Salud
Ocho empresas uruguayas presentaron un recurso de revocación ante el Poder Ejecutivo.
El decreto del gobierno que dispuso que a partir de marzo de 2020 todos los alimentos con altos valores en grasas, grasas saturadas, sodio y azúcares tengan una etiqueta informativa, molestó definitivamente a parte de la industria.
Según supo El País, ocho empresas uruguayas importadoras de alimentos presentaron un recurso de revocación del decreto ante el Poder Ejecutivo. El abogado asesor de la Asociación de Importadores y Mayoristas de Almacén Martín Montoro dijo a El País que el decreto "es incompatible" con las normativas vigentes en el Mercosur y que por otro lado, contraviene la ley 19.264 que dispone que no se debe restringir "más allá de lo necesario" el comercio de bienes o servicios para proteger la salud o la seguridad humana.
Montoro señaló que en la industria, hay empresas que no están dispuestas a tener que asumir los costos de la rotulación ya que en muchos casos, los proveedores no colocarían las etiquetas en los envoltorios de los alimentos.
La industria rechaza el contenido del decreto por entender que no solo no está en consenso con la región y con lo que solicita el Mercosur, sino que no es para nada informativo para la población. Con la medida, el gobierno busca reducir el número de personas que padecen algún tipo de enfermedad no transmisible.
La normativa que ya rige en Chile, ocasionó el rechazo de la industria que es partidaria —al igual que en Uruguay— de un sistema "más informativo" para el consumidor, por ejemplo, un sistema de semáforos o con "pilas" que indiquen los valores. En ese país, la reformulación de los alimentos a la que tuvieron que someterse las empresas para poder cumplir con el decreto, generó incluso que muchos de los productos adquiriesen sabores distintos.
Las ocho empresas que definieron recurrir el decreto del Poder Ejecutivo, esperan ahora un resultado favorable, sin embargo, saben que el reclamo "es inédito" y por eso descartan realizar algún tipo de estimación sobre el resultado del fallo.
Un representante de una de las empresas de la industria alimentaria que fue consultado, pero que no integra la nómina de las que entablan el recurso contra el gobierno, señaló que "estamos dispuestos a colaborar y acataremos la decisión como siempre lo hacemos. Pero no estamos convencidos que el modelo sea el mejor para el consumidor. El modelo asusta más de lo que educa. Pone el foco en cada alimento envasado y pierde la referencia de una dieta balanceada".
Además, indicó que "desde la óptica de los negocios, hace difícil importar y exportar encareciendo la producción, lo que es malo para el consumidor". Por último, entiende que "demoniza a la industria y deja fuera del radar a todos los alimentos que se comercializan listos para comer y que no tendrán ninguna regulación".
En setiembre, parlamentarios paraguayos reclamaron en el plenario del Parlamento del Mercosur, que Uruguay revea el decreto de etiquetado de alimentos por entender que la medida no solo no concita consenso a nivel regional, sino que afectará a la industria en su país. El diputado del Frente Amplio que integra el Parlasur Daniel Caggiani dijo que los representantes paraguayos "pidieron que el Parlamento recomendara una armonización en la comisión conjunta sobre el tema de las etiquetas". Por su parte, la delegación uruguaya entiende que la medida es "una competencia soberana" y que sí se puede evaluar el marco normativo.
El presidente lo presentó en ONU
El decreto de las etiquetas en los alimentos así como el de las cajillas planas de cigarrillos fueron dos prioridades del presidente de la República Tabaré Vázquez. Según informaron a El País en el Ministerio de Salud Pública (MSP), fue muy importante para el mandatario su presentación en la reunión de alto nivel de Naciones Unidas en setiembre en Nueva York.
Estiman que el 80% de los productos de la industria pasará a tener las etiquetas, octogonales negras con letras blancas en las que se identifica qué alimento tiene alta cantidad de grasas, grasas saturadas, sodio y azúcares, de acuerdo con los parámetros que ya fijó la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La industria considera que los criterios entre la OMS y la OPS para etiquetar los alimentos no coinciden. Es que por ejemplo, mientras la OMS estipula los valores en función de una dieta diaria —10% de azúcares permitidos—, para la OPS el valor debe ser considerado solamente con respecto a un alimento. Las cámaras de alimentos de los países que integran el Mercosur presionan para aprobar un sistema único a nivel regional a través de un sistema con colores como un semáforo que eventualmente podría contener leyendas. En un encuentro encabezado por la Asociación Brasileña de las Industrias de Alimentación (ABIA) se estableció que en caso de eventuales cambios, la decisión se adopte con el consenso de los cuatro países del bloque.