Tres expresidentes recomendaron al gobierno que, sin dejar el Mercosur, mire a los grandes bloques comerciales para asociarse. Y que, haciendo autocrítica, asuma que quizás el problema no esté en el Mercosur sino en Uruguay.
La ausencia de condiciones en la economía uruguaya para competir por los mercados e inversiones, las equivocadas políticas energética y exterior, y la tolerancia que se ha tenido con la bilateralidad impuesta por Argentina y Brasil en la región son, a juicio de los expresidentes Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y Jorge Batlle (2000-2005), las causas por las cuales el Mercosur "ha visto un afloje" en sus normas, lo que lo ha llevado al "fracaso".
Los tres exmandatarios, que conforman, a juicio de Lacalle, "los del sindicato" dado que falta el cuarto expresidente, Tabaré Vázquez (2005-2010), fueron los invitados al almuerzo mensual que organiza la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), para abordar la actualidad del Mercosur y las perspectivas para Uruguay.
En ese marco, coincidieron en recomendar que la región haga acuerdos de libre comercio del tipo del que se hizo con México, con China, Estados Unidos, Canadá, Corea del Sur y otros países que aseguren mercados donde colocar la producción. "Como decía (Luis Alberto de) Herrera, hay que tener amigos poderosos pero lejanos", afirmó Lacalle.
"El Mercosur fue un ideal, lleva 21 años pero no podemos esquivar la realidad: ha fracasado", dijo Batlle, el primero en disertar gracias al orden alfabético escogido por los organizadores del evento. Recordó que en medio de la crisis europea los gobiernos han decidido "mantener la apertura de mercados lo más posible".
ANÁLISIS. Batlle planteó como ejercicio dar vuelta la realidad del Mercosur para entender por qué afirma que el Uruguay no es competitivo a nivel internacional. "Supongamos que el Mercosur anda fenómeno, que no hay problemas con Argentina ni con Brasil. ¿Cuál es nuestro problema? ¿El Mercosur o nosotros? No hemos podido aprovechar las condiciones que se presentaron para nosotros al salir de la crisis, en 2004. Tenemos inflación alta, presión fiscal muy alta, hay una hiperregulación en el mercado en general, tenemos tarifas públicas que no se condicen con la realidad del mundo, no usufructuamos la tecnología en comunicaciones, tenemos una educación pésima, una infraestructura debilitada, y tenemos problemas de costos internos. Por todo esto, si el Mercosur estuviera bien nos encontraríamos con nuestras propias dificultades", se explayó Batlle.
El exmandatario advirtió que si el gobierno no toma hoy "decisiones de fondo" en materia energética, "vamos a quedarnos sin energía".
Luego, Lacalle criticó la política exterior que lleva adelante el gobierno por "seguir" a Argentina, lo cual sostuvo que "no nos beneficiará en inversiones ni en que se nos vea como plaza financiera certera y segura".
Insistió en que el Mercosur fue concebido como bloque comercial y que "se desvió a lo político". Incluso, sostuvo que Uruguay "aparece como mendigando derechos" que le corresponden de acuerdo con el estatuto del bloque. "Así, el Mercosur no funciona. Nada es para siempre", dijo Lacalle.
"Si el Mercosur está vacío para aquello para lo que lo creamos, y está lleno de compromisos políticos para lo que no fue pactado, entonces no es un Mercosur sino cualquier otra cosa", afirmó.
Lacalle se declaró partidario de encarar todo tipo de acuerdo en otras direcciones, por ejemplo mirando hacia Canadá, con quien propuso suscribir un tratado de libre comercio. Criticó la decisión del gobierno argentino de pedir elevar el arancel externo común del bloque.
"Eso es el cautiverio para siempre en el Mercosur", analizó.
"Espero que el presidente Mujica y el canciller Almagro se nieguen desde ya a elevar los aranceles. Que digan que no lo vamos a cumplir. Bastante estamos sufriendo el arancel actual", dijo Lacalle.
LIBERTAD. A su vez, el expresidente Sanguinetti aconsejó no abandonar el Mercosur, aunque dijo que hubo "un aflojamiento fenomenal" de las normas y códigos, y que, en función de eso "también debe haber un aflojamiento para que busquemos la libertad" de mercados.
Sanguinetti recordó que en el gobierno del expresidente Tabaré Vázquez se dejó pasar "una gigantesca oportunidad histórica", que fue cuando Estados Unidos ofreció un TLC a Uruguay.
"Desgraciadamente, un partido al cual aún no se le cayó el muro de Berlín dijo que no, dejándonos encerrados en esta situación y sometidos a la presión que sufrimos".
Sanguinetti hablaba del Partido Socialista, cuyo representante, el entonces canciller Reinaldo Gargano, se opuso al TLC con Estados Unidos, al contrario de la voluntad de Vázquez y de Danilo Astori, en ese momento ministro de Economía.
Cuando se abrió la ronda de preguntas tras las conferencias iniciales, una tuvo que ver con el proyecto de ley que prepa- ra el gobierno por el cual se adjudicará a Antel el monopolio del uso de la fibra óptica.
"Volvemos al tiempo de las palomas mensajeras", ironizó Batlle, en tanto agregó que es un tema para discutir en el Parlamento.
"Nuestro camino está en Estados Unidos, en China, en Chile, en Brasil; esos son los mercados adonde tenemos que ir".
Julio Ma. Sanguinetti
"Hay gente que le teme a la energía nuclear. La energía nuclear es segura. Puede no ser seguro el que la maneja".
Jorge Batlle
"La bilateralidad argentino-brasileña vació al Mercosur. Muchas veces la toleramos cuando debimos detenerla al nacer".