Comenzó a funcionar la máquina desalinizadora de agua de la UTEC, que llegó de Estados Unidos

Arribó hace una semana y es utilizada por OSE para enfrentar la emergencia hídrica; tuvo un costo de US$ 120.000 y fue instalada en la Usina de Laguna del Cisne, de OSE, en Salinas (Canelones).

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Héctor García, coordinador de posgrado UTEC, da para probar el agua que llega de Aguas Corrientes y la que se obtiene con la máquina desalinizadora que llegó de EE. UU.
Héctor García, coordinador de posgrado UTEC, da para probar el agua que llega de Aguas Corrientes y la que se obtiene con la máquina desalinizadora que llegó de EE. UU.
Foto: Francisco Flores

En las últimas horas comenzó a funcionar la nueva planta desalinizadora de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que llegó a Uruguay hace una semana desde Houston, EE.UU., tras un extenso viaje en barco.

La planta móvil -anunciada a mediados de mayo por el gobierno- tuvo un costo de US$ 120.000 y fue instalada en la Usina de Laguna del Cisne, de OSE, en Salinas (Canelones).

En principio, se mantendrá allí por la comodidad para su manejo, pero lo cierto es que con apenas un montacargas puede ser trasladada a cualquier zona en camión.

El País visitó la nueva desalinizadora, que se pensó para hacer frente a la crisis hídrica histórica, aunque se prevé que tenga luego otros usos. Si bien es propiedad de UTEC, hay un convenio de colaboración con OSE para utilizarla en los casos que fije la empresa estatal.

Toda la planta ocupa el espacio de un container de 20 pies (seis metros), más alto que uno normal, lo que impidió su traslado desde EE.UU. en un avión Hércules de las FF.AA.

Héctor García, coordinador del Posgrado de Ingeniería Sanitaria y Saneamiento de UTEC, contó que la planta recibe agua de Aguas Corrientes, es decir, aquella que sale de la canilla en la zona metropolitana, potable desde hace días.

A través de una serie de filtrados y del pasaje de esta agua por membranas especiales, se pueden producir por día hasta 150.000 litros de agua pura, incluso hasta sin iones.

Para evitar un perjuicio, esta agua ya tratada se mezcla con más agua de Aguas Corrientes, que le suma minerales. El resultado es que por día se alcanzarán hasta 300.000 litros destinados para el consumo humano, con bajos niveles de sodio y cloruros.

García explicó que el agua que llega pasa antes por un pretratamiento. Primero por un filtro de antracita, que remueve partículas y sólidos, y más adelante pasa por otro, de carbón activado, con el fin de proteger las membranas especiales, fabricadas en Corea del Sur.

La planta funciona bajo la modalidad de ósmosis inversa, lo que implica el pasaje del agua -en este caso potable según el decreto 375/11- por estas membranas que permiten obtener un agua con baja presencia de sales.

La modelación de UTEC marcó que si ingresa un agua con 500 miligramos por litro (mg/l) de sodio, se obtiene un agua con unos 4 mg/l. Esto es la mitad de varias aguas embotelladas. La reducción también se ve en los cloruros.

El proceso supone descartar un porcentaje del agua que ingresa tras el filtrado, que en este caso se traslada hasta un depósito de lodos que cuenta la usina, próxima al container.

García destacó que esta planta, única en el país, es “de punta”. Su funcionamiento es “automatizado”, lo que supone que se puede controlar y hasta manejar a distancia por una PC. No obstante, requiere de personal de mantenimiento ante cualquier desperfecto.

A mediados de esta semana llegaron a Uruguay tres técnicos de EE.UU., de la empresa privada que vendió la máquina, que realizan los ajustes finales, típicos en este tipo de instalaciones.

Se aguardan, además, los análisis microbiológicos para determinar la calidad del agua producida, que demorarán unos cuatro días. García estimó que a fines de la próxima semana o comienzos de la siguiente el agua estaría pronta para distribuirse al público.

Al costado de la planta hay un tanque de plástico gigante, de 30.000 litros, previsto para que camiones puedan retirar el agua de allí.

OSE señaló en un comunicado que el objetivo es suministrar esta agua potable a comunidades pequeñas. Por ejemplo, “hospitales”, “ciudades de pocos habitantes” y “unidades de producción alimentaria”. Fuentes de la empresa estatal indicaron a El País que aún no está previsto hacia dónde se trasladarían las primeras cargas de esta agua.

La planta que implica un “mínimo” service y funciona con energía eléctrica, permite también remover el arsénico, un elemento químico cancerígeno, que la empresa estatal del agua registró hace años en algunas zonas.

Por último, García concluyó que la planta representa una “buena solución” en múltiples sentidos.

además

Prevén usos alternativos si cambia la crisis hídrica

Pese a que la compra de esta planta estuvo sujeta a atender poblaciones vulnerables durante la crísis hídrica, lo cierto es que UTEC proyecta su uso con foco universitario en varias zonas del país.

Una vez se supere la crisis, se prevé usarla en la costa este, afectada por la cercanía con el océano. De hecho, OSE cuenta allí con alguna planta con este fin. En tanto, también se prevé mejorar la calidad del agua en puntos con arsénico.

“Como tenemos en UTEC varios campus en el interior, podemos probarla donde se quiera”, destacó Héctor García, coordinador del Posgrado de Ingeniería Sanitaria y Saneamiento de UTEC.

Esperada llegada de una nueva planta de “última generación”

Tras varias idas y vueltas por temas logísticos del transporte marítimo, la unidad compacta/móvil (package plant, en inglés) arribó al puerto de Montevideo el 27 de julio.

Su capacidad de producción de 150 metros cúbicos (m3) al día, que se pueden extender a 300 m3 supone una cantidad óptima para abastecer hospitales o pequeñas localidades.

“Se trata de un equipamiento de última generación que permitirá no solo realizar tratamiento de aguas cuyos valores de salinidad estén alterados, sino también eliminar una multiplicidad de componentes que suelen contaminar la potabilidad”, remarcó OSE en un comunicado.

Si se agrava la crisis hídrica, un camión puede trasladar esta agua tratada y mezclada a un hospital o incluso distribuirla a las familias.

“No es una desalinizadora estándar, ni una potabilizadora estándar, sino una planta capaz de remover sales de agua dulce con intrusión salina”, indicó UTEC.

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