LA MARCHA DE LA PANDEMIA
A los pacientes inmunosuprimidos, la tercera dosis contra el nuevo coronavirus se les administraría desde la semana próxima.
Los trasplantados son los pacientes que menos protección consiguen contra el COVID-19. Pasa con esta infección como con (casi) cualquier otra. El consumo de medicamentos inmunosupresores, para que su cuerpo no rechace el órgano que les fue trasplantado, hace que la eficacia de las vacunas sea inferior. En un estudio uruguayo con 260 trasplantados renales, solo al 29% (según datos preliminares) se le detectaron anticuerpos pasado un mes de la segunda dosis.
La investigación, liderada por científicos del Instituto Pasteur, la Universidad de la República y de los grupos de trasplante renal (Hospital de Clínicas, Italiano y Evangélico), no arrojó diferencias significativas entre los pacientes vacunados con diferentes vacunas (aunque había pocos casos con Pfizer) ni tampoco según sus edades. Sin embargo, el catedrático de Nefrología Óscar Noboa aclaró que entre los que llevan más tiempo de haber sido trasplantados se encuentran más casos de pacientes que generaron anticuerpos.
Los resultados -los primeros a nivel local en una población tan específica- van en sintonía con la evidencia internacional y justifican que estos pacientes sean priorizados para una tercera dosis de refuerzo de la vacuna.
Fuentes del MSP reconocieron que “existe una prioridad” para que los pacientes con inmunosupresión severa reciban “cuanto antes” las dosis de refuerzo, y explicaron que, de ajustarse la logística, la administración de terceras dosis podría dar comienzo “a fines de la semana próxima”.
El Fondo Nacional de Recursos cuenta con los datos de más de dos tercios de los cerca de 6.000 inmunosuprimidos severos que entrarían en la lista de prioridad. De hecho, el Fondo ya había elaborado las bases de datos de los trasplantados y hemodialisados para las primeras rondas de vacunación. Ahora resta que los prestadores de salud agreguen a los pacientes que toman algunos fármacos específicos, los que hacen que su sistema inmune se “apague” con facilidad, por eso hoy se les pedirán a las instituciones que reúnan con celeridad la información.
Una vez que estén configuradas las listas, el MSP resolverá con los equipos informáticos la viabilidad de que el sistema avise automáticamente a cada paciente la fecha, hora y lugar en que recibirá la tercera dosis. Eso evitaría que la población deba pasar, otra vez, por el proceso de agenda. Eso sí: como la vacunación no es obligatoria, la persona no está obligada a recibir las dosis de refuerzo si él o su médico tratante no lo desean.
La comisión que asesora en vacunas sugirió que los pacientes que recibieron en primera instancia una vacuna de virus inactivado (Coronavac), ahora reciban un esquema completo de ARN mensajero (dos dosis de Pfizer). Para quienes ya había recibido Pfizer, les bastaría una única dosis extra.
Ante el temor por la extensión de la variante Delta, y un leve aumento de los contagios, Israel aprobó esta semana el refuerzo de terceras dosis para toda su población. El semanario Búsqueda había informado que el Poder Ejecutivo uruguayo iría por la misma línea y que estaría el visto bueno para una tercera dosis con Pfizer.