En momentos en que el gobierno atraviesa dificultades por críticas crecientes del Frente Amplio sobre todo relacionadas a los famosos casos de Marset y Astesiano, el presidente Luis Lacalle Pou encabezó ayer una conferencia de prensa para anunciar oficialmente una nueva inversión de su administración -ya conocida desde hacía meses- que fue definida como histórica.
El directorio de OSE, ayer a la tarde y con el voto negativo del representante del Frente Amplio, Edgardo Ortuño, aprobó el llamado a licitación -que se efectuará en febrero- para realizar una profunda obra de saneamiento que buscará beneficiar a 61 localidades del interior del país por un total aproximado de US$ 280 millones.
Es una versión menos ambiciosa que la que se había anunciado en julio de 2021, cuando el propio mandatario había compartido en su cuenta de Twitter una publicación de OSE que entonces adelantaba una “histórica iniciativa” en la que se destinarían “casi 1.000 millones de USD en inversión que permitirán intervenir en más de 120 localidades, y a más de 560.000 uruguayos acceder al saneamiento”. Y eso en un plazo de cuatro años.
Estas son las 61 localidades del interior del pais en que se avanzará en esta primera etapa de la Universalización del Saneamiento.
— Adrián Peña Robaina (@adrianbatllista) December 28, 2022
Una inversión de 280 millones en calidad de vida de las personas. pic.twitter.com/Em1hrEFVU6
Un año y medio después, y con análisis de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto mediante, aquel plan se reconfiguró a una expresión más viable, con un plazo algo más extenso -de 12 años- por el monto anunciado, pero manteniendo el espíritu de la propuesta original: resolver “la inequidad con Montevideo” que hay en esta materia y, en lugar de llegar a la meta ideal del 90% de cobertura total, se subirá al menos del 50% actual al 68%, según explicaron a El País fuentes del Poder Ejecutivo.
Pero más allá de esos detalles, para el gobierno ayer fue un “día muy importante” al poder oficializar este anuncio, como dijo Lacalle Pou, que decidió sobre la hora participar en la conferencia de prensa, en la que también estuvieron el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado -que ha monitoreado y seguido de cerca el proyecto- y el ministro de Ambiente, Adrián Peña, uno de los principales impulsores de la iniciativa, junto a las autoridades de OSE -también presentes ayer en el anuncio.
Hubo, está claro, “muchas idas y vueltas”, reconoció el primer mandatario, también en parte porque fue necesario “analizar cada localidad, la topografía de cada localidad, (y) el asentamiento preexistente o no en esas localidades”.
De cualquier manera, desde el Poder Ejecutivo reconocieron a El País que “la idea” era poder “anunciarlo antes de fin de año”, de manera de enviar un mensaje general de conclusión de varios ejes de gestión o “hitos” del gobierno, una enumeración que incluye desde la aprobación en el Senado de la reforma de la seguridad social, a la inversión -emparentada con la de saneamiento- de cerca de US$ 200 millones para construir una nueva planta de agua potable en Arazatí, San José -entre varios otros.
En este caso se aspira a lanzar el llamado a licitación en febrero, y comenzar las obras cuanto antes, aunque en el gobierno no tienen dudas que pese a que es probable que algunas de ellas las inaugure Lacalle Pou, muchos cortes de cinta quedarán para futuras administraciones -ya que el plan global incluye, al menos, una segunda y tercera etapa dentro del marco de los 12 años.
De cualquier manera, en el gobierno valoran que, de esta forma, se acortan los 40 años previstos para alcanzar ese 90% de cobertura de seguirse con la inversión regular planteada hasta ahora.
A esto se agrega los 2.000 puestos de trabajo directos que implicarán las obras, los que, “si resulta”, serán ocupados por personas “de las mismas localidades que están siendo beneficiadas” por esta inversión, dijo el presidente.
De modo que ayer en la Torre Ejecutiva, concretamente en el despacho de Delgado -en donde llegaron a reunirse Peña, Lacalle Pou, el propio secretario de Presidencia y demás autoridades para coordinar la comunicación- reinó el optimismo y “el buen humor”, pues no hay reparos -al menos hasta el momento- con la gestión llevada adelante en los temas ambientales, liderada por el ministro Peña, que entiende que tiene “casi toda tildada” la lista de objetivos a cumplir cuando asumió en 2020.
Pero este último tick es, para el ministro de Ambiente, distinto, porque directamente apuntará a “dignificar la vida” de entre 170.000 y 200.000 uruguayos, según sus propias palabras. “Estamos llegando a aquellas localidades a veces olvidadas, a veces perdidas, del interior”.
El presidente, mientras tanto, evitó referirse a los últimos chats relativos a la causa del exjefe de su custodia, Alejandro Astesiano, o a las novedades sobre la entrega del pasaporte al narco Sebastián Marset. “Hoy estamos hablando de otros temas”, respondió ante la consulta sobre esos otros asuntos.
Las localidades y ciudades beneficiadas son:
25 de Agosto, 25 de Mayo y Cardal (Florida); Cerro Chato (Florida, Durazno y Treinta y Tres); Aiguá, Piriápolis y Cerro Colorado -Alberto Gallinal- (Maldonado); Tacuarembó y Ansina (Tacuarembó); Artigas, Baltasar Brum y Tomás Gomensoro (Artigas); Carlos Reyles -Molles-, Carmen, La Paloma y Sarandí del Yi (Durazno); Rocha, Castillos, La Paloma, Aguada, Costa Azul y Lascano (Rocha); Cerrillos, Las Piedras, Montes, Pando, Progreso, San Bautista, San Jacinto, Santa Rosa, Sauce, Tala y Toledo-Suárez (Canelones); Colonia, Colonia Valdense, N. Helvecia, Nueva Palmira, Ombúes de la Valle y Tarariras (Colonia); Dolores, Palmitas, Mercedes y José Enrique Rodó (Soriano); Ecilda Paullier, Libertad y San José de Mayo (San José); Fraile Muerto y Río Branco (Cerro Largo); Guichón y Quebracho (Paysandú); Ismael Cortinas (Flores); José Pedro Varela, Migues Montes, Minas, Nico Pérez y Solís de Mataojo (Lavalleja); Nuevo Berlín, Young y San Javier (Río Negro); Rivera y Vichadero (Rivera); Treinta y Tres (Treinta y Tres); Salto (Salto).
Fuente: Presidencia