Redacción El País
En lugar de una bermuda, un pantalón largo, o en vez de una camisa, un buzo. Los aires acondicionados apagados y las playas todavía flojas de gente. Escenas que va dejando un diciembre más frío de lo normal, e incluso más lluvioso. La inusual situación tiene una explicación, según meteorólogos, que también anuncian cambios para enero y febrero, que serán bien de verano.
Previo al inicio del verano climatológico —distinto al astronómico—, que abarca a los meses de diciembre, enero y febrero, se preveía que la estación fuese más calurosa y menos lluviosa de lo normal, al menos en gran parte del territorio uruguayo. Sin embargo, diciembre transcurrió con una situación exactamente al revés. De todas formas, los meteorólogos coinciden en que enero y febrero sí cumplirán con la premisa inicial.
El meteorólogo José Serra dijo en diálogo con El País que "lo que viene sucediendo es la formación de varios sistemas de baja presión en este período, que no es común". A lo que refiere el especialista es a los conocidos como ciclones extratropicales, que ocurren mayormente en invierno o en estaciones intermedias, y que están sorprendiendo por su consecución en diciembre.
"Estos ciclones han dado lugar a que tengamos menores temperaturas", porque han hecho que "predomine el viento de componente sur y suroeste, lo cual aporta aire más frío".
En esto coincide el meteorólogo Mario Bidegain, también consultado por El País. "Venimos con temperaturas promedio muy por debajo de lo normal: 2°C por debajo de lo normal a nivel nacional", indicó.
Bidegain recordó tres pulsos de aire frío: uno recién comenzado el mes, otro aproximadamente entre el 7 y el 9, y otro desde el 21 de diciembre y que se mantiene hasta este viernes en algunas zonas.
"Estas anomalías de temperatura —continuó— son por una circulación de aire con vientos de componente sur y suroeste asociados a bajas presiones (ciclones) que se han dado en la costa del litoral atlántico".
"Son ciclones, bajas presiones, con el centro sobre el océano, no sobre el continente", dijo, y atribuyó el fenómeno de bajas temperaturas también a la mayor "cantidad de episodios de precipitación".
Asimismo, según Bidegain, "todavía no hay una explicación de por qué tenemos esta frecuencia de ciclones", que en realidad "son más típicos" de otras estaciones y no del verano.
Serra, en tanto, cuantificó la mayor cantidad de lluvias en diciembre con respecto al promedio de los últimos 50 años. Según dijo, la precipitación media en el norte del país es de 120 milímetros, y en la región sur, de 84. "Ambos valores se han superado ampliamente. En la región norte tenemos casi 200 milímetros acumulados, y en el sur, 97".
Qué esperar del tiempo para enero y febrero: se vienen días "sofocantes"
Para el meteorólogo Serra, esta "anomalía positiva en cuanto a precipitaciones y negativa en cuanto a temperaturas" cambiará en enero y febrero, y en consecuencia el verano finalmente cumplirá con la premisa inicial de menos lluvias y más calor que lo habitual.
"Sigo sosteniendo que este verano promedialmente vamos a tener temperaturas normales o por encima de lo normal, con pulsos de aire cálido y con precipitaciones normales o por debajo de lo normal", indicó.
Así las cosas, advirtió que en enero y febrero llegarán los "días sofocantes" que no aparecieron en diciembre.
Para definir la situación de manera generalizada, dijo que "hay una nueva realidad que no queremos admitir", en referencia al cambio climático, y señaló que para los meses próximos "el panorama no es muy alentador" porque, entre otras cosas, "se ha comenzado a hablar de que hay una remota posibilidad de que el fenómeno de La Niña pudiera llegar a fines de enero o febrero", lo que limitaría la cantidad de humedad en el suelo.
Bidegain, en tanto, coincidió en que en enero y febrero se debe "esperar más calor".
"Todos los modelos climáticos dicen que enero y febrero transcurrirán con temperaturas por encima de lo normal. La de diciembre no es una situación que se vaya a prolongar el resto del verano", concluyó.