unos 25 contactos que requieren un trabajo de seguimiento por parte de los rastreadores del MSP. Los datos fueron confirmados ayer a El País por el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, luego de que la propia cartera informase la semana pasada que el guarismo alcanzaba los 50. Salinas explicó que la confusión ocurrió porque la cifra refería a un caso particular en el que un infectado mantuvo 50 contactos. A mediados de noviembre, el secretario de Estado relató a El País que “al inicio fueron cinco (contactos), luego ocho, 10, 14, 18, 20 y 22”.
Fallecidos: seis con y no por COVID-19
El MSP detectó que seis de 60 fallecidos con coronavirus no murieron por COVID-19, sino con la enfermedad. En un reciente informe sobre la letalidad del virus, cerrado al 17 de noviembre y presentado ayer, las autoridades analizaron 60 casos. De estos, 52 son fallecidos por la enfermedad, seis murieron con COVID-19 y otros dos casos son sospechosos dado que no se identificó la presencia del virus. El promedio de edad es de 73,5 años, de los cuales 73% (38) tenían 65 años y más. De los 52, 38 eran hombres y 14, mujeres. De acuerdo al informe, 24 fallecidos residían en Montevideo, cuatro en Rivera y tres en Maldonado y Canelones, coincidiendo con los sitios en donde hubo brotes.