Por Agustín Magallanes
La Federación Uruguaya de la Salud (FUS) pidió una reunión con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, tras la agresión a médicos y enfermeros del CTI de la mutualista Universal el pasado viernes, confirmó a El País su secretario general, Jorge Bermúdez, quien dijo que la situación “tiene que tener un límite”.

El sindicalista planteó que el encuentro no se pidió por este hecho puntual, sino por una serie de episodios de inseguridad, que dijo, se viven “casi a diario”. En este contexto, la FUS y la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) analizan activar una movilización en reclamo de más seguridad para los trabajadores de la salud, adelantó Bermúdez. También consultado por El País, Martín Pereira, presidente de la FFSP, indicó que esta medida se podría desarrollar este mes.

“Basta de violencia”, sería la consigna de las concentraciones que se llevarían adelante en el sector, enfatizó Bermúdez, quien insistió en que esto no es por la situación puntual del viernes sino por lo que sucede con “todos los trabajadores de la salud”, tanto en mutualistas como en los prestadores públicos.

Bermúdez, además, adelantó que representantes de la FUS se reunirán el lunes próximo con la ministra de Salud, Karina Rando, por estos hechos violentos.

El viernes pasado ocho personas “invadieron” el CTI del local de Universal, ubicado frente al Obelisco, y agredieron físicamente a un médico intensivista y a dos enfermeras, comunicó este lunes el Sindicato Médico del Uruguay (SMU).

José Minarrieta, secretario médico del Comité Ejecutivo del SMU, dijo a El País que el hecho se suscitó tras la muerte de un paciente. Un familiar del fallecido primero tuvo un entredicho verbal con el médico que comunicó la noticia fatal. Luego, una hora después, varias personas ingresaron “a la fuerza” al CTI, le pegaron a dos enfermeras y tiraron un termo de agua caliente, que no generó daños. Luego fueron contra el intensivista, a quien “tiraron al piso, le pegaron patadas y puñetazos”. Minarrieta aseguró que “por el modo salvaje, la agresión pudo terminar en una tragedia”.

Un adolescente y dos mujeres adultas quedaron a disposición de Fiscalía. Como los enfermeros no ratificaron la denuncia, la fiscal desestimó el caso.

La mutualista pidió a la Junta Nacional de Salud (Junasa) que dé de baja a los afiliados involucrados y solicitó una reunión con el Ministerio del Interior.

Rando, por su parte, escribió en su cuenta de Twitter: “Rechazamos todos los actos de violencia, especialmente en la atención de la salud, y manifestamos nuestro apoyo a los equipos de salud, quienes trabajan incansablemente por el bien de los pacientes”.

Pereira lamentó los hechos violentos y el “incremento” de robos y ataques a ambulancias en el último tiempo.

El sindicalista contó que el sábado pasado un patrullero trasladó a una reclusa a la puerta de la Policlínica del Cerro. Allí tomó a golpes de puño a algunos trabajadores. Se pusieron en contacto con Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana de Interior, que envió un móvil “rápidamente”.

De todos modos, Pereira pidió que un detenido no quede sin custodia en esos casos.

En este mismo centro, pero a mediados de marzo, varias personas intentaron ingresar a la fuerza tras informarles que un joven baleado había fallecido poco antes.

La semana pasada hubo otro caso en la Policlínica de La Cruz de Carrasco. Pereira dijo que una usuaria reclamó un especialista, se le planteó que iría desde otro centro porque no había un profesional disponible y “agarró de los pelos a la enfermera”.

A esto, dijo Pereira, se suman robos y ataques con piedras a ambulancias. En casos de magnitud se activa un protocolo por el que solo ingresan con la Policía cuando hay riesgo de vida.