Por Agustín Magallanes
El impacto de la sequía también llegó a Ancap, que atraviesa dificultades en la refinería de La Teja. Fuentes de la empresa pública indicaron a El País que se registran problemas en la torre de enfriamiento de los combustibles, que se nutre de agua potable de OSE. “La situación es seria, pero está controlada”, aseguró a El País un directivo.

La infraestructura, inaugurada hace una década, requiere una adecuada conductividad del agua. En un contexto de sequía, la torre recibe menos agua dulce y con más salinidad lo que puede afectar los equipos. La dificultad, agregaron las fuentes, no radica en el caudal dado que OSE no ha cortado el suministro.

Para superar esta situación, Ancap resolvió mezclar un 70% de OSE con un 30% de agua tratada, suministrada por UTE, que es trasladada en camiones cisterna.

Ancap registró desde el miércoles una mejora de la conductividad del agua. Si el problema se profundiza, el ente debería importar combustibles. El País, sin embargo, consultó a un directivo de Ancap sobre si existe un riesgo inminente de que se pare la operativa esta semana y este negó que esto sea posible.

En el mediano plazo, en tanto, Ancap busca comprar a UTE una planta de tratamiento de agua para instalarla en la refinería. El costo es de unos US$ 100.000 y utilizaría agua de OSE.

Además de este plan, las autoridades de Ancap se plantean un proyecto aún más ambicioso, que comenzaron a trabajar hace un año y medio: que la torre tome agua del arroyo Miguelete y de las aguas residuales de saneamiento.

Esta idea traería al menos dos ventajas: el ente autónomo paga a OSE por el servicio de enfriamiento de la torre unos US$ 200.000 al mes, que podrían dejar de abonarse; además, implicaría un proceso más eficiente con agua potable que es utilizada solo para enfriar combustibles.

Para avanzar en este plan, las fuentes agregaron que pidieron en octubre una reunión con la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, que aún no se concretó.

Al mismo tiempo que se atraviesan dificultades en la refinería de La Teja, Ancap hizo una serie de anuncios para asistir a organismos públicos que llevan adelante tareas producto de la sequía. “Ante la sequía, Ancap está tomando acciones proactivas”, destacó ayer el vicepresidente de la compañía estatal, Diego Durand. En conferencia de prensa, comunicó que entregará en comodato cuatro bombas de agua sumergibles de ALUR a OSE.

Durand explicó que las bombas, de origen sueco, estaban en “galpones” desde el año 2009 y que “nunca fueron instaladas”. Dos bombas ya fueron trasladadas ayer. El jerarca había explicado en 2021 que en una auditoría hallaron 15 bombas, abandonadas en un galpón de ALUR de Capurro y que estas tenían un costo total de US$ 1 millón.

Durand señaló a El País que desde el año pasado se buscó entregar las bombas a OSE, que aseguró están en “buen” estado.

El director de Ancap, Richard Charamelo, indicó que la empresa pública donará 10.000 litros de gasoil a los ministerios de Ganadería y Defensa para los trabajos que llevan adelante, como la canalización de arroyos y tajamares.

Ancap también donará productos para el engorde del ganado que elabora ALUR, por un valor de US$ 150.000. Además, prestará seis camiones cisternas para trasladar agua potable.