Este jueves por la mañana una joven paciente de ASSE, de 26 años, que padece cáncer de vulva, ingresó a quirófano para realizarse una cirugía. ¿El motivo? Por primera vez en Uruguay, a través de una operación no convencional, recolocaron temporalmente el útero de la mujer para que el tratamiento de radioterapia que debe recibir por su enfermedad no le impida ser madre en el futuro.
Debido a que el tratamiento de radioterapia afecta no solo al área enferma sino también la periferia —lo que deriva en fibrosis, daño del tejido e infertilidad secundaria—, la forma que encontraron los médicos de que esta paciente pudiera preservar la capacidad reproductiva era combinar dos procedimientos: guardar óvulos y hacerle una transposición uterina.
La transposición uterina consiste en "cambiar la posición del útero. Sacarlo de la cavidad uterina y colocarlo temporalmente en la cavidad abdominal, de tal forma que este se aleje de la zona de radiación y preserve sus funciones", explicó a El País la doctora Marianna Gilardoni, directora del Instituto Nacional de Ortopedia y Traumatología (INOT).
Esta cirugía fue diseñada por el doctor y profesor Reitan Ribero del Hospital de Ginecología de Paraná (Curitiba, Brasil). Los profesionales de ASSE que estudiaban el caso de esta joven decidieron contactar con el profesor Ribeiro para solicitarle asistencia y él accedió a venir por un día al país para realizar la operación y enseñar la técnica a sus colegas uruguayos.
La cirugía —en la que también participaron los asistentes de la Clínica Ginecotocológica “C” profesor agregado y doctor Gonzalo Sotero y el doctor Joel Laufer— se realizó en el Centro Polivalente Quirúrgico de INOT. Este espacio gracias a que cuenta con la infraestructura y equipamiento necesarios, no solo para la intervención sino también para la filmación y retransmisión del procedimiento a estudiantes y profesionales de la cátedra de ginecología de la Universidad de la República (Udelar).
Gilardoni contó a El País que, si bien el tiempo estimado de la intervención es de ocho horas, "no hubo ninguna complicación" en la operación de este jueves y duró apenas cinco.
Debido a que fue una operación por laparoscopía —mínimamente invasiva— se calcula que la recuperación y cicatrización lleve aproximadamente una semana. Luego, la paciente podrá comenzar el tratamiento oncológico indicado y, una vez finalizadas las aplicaciones de radioterapia, deberá esperar mínimo tres meses hasta volver a ser operada para revertir la posición del útero a la cavidad pélvica.
Esta operación inédita abre las puertas de la medicina nacional, aseguró la directora de INOT: "Son procedimientos innovadores para capitalizar el conocimiento, la idea es aprender y transmitir estas nuevas técnicas a los ginecólogos del país".