Sobrevivientes de la Tragedia de los Andes crearon Fundación Viven, una organización sin fines de lucro, dedicada a apoyar proyectos sociales en beneficio de personas necesitadas. La Fundación nació gracias al impulso de Diego Canessa, ahijado de Gastón Costemalle (quien falleció en el accidente), y al trabajo de un equipo de profesionales que se dedicaron por casi tres años a conceptualizar la entidad e implementarla.
Se han convalidado con todos los sobrevivientes cada uno de los pasos realizados y se han efectuado todos los trámites necesarios ante los organismos competentes para iniciar actividades cumpliendo con todas las normativas vigentes.
En una entrevista mantenida con Javier Methol, Eduardo y Adolfo Strauch y Daniel Fernández Strauch, todos sobrevivientes y miembros activos de la Fundación, explicaron que la idea nació junto a la primera edición del libro "Viven". En aquel momento, los protagonistas de la historia acordaron que donarían parte de lo recaudado beneficiando a escuelas del interior que sufrían enormes carencias y así lo hicieron.
Con el transcurso de los años, los sobrevivientes empezaron a dar conferencias en empresas y universidades, comprobando el alto impacto motivacional que provocaban sus relatos en los diferentes auditorios. Hoy, parte de ese dinero, está siendo destinado al desarrollo de las obras de Fundación Viven.
"La amistad, la fe en Dios, el espíritu de lucha y la unidad del equipo fue lo que nos permitió salvar la vida. Esos valores aplicados a la vida cotidiana ayudan a las personas que nos escuchan a superar graves problemas. Es por ese motivo que universidades y empresas nos convocan"- dijo Javier.
Algunos de los acontecimientos vividos por los sobrevivientes les advierten que la gente mantiene intacta en la memoria el recuerdo del la experiencia vivida por este grupo de uruguayos. El impacto es tan fuerte que se puede decir que, por ejemplo, en México, Japón y Chile tienen status de héroes.
"Hemos ido conociendo el poder de convocatoria que tenemos en todo el mundo y queremos aprovecharlo, para obtener recursos que podamos destinar a obras sociales. Sería una pena desperdiciar ese poder."- dijo Eduardo.
"Si cada uno de los visitantes de la página "Viven", colaborara con un dólar tendríamos suficiente para beneficiar muchos proyectos." - agregó Javier.
Fundación Viven, recientemente creada retoma una larga tradición de ayuda, que es respaldada con un esquema de trabajo profesional que le permitirá una larga y próspera supervivencia.
Los primeros trabajos en los que Fundación Viven está colaborando han sido propuestos por gente cercana al Colegio Christian Brothers. El Hogar Los Cedros de Tacuarembó fue de los primeros atendidos por la Fundación. Los Cedros acoge a 26 niños, procedentes de familias que no pueden hacerse cargo sea por pobreza, drogas, carcel. Fundación Viven se está encargando de una ampliación edilicia para mejorar las condiciones de vida de los niños en el Hogar.
El segundo proyecto en que participa tiene que ver el realojo y la conformación de una comunidad autosustentable en una de las villas más sombrías de Montevideo: La Villa del Chancho, ubicada en el ex vertedero municipal. Allí habitan 28 familias en casas de chapa y cartón construidas sobre 12 metros de basura, situación que genera altos niveles de intoxicación en la sangre de los niños ampliando las desigualdades.
"Para este proyecto procuramos trabajar en conjunto con otras ONG que aportan su Know How. Nosotros apoyamos con financiamiento."-dijo Canessaseñalado como uno de los alma mater de la Fundación.
Una parte de lo recaudado en conferencias ya fue donado
Una foto con usted
La Fundación nació con la idea de aprovechar con fines sociales el enorme poder de convocatoria que tienen los sobrevivientes y el gran impacto emocional que producen las charlas y conferencias, proporcionadas en empresas y universidades.
Con el transcurso de los años los sobrevivientes fueron cayendo en la cuenta que son queridos y confiables en muchas partes del mundo.
Como ejemplo, basta una anécdota, que cuenta Adolfo Sayago. El artista estuvo viajando a Japón para pintar cuadros. Enseguida se supo que era amigo de los sobrevivientes. Y sólo por ser amigo de ellos, la gente le pedía para tomarse fotos a su lado.
Javier Methol, integrante de la Fundación Viven, dijo que si cada uno de los visitantes de la página web colaborara con un dólar, tendrían suficiente para beneficiar muchos proyectos sociales.