Redacción El País
La sequía y el desabastecimiento de las reservas de agua para Montevideo y el área metropolitana han acaparado la atención de todos los ciudadanos ante el temor de que pronto el agua que sale por las canillas deje de ser potable. Pero este no es el único problema y hay un daño colateral tanto o más grande: el efecto del cambio de la calidad del agua en las industrias de la zona.
El ministro de Industria Energía y Minería de Uruguay (MIEM), Omar Paganini, precisó que hay grandes industrias en la zona afectada de la cuenca del Río Santa Lucía. "Algún frigorífico incluso ha tenido que parar", aseguró.
"Sin duda, la industria alimenticia será la más afectada. También la industria química", apuntó Paganini en diálogo con Informativo Sarandí (Radio Sarandí).
El ministro detalló que muchas de las industrias están haciendo tratamiento especial en el agua para no cerrar sus puertas, lo que lleva a que no se afecte tanto la producción pero sí los costos.
Consultado sobre si tendríamos como país que replantearnos el uso del agua potable ante esta enorme crisis, Paganini explicó: "Tenemos un país donde llueve miles de veces más de lo que necesitamos. Ahora está afectada la red de suministro de Montevideo y nos parece que Uruguay no tiene agua, pero no es así".
A modo de ejemplo, el ministro explicó que "la producción de arroz fue excelente, pero no pasó lo mismo con la soja", y esto fue, específicamente, por el sistema de riego. "Si tenemos una infraestructura para almacenar el agua que escurre, tendríamos una solución para el sector agropecuario", remarcó.
Además, Paganini apuntó que la situación que vive hoy Uruguay no es comparable a la de otras ciudades. "Tenemos que mirar las cosas equilibradamente y no al grito de la crisis. Es cierto que el cambio climático afecta en mayor variabilidad y mayor frecuencia de estos incidentes, tenemos que generar una estructura más resiliente", cerró.