Con ligeros ajustes de redacción, la Mesa Representativa del Pit-Cnt aprobó ayer la papeleta para reformar la seguridad social, que se someterá a plebiscito en octubre de 2024 si se recogen en tiempo y forma las firmas de 10% del padrón electoral.

La decisión se impuso con los votos de 44 delegados en la sede de la calle Jackson. Otros 10 eran partidarios de aplazar la discusión -para considerar nuevas objeciones, como las de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU)-, mientras que cuatro representantes se abstuvieron.

Si se lo mira por un lado, el resultado de ayer fue ampliamente satisfactorio para los impulsores de esta papeleta, que en agosto solo la habían acompañado 16 delegados, mientras que 14 habían solicitado una prórroga para continuar el debate y 14 se habían abstenido de votar.

Sin embargo, persisten las diferencias, incluso en la interna de cada sindicato, como reconoció el propio presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, en conferencia de prensa.

En la antesala de la votación, una de las internas más agitadas fue la de AEBU, cuyo secretario general, Fernando Gambera, finalmente se plegó a la postura de solicitar una nueva prórroga en la Mesa Representativa. El martes, su sindicato había elevado al Secretariado Ejecutivo un crítico informe sobre la consulta popular.

Las diferencias entre las cuatro corrientes que integran la directiva quedaron de manifiesto anteayer, cuando el Consejo Central de AEBU se reunió para laudar la postura oficial. En una discusión “bastante dura”, quedaron de un lado el representante de Coordinación para el Cambio y el de la Lista 17, a favor de juntar firmas. Del otro lado quedaron los siete dirigentes de Articulación, que dirige el gremio, y los dos de la Lista 1955, partidarios de la postura que se impuso en el gremio bancario.

Álvaro Legaspi, el delegado de Coordinación para el Cambio, acusa a las dos corrientes mayoritarias de haber querido “boicotear” el plebiscito desde que la central sindical abrió la discusión.

“Ellos responden a posiciones de sectores del Frente Amplio y pretenden colocar al movimiento sindical como furgón de cola de un planteo político electoral”, aseguró el dirigente a El País, teniendo en cuenta que la coalición de izquierda, de momento, es partidaria de avanzar en la reforma jubilatoria mediante una ley en el próximo período de gobierno.

Según Legaspi, Gambera expresó que la papeleta propuesta en el seno del Pit-Cnt era “un mamarracho” y que el sindicato bancario no iría “detrás de un grupo de gente que tiene intereses ajenos al movimiento sindical”.

Según Legaspi, tanto en la Asamblea General como en la sesión del Consejo Central se impidió someter a consideración mociones de la minoría.

Consultado por El País, Gambera prefirió no hacer declaraciones sobre las valoraciones de Legaspi. Tampoco sobre el triunfo de la papeleta, en el entendido de que “lo que se resuelve, se acata”, aunque sí afirmó que AEBU había hecho sus aportes mientras aún estaba abierta la discusión dentro del movimiento sindical.

Según supo El País, el Consejo Central de los bancarios deberá resolver cómo se pliega a la campaña de recolección de firmas.

Aunque Legaspi, que junto a su corriente está embanderado con la propuesta, es pesimista sobre los esfuerzos que hará el sindicato. “Se desprende de la resolución de AEBU que no va a hacer nada a favor de recolectar firmas. Incluso no va a dejar la posibilidad de que usemos los medios del sindicato para llevarlo adelante, llámese locales, dinero e infraestructura”, sostuvo, más allá de que no hay ninguna definición oficial en ese sentido.

La moción de aplazar la discusión fue presentada por la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), siendo uno de sus máximos referentes José Lorenzo López, el vicepresidente del Pit-Cnt.

Según explicó a El País, el pedido de seguir discutiendo se debió a que todavía no había sido considerado el documento de AEBU y a que en la propia Mesa Representativa, mediante un informe oral, Abdala anunció cambios en la papeleta que habían discutido las filiales. “Nos parecía que era lo lógico. Pero se resolvió y, ahora, a llorar al cuartito”, dijo.

De todos modos, no está en discusión que acaten el mandato de la mayoría, aunque sí los términos en que lo harán. “Somos orgánicos. Hay una definición del movimiento sindical y cumpliremos con lo que se resolvió. Evidentemente va a ser difícil entusiasmar a nuestros afiliados con una campaña con la cual no estábamos de acuerdo, pe-ro haremos todo el esfuerzo para cumplir con el mandato del Pit-Cnt”, sostuvo, y añadió: “Si hay que salir a juntar firmas, saldremos. No puedo garantizar que la mayoría de nuestros afiliados esté con el mismo entusiasmo con el que se salió a juntar firmas contra la Ley de Urgente Consideración”.