El gobierno encara su última gran ronda de Consejos de Salarios, donde los diferentes sectores de actividad -con sus empresarios y trabajadores- intentan acordar los ajustes de las remuneraciones. Pero son instancias donde no solo se habla de los sueldos, sino que se incluyen (o se intenta incluir) beneficios como licencias especiales o cláusulas de paz. Desde el Pit-Cnt dicen que las negociaciones vienen “muy lentas” en las mesas. Y desde el ámbito empresarial reafirman su rechazo a la reducción de la jornada laboral, tal como lo plantea la central sindical.

Hay algunas mesas que van a avanzar en breve, pero otras requerirán más tiempo -incluso se va a pedir extender el plazo de 60 días que se incluyó en los lineamientos- por las diferencias que se plantean desde el Pit-Cnt y el sector empresarial, indicó el presidente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys), Fabio Riverón. Existe una “tensión normal” que se da en una ronda salarial con lineamientos del Ejecutivo “extremadamente rígidos”, añadió.

Desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, recordaron que la ronda salarial comenzó hace poco más de un mes, y que se está en plena negociación. Del total de 180 mesas, 15 ya se cerraron; es decir, tienen un acuerdo firmado.

Una de las negociaciones que está “muy trancada” es del sector de transporte y logística, comentó Riverón. Es una situación “complicada” y “va a ser muy difícil avanzar”, porque arriba de la mesa está la decisión que tomó el gobierno al poco tiempo de asumir de quitar el mecanismo de control sobre el transporte de carga que había instaurado el Frente Amplio y que los trabajadores quieren que se retome. Además, los empleados de Copsa están en conflicto.

La situación también está complicada en Fuecys. Riverón contó que las tiendas y los supermercados están a una “distancia considerable de poder llegar a un acuerdo”. En particular, los trabajadores de los supermercados plantearon un crecimiento de 1% semestral, ampliar la “protección de licencias por cuidados” e “incorporar alguna cláusula por salud mental”. El dirigente sindical dijo que el sector empresarial rechaza estas ideas y, además, planteó que estaba en “discusión” recuperar el salario “por el período puente a más tardar en julio de 2024 (punto que se acordó en el convenio anterior)”, comentó el dirigente sindical.

También hay dificultades en el sector rural y en el servicio doméstico, aunque en este último son un “poco más optimistas” en el “esfuerzo del gobierno de acercar las partes”, añadió a El País.

Desde el ámbito empresarial, el vicepresidente de la Cámara de Industrias, Gabriel Murara, criticó que se esté planteando la reducción de la jornada laboral en diferentes mesas de los Consejos de Salarios. El empresario dijo que “ni el país ni la producción” están preparados para implementar una medida así, además de que no cree que este sea el ámbito para discutirlo.

Vinculado a la propuesta de la reducción de la jornada laboral habló sobre la pérdida de competitividad de la producción nacional durante el último año. Murara marcó que hubo un encarecimiento de la producción, y que cuando se habla que la inflación se colocó dentro del rango meta, se hace referencia al valor en pesos, pero en “dólares es altísima”. Y que los aumentos de productividad que se logran en los sectores, sean de 3 o 4%, “se los come el tipo de cambio, por lo que es como no haber ganado ese porcentaje”.