LA MARCHA DE LA PANDEMIA
Enviaron una propuesta al Ministerio de Salud Pública (MSP) con medidas específicas referidas a los aforos, la duración y los tiempos para el baile.
Mañana se cumplirá un mes desde que entró en vigencia el protocolo del Ministerio de Salud Pública (MSP) para los salones de eventos y fiestas. Desde esa fecha se han realizado cientos de celebraciones en los locales habilitados, después de que el sector estuviera un año y medio prácticamente sin poder trabajar. Ahora, la Cámara de Eventos del Uruguay (CEU) pidió a las autoridades que se apruebe un protocolo nuevo, con más flexibilizaciones. “Necesitamos soluciones a la realidad del sector”, dicen.
La semana pasada la CEU envió una propuesta a la cartera con medidas específicas referidas a los aforos, la duración y los tiempos para el baile. Según el documento, al que accedió El País, los organizadores de eventos consideran “justo” que los salones que tengan más de 300 m² sean “aforados en forma individual por la Intendencia Municipal correspondiente”. Esto tiene que ver con que, en el protocolo que hoy rige para el sector, el aforo máximo es de 200 personas si se trata de un evento para vacunados o 150 si concurren tanto personas que puedan no estar inmunizadas.
Consultado al respecto, el presidente de la CEU, Germán Barcala, dijo a El País que es necesario un “cambio de criterio” en la determinación de los aforos, porque no se contempla el tamaño de los salones y “es importante poder planificar fiestas empresariales de las que participan muchos empleados” durante fin de año. Además, Barcala sostuvo que los salones que tienen más de 300 m² “no son tantos” y que ahora “quedan grandes” por el aforo máximo establecido.
“El protocolo que tenemos ahora ha funcionado muy bien porque no ha habido casos, el tema es que nos estamos quedando cortos y lo preocupante es que la gente no espera más y se va a otro lado que no está habilitado”, sostuvo el presidente de la CEU. Esos lugares sin habilitación suelen ser en el interior o en barrios privados de Canelones y Montevideo, según señalaron desde la cámara. Allí, se da una situación “mucho menos saludable” porque las personas no ingresan con un certificado de vacunación y el MSP no tiene la capacidad de controlar un posible brote.
“A nivel sanitario es un desastre y a nivel económico para nosotros es muy malo también, pero está pasando”, indicó Barcala sobre esos eventos clandestinos.
El documento enviado al MSP también solicita que la duración de los eventos tenga un máximo de seis horas y no de cinco, como sucede actualmente. El pedido se da a partir de que “muchos clientes” de los salones “no ven lógico gastar lo que se gasta en un evento de tan solo cinco horas”.
En el protocolo actual el baile está permitido únicamente para aquellos eventos a los que concurren personas vacunadas y se solicita que este tenga una duración de 40 minutos con un corte de 20 para ventilar e higienizar el lugar, en el caso de que se trate de un salón cerrado. Este también es un punto a modificar en la propuesta que hizo la CEU, pues solicita que la duración sea de una hora. Según Barcala, esto es importante para que las fiestas se desarrollen con “mayor naturalidad” y se parezcan cada vez más a la “vieja normalidad”.
Consultado al respecto, el subsecretario de Salud, José Luis Satdjian, dijo a El País que desde la cartera se está haciendo una evaluación de la situación epidemiológica “día tras día” y que, para las fiestas y eventos, “hasta el momento es positiva la experiencia con lugares habilitados” donde se trabaja con protocolo. “Seguiremos de cerca el tema para eventualmente continuar transitando el camino de apertura programada, ordenada y medida”, dijo Satdjian.
En este sentido, Barcala sostuvo que actualmente “los tiempos del ministerio no están siendo los del sector” y dijo que, aunque “hay buen relacionamiento”, es necesario avanzar hacia protocolos más abiertos de cara al resto del año.
Eventos en verano
Según supo El País, el próximo martes los principales representantes de casas de eventos se reunirán con el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, con el fin de planear la “reactivación del sector de cara al verano”.
Barcala explicó que “es esperable” que cuando se abran las fronteras para extranjeros, el 1° de noviembre, muchos traigan “equipamiento para realizar fiestas” que posiblemente no se hagan en locales habilitados. “Lo que queremos proponer es que haya una contraparte uruguaya para controlar el protocolo y asegurar que se hagan en lugares habilitados para poder defender el trabajo uruguayo. Esto no es menor”, sostuvo.
El ministro Mieres “comparte la preocupación por la problemática” porque es algo que “ocurre hace tiempo”, según dijo Barcala.
Y agregó: “Este es el momento y la oportunidad para hacer un mínimo control, sobre todo porque hay un beneficio sanitario y comercial”.
Ningún brote en protocolizadas
Desde que se habilitó la posibilidad de realizar eventos bailables en salones de eventos autorizados, no se ha detectado ningún brote de COVID-19 en uno de estos lugares, según supo El País. El subsecretario de Salud, José Luis Satdjian, dijo hace algunas semanas que tras la Noche de la Nostalgia se detectaron 25 casos y todos provinieron de fiestas clandestinas. Satdjian resaltó “la importancia de concurrir a fiestas en lugares habilitados, donde el MSP puede hacer el debido seguimiento”.