Luna Machado se plantó con su bicicleta frente a una retroexcavadora el jueves al mediodía y frenó así el avance de preparación para su adoquinado de la calle que va del centro de Punta del Diablo hasta la Playa de los Pescadores. La joven de 32 años estuvo media hora frente a la máquina y al maquinista, que no reaccionaron, y aclara que su protesta fue espontánea y de carácter “personal”, aunque la iniciativa de instalar adoquines en el balneario genera más resistencias. En contrapartida, autoridades de la Intendencia de Rocha destacan que un colectivo de vecinos apoya las obras y aseguran que el primer tramo quedará pronto antes de Navidad.

Diego Rodríguez, edil de Montevideo por el Partido Nacional, difundió el video de la protesta en la red social X, la definió como “joyita de los ‘valientes progres woke’ que prefieren vivir con calles de tierra antes que adoquinadas”, y comentó: “Insólito”. Machado, que vive en Punta del Diablo desde bebé, desconoce qué quiere decir “woke”, un término que también han usado Elon Musk y Guido Manini Ríos: el empresario dijo al hablar de su hija trans que “el virus de la mente woke” mató a su hijo, y el cabildante tuiteó que “votando a Trump el pueblo norteamericano le dijo no a la ideología de género, no a la cultura woke que contra viento y marea pretende imponerse en occidente.”

La joven, nieta de los primeros habitantes del pueblo de pescadores, no usa la red social de Musk y contó a El País por qué enfrentó a la máquina: “Hay vecinos que hace dos años están pidiendo ver el proyecto de adoquinado, porque no es algo nuevo, y el proyecto no se presenta. La preocupación más grande es si el desagüe de pluviales y de aguas cloacales está contemplado dentro del adoquinado, cómo van a frenar la velocidad del agua cuando cae la lluvia para evitar la erosión, tanto de esa zona como de la playa, si está contemplado que hay habitantes en la zona para donde caerá el agua”. La pendiente, estiman, es de entre 40 y 50 metros en 500 de extensión.

Estos y otros argumentos pueden leerse en denuncias de particulares y grupos de vecinos ante el Ministerio de Ambiente y la Intendencia, y en comunicados de prensa. Machado no está sola en su reclamo, pero el secretario general de la Intendencia de Rocha, Valentín Martínez, sostiene que la obra cuenta con una evaluación ambiental y que seguirá adelante.

La comuna abrió en el año 2021 la licitación para la pavimentación con adoquines de hormigón en Punta del Diablo y desde entonces se instaló la preocupación en un grupo de vecinos.

“Yo crecí en Punta del Diablo y tengo como una herida de la Intendencia de Rocha llevándose todo por delante cuando era niña”, explicó Machado. Su temor y el de otros es que “si esto no se hace bien, la contaminación en la playa de Punta del Diablo, que ya está medio que en una situación crítica, aumente”.

Vecinos resolvieron tomar nuevas medidas cuando el jueves 7 de noviembre llegó al balneario un camión con los adoquines. “No hay acceso a la información y sentimos que la Intendencia de Rocha está actuando un poquito a prepo. Los vecinos no decimos ‘no al adoquinado’, sino si podemos saber cómo se va a llevar a cabo esto”, agregó Machado.

A raíz de su queja y la de otros pobladores, el secretario general de la Intendencia recibió este jueves a un representante del grupo de vecinos que está a favor del adoquinado y a otro de los colectivos que reclaman frenar la obra hasta que cuenten con más información.

Martínez, el jerarca, defendió su gestión. “En el gobierno departamental desde el día número uno tenemos una visión sobre el ambiente: creamos la División de Ambiente y Cambio Climático en la Intendencia, que no existía, y también hicimos dos reservas naturales, como son Bañado de los Indios y la Isla del Padre. O sea, la visión y la sensibilidad ambientalista la tenemos”.

El secretario general de la comuna dijo a El País que “40 camiones al año de balasto se ponen más o menos para arreglar las calles, y cuando vienen las fuertes lluvias, todo ese balasto termina en la arena, o sea que termina perjudicando aún más”, mientras que “cuando estén adoquinadas las calles, no va a suceder eso, porque no se va a terminar cargando ese trayecto con balasto, debido a que van a estar los adoquines”. En síntesis, la Intendencia pretende “embellecer Punta del Diablo con los cuidados correspondientes”.

En la reunión del jueves en la Intendencia, Martínez entregó a los vecinos el pliego licitatorio y niega que se les oculte información a quienes reclaman ver el proyecto. “La palabra ‘proyecto’ es lo que está mal, porque lo que se está haciendo es una intervención en algo que ya existe (una calle). Es el mismo desagüe que se tiene hasta la fecha; no se cambia nada. Se hizo todo lo que hay que hacer cuando se hace una calle; no hay nada raro. Cada vez que hacemos una obra, nosotros también miramos la parte ambiental”, afirmó.

A su vez, remarcó que “así como hay vecinos en contra, hay muchísimos que están a favor y presentaron una carta con más de 400 y pico de firmas”. La carta, a la que accedió El País, plantea que “esa obra mejorará la estética de la zona” y evitará el “constante mantenimiento” requerido por la calle de balasto.

Sin embargo, una de las vecinas que denunció el adoquinado ante la comuna y el Ministerio de Ambiente, la bióloga Paula Laporta, advirtió que la mayoría de las firmas aparecen junto a un número de cédula pero sin aclaración, por lo que las calificó como “dudosas”. Además, el vecino que se reunió con Martínez en representación de los denunciantes, Pablo Lorenzo, sostuvo que no recibió en la comuna la información que solicitan sobre el impacto ambiental y urbanístico de la obra.