Tres balnearios concentran las reuniones de riesgo en Rocha

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Marineros de Prefectura recorrían ayer la playa Los Botes, en La Paloma. Foto: Nicolás Delgado

TURISMO Y CONTROL DE LA PANDEMIA

Cada balneario presenta su particularidad y tras un fin de semana con desbordes en tres puntos concretos, las autoridades ajustan los controles para evitar la propagación del COVID-19.

La movida nocturna en la costa rochense ha mutado cientos de veces, y este verano, pandemia mediante, presenta como novedad la reunión después de la medianoche de una decena de jóvenes en torno a un parlante portátil y alguna conservadora. De todas maneras, cada balneario presenta su particularidad y tras un fin de semana con desbordes en tres puntos concretos, las autoridades ajustan los controles para evitar la propagación del virus.

A mediados de diciembre un jerarca de la Intendencia de Rocha visitó el Parlamento, donde se debatía laley que limita el derecho de reunión, y comentaba que la principal preocupación que tenían en el gabinete departamental era la movida nocturna de La Pedrera. Si conseguir algo de orden en la organización del carnaval de ese balneario ha sido por años una odisea, lograr que los más jóvenes no copen la calle al ritmo de decenas de parlantes en los primeros días de este 2021 parecía también una utopía. Y no erró tanto.

Desde el 31 de diciembre pasado, la Policía intervino 70 veces en la costa rochense por llamados al 911 o constatación de aglomeraciones. El vocero y coordinador de la Jefatura de Rocha, Alexis Duarte, informó a El País que la mayoría de las intervenciones policiales se han concentrado en La Pedrera, Punta del Diablo y Barra de Chuy. A menudo las denuncias son por reuniones de seis o siete personas que están en una casa cumpliendo con la burbuja.

Las noches más complejas, las que presentaron la mayor cantidad de reuniones con bajo o nulo cuidado sanitario, fueron la del jueves 31 de diciembre y la del viernes 1°. Al despedir el 2020, la Avenida Solari, la principal de La Paloma, presentaba una hilera de autos con sus correspondientes parlantes y conservadoras. En La Pedrera por momentos hubo baile en la calle principal y luego la fiesta se trasladó a la playa.

“Si bien se exhortó, ahí no hubo tanta consciencia de la gente. Hubo algunos cánticos hacia la Policía y arrojaron algunas botellas, no hacia los efectivos, sino al suelo. No hubo agresiones a la Policía”, sintetizó el vocero de la jefatura. “También hay que tener en cuenta la cantidad de gente. A veces una intervención puede llevar a un mal mayor. Muchas veces están alcoholizados, sin tapabocas, sin respetar distancias y le restan importancia, pero nosotros no tenemos pensado reprimir para evitar la aglomeración. Sí vamos a reprimir en caso de que seamos atacados con piedras o botellas”, aclaró.

Duarte informó que no hubo represión ante aglomeraciones y que el primer día del año amaneció sin detenidos en el departamento por este tema, pero en la jefatura resolvieron destinar más efectivos en los próximos días para la dispersión de reuniones riesgosas. El coordinador recuerda que para prevenir esto la Policía ha incautado parlantes, con previa autorización de Fiscalía, aunque en lo que va de este año aún no lo han hecho.

Fines de semana.

Rocha se presenta como un destino “seguro”, a pesar de que se encuentra en la zona naranja, según el índice de Harvard, por la cantidad de casos activos, que ayer eran 51. El riesgo llega de la mano de los visitantes, principalmente desde Montevideo. Telenoche informó que, según datos del peaje Garzón, en el límite con Maldonado, ingresaron por esa frontera al departamento 50 mil personas entre el 31 de diciembre y el 2 de enero.

El fin de semana hubo una ocupación en el entorno del 70% o el 80%. “Esperamos turismo de fin de semana básicamente”, dijo a El País el director de Turismo de la intendencia, Federico Zerbino. La ausencia de argentinos y brasileños es notoria, y eso explica básicamente que las reservas entre semana estén entre el 30% y el 40%.

Además de las reuniones alrededor de parlantes y conservadoras, otra novedad del verano es que la Avenida Solari de La Paloma es peatonal, y que bares y restaurantes tienen sus mesas en las calles. El alcalde, Alcides Perdomo, la considera una buena medida y pretende mantenerla incluso después del 10 de enero. Mientras, el director de Turismo pide “que la gente venga, que es seguro”.

Comuna conforme con respuesta de boliches

Mientras que la Prefectura y la Policía se encargan de evitar y disolver las aglomeraciones, la intendencia fiscaliza que los bares y restaurantes cumplan con la normativa nacional de cerrar a la medianoche. El secretario general de la comuna rochense, Valentín Martínez, informó a El País que desde el 23 de diciembre hasta ayer hubo 1.055 inspecciones a bares y restaurantes y que en el 4% de los casos se notificó a los propietarios. De todas maneras, las 47 veces que la intendencia exigió que se cumpliera con la normativa, la respuesta fue correcta. “No hubo ningún desacato. Estamos conformes con la respuesta de los boliches y de la gente”, agregó Martínez.

Intendente: “Se evitó el estado de sitio de Chuy”
Alejo Umpiérrez asumió como nuevo intendente de Rocha. Foto: Ricardo Figueredo.

El gobierno trasladó el control de Aduanas de Chuy a La Coronilla. El director de Salud de Rocha, Diego Pintado, expresó su “preocupación” por el cambio. “De por sí ya la frontera del Chuy para nosotros era muy complicada, y ahora lo que se ha hecho es ensancharla 27 kilómetros más. Desde el punto de vista sanitario es muy difícil el control. Se lo transmitimos a las autoridades, y vemos que en el departamento de Rocha los controles no son suficientes”, dijo Pintado a Telenoche. El intendente Alejo Umpiérrez justificó la medida y dijo ayer a Subrayado: “Se eliminó un estado de sitio que vivía la ciudad del Chuy, que estaba imposibilitada de desarrollar una vida turística mínima”.

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