OBRA CLAVE
"Va a ser la asamblea que decida si está de acuerdo o no" con este paso, dijo más temprano un dirigente del Sunca en Durazno.
Ayer domingo se firmó un preacuerdo entre el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), las cámaras empresariales, el Ministerio de Trabajo (MTSS) y UPM para retomar las obras de UPM2. No obstante, resta aún su ratificación por parte de la asamblea de los trabajadores sindicalizados, prevista para esta tarde.
"Va a ser la asamblea que decida si está de acuerdo o no" con este paso, dijo más temprano a Radio Monte Carlo Raúl Galeano, dirigente del Sunca en Durazno.
De acuerdo al preacuerdo, se "sacaría" de la obra al capataz denunciado por acoso laboral "entre 15 y 30 días a hacer un curso de relación laboral". Además, "armaría" una comisión de seguimiento, integrada por UPM, las cámaras empresariales y el sindicato "para que una vez ingrese a trabajar de vuelta vaya siendo evaluado por la comisión".
Por otro lado, se "retomaría" un albañil y otro trabajador con problemas de adicción que fueron despedidos.
Desde el 24 de junio, las obras de la planta de UPM2 se encuentran paralizadas por decisión del sindicato, a causa de una denuncia de acoso laboral. "A ver hasta donde aguanta esta minita", fue la frase que usó el mando medio, uruguayo, contra una mujer que ingresó a la obra a trabajar por sorteo, informaron fuentes a El País. "Tuvo la consecuencia de que un mando medio, al frente de la obra, quiso probar si estaba en condiciones de trabajar en la construcción", había declarado el martes pasado a El País Daniel Diverio, presidente del Sunca.
En ese contexto, una asamblea de 3.500 trabajadores, llevada adelante el 22 de junio, definió que si en 48 horas no había una salida a este conflicto de persecución sindical el conjunto de trabajadores de todas las obras de UPM iban a parar, hecho que comenzó a partir del jueves 28.
Matías Martinez, gerente de comunicación de UPM había declarado a El País que UPM "no está involucrada directamente en la situación" de conflicto. Había subrayado que el Sunca impide trabajar a los obreros que quieren hacerlo. "Pueden entrar, pero no les permiten hacer las tareas", había dicho.