COOPERATIVAS

En el Fondo Nacional para Desarrollo, herramienta creada por el expresidente José Mujica, se terminaron los préstamos millonarios a grandes apuestas cooperativas, como en su momento fueron Envidrio y Alas U, proyectos frustrados que implicaron entre ambos la pérdida de más de US$ 30 millones entre los años 2011 y 2015.

En la actualidad, las políticas para promover el desarrollo de las cooperativas han cambiado, según dijo a El País el actual presidente del Instituto Nacional de Cooperativismo (Inacoop), Martín Fernández.

“Ya no damos créditos a cualquiera”, dijo el jerarca, para quien entre los principales cambios generados figura la “diversificación” de las cooperativas que hoy son asistidas por el Fondes. Según dijo, se analizan los riesgos, exigen garantías y acompañamientos en el proceso para obtener el crédito estatal.

En resumen, esto supone “una cartera de emprendimientos más diversificada, y por menos montos”, acotó. En ese sentido, por resolución del actual directorio de Inacoop, ya no se aprueban préstamos superiores a los US$ 400.000, salvo que las autoridades decidan conceder una excepción por la cual pueden aceptar un 50% más, como se hizo el año pasado con la Central Lanera a la que le prestaron US$ 600.000.

De esta forma, sin tener en cuenta los cerca de US$ 65 millones considerados como incobrables por Inacoop, el Fondes logró por cuarto año consecutivo que el balance anual cerrara con números positivos. En 2020, en pleno año de pandemia, el resultado operativo del Fondes fue de US$ 428.000, la cifra más abultada de los últimos cuatro años, según sostuvo Fernández.

Como consta en el balance anual de Fondes-Inacoop, al que accedió El País, en 2020 se recibieron 13 solicitudes de préstamos, que totalizaban una suma de US$ 2.060.000. Sin embargo, menos del 40% recibieron financiación: solo cinco proyectos accedieron a fondos reembolsables por $ 1.000.000 en total.

“Por lo que no nos tiembla el pulso para decirle que no a las cooperativas que no reúnen las condiciones, como pasaba años atrás”, dijo Fernández.

En cuanto al resto, siete fueron rechazados porque “no lograron cubrir los estándares exigidos”, mientras que hay un caso, en el que se pedía US$ 110.000, que “se encuentra revisión por parte de la Junta de Dirección”, luego de culminar la fase de evaluación técnica.

Este “proceso de depuración”, como el mismo Fernández lo llama, se inició en 2015, cuando por ley el Fondes pasó a depender de Inacoop, y continuó en 2017, cuando hubo un recambio de las autoridades técnicas, y comenzaron a hacerse los análisis de riesgo.

El 2017 también es tomado como referencia para discriminar la cartera vieja -compuesta por las empresas fundidas, pese a los préstamos millonarios otorgados los años anteriores- de la “cartera viva”, la formada por las cooperativas nuevas que desde entonces recibieron dinero acorde a sus capacidades y perspectivas. A diciembre de 2020, estas eran un total de 20, con un promedio de crédito US$ 168.000 cada una, y con un cumplimiento en fecha de los pagos de 93%. Y en la “cartera vieja”, la realidad es totalmente a la inversa: solo el 10% continúa pagando.

La crisis económica generada por la emergencia sanitaria no golpeó con particular dureza en el cooperativismo. En la rendición de cuentas de Fondes-Inacoop, se estableció que solo durante cuatro meses hubo que suspender los pagos de algunas empresas entre marzo y julio de 2020. Y en sectores, como en el transporte, “se realizaron soluciones a medida”, pero en todos esos casos las cooperativas han logrado “sortear la crisis y reiniciar pagos normalmente”.

A este dato, Fernández agrega que, según un estudio de 2020 llevado adelante en conjunto con el Ministerio de Trabajo, solo se registró un 6% trabajadores de las cooperativas que fueron al seguro de paro (entre abril y mayo).

Sin embargo, para el actual presidente del Inacoop esto no quiere decir que las empresas no necesiten asistencia financiera, aunque no vayan a solicitarla al Fondes.

El jerarca señaló que al asumir, muchas veces se asociaba el Fondes al preconcepto de prestar ayuda financiera solo a sectores vulnerables, como por ejemplo las cooperativas sociales. Esto no solo no es así, aseguró, sino que dijo que ahora las autoridades de Inacoop salen a “recorrer el país para ofrecer la herramienta” del Fondes a emprendimientos “dinámicos y con capacidad de repago”.