"Tiene un potencial enorme"
Arquitectos del estudio OMA llegaron para trabajar en el plan para la ciudad.
La embarcación emblema de Yacht Club Paysandúvolvía lentamente hacia el muelle. En la zona de proa, de pie y avistándolo todo, venía Jason Long, arquitecto y socio de OMA (Office for Metropolitan Architecture, por su sigla en inglés), uno de los estudios más famosos del mundo y que tiene como fundador a Rem Koolhaas, una leyenda de la disciplina.
Long charlaba animadamente con su colega Yusef Dennis, otro de OMA, al igual que Shary Tawil y Daniel Vasini, todos arquitectos que arribaron a la capital sanducera para interiorizarse del lugar donde implementarán el proyecto que aceptaron a cambio de un millón de dólares: transformar la costa de esta urbe, un total de 350 hectáreas desde el puente internacional José Gervasio Artigas hasta el arroyo Sacra.
En la embarcación también paseaban el intendente Nicolás Olivera y otros jerarcas departamentales, además de la tripulación del barco. Todos volvían contentos y muy entusiasmados con lo que habían observado en el Río Uruguay, calmo, confiable y siempre atractivo, pese al calor y a los mosquitos. El viaje había sido parte del relevamiento del Master Plan para el desarrollo de la franja costera que Olivera anunció el pasado 10 de febrero y que pretende transformar a la ciudad en los próximos 25 años.
Los arquitectos de OMA tendrán seis meses para presentar su plan. “Estamos fascinados con la región. Tenemos algunas experiencias en Buenos Aires; realmente apreciamos trabajar en lugares donde no necesariamente sea París. Nos gusta trabajar en estos lugares también”, afirmó Long a El País, respondiendo a la pregunta que todos se hacen: ¿por qué Paysandú?
¿Por qué un estudio como OMA, que ha construido grandes proyectos, edificios y planes maestros en Europa, Estados Unidos, el Golfo Pérsico o China, tiene interés de hacer algo de esta magnitud en el litoral uruguayo? “Paysandú tiene un tremendo potencial y al mismo tiempo hay un claro sentido de la cultura que podemos enganchar con lo que queremos hacer en adelante”, continuó el arquitecto. Y dijo que la tendencia mundial, como sucede en Estados Unidos, es que las personas prefieran vivir en lugares no tan poblados, alejándose de los grandes centros urbanos.
“En Estados Unidos hay mucha gente que no se muda a Los Ángeles o Nueva York, sino que prefiere hacerlo a Austin o Wyoming. Ven que existe mucho más potencial en lugares más abiertos. Y sitios como Paysandú se pueden beneficiar de esta tendencia. Además, es un lugar hermoso”, aseveró.
Long quiso subrayar que no debería ser “sorprendente” que OMA estuviera involucrado con un plan en Paysandú. “Todos nosotros estamos muy felices de tener esta oportunidad. Quizá pueda sorprender que esta ciudad haya tenido esta iniciativa de pensar en un plan maestro para toda su costa. Estamos realmente emocionados de trabajar en esta ciudad, en un lugar tan asombroso”.
El futuro.
Desde febrero de 2020, el Museo Guggenheim de Nueva York cuenta con la exposición de Koolhaas titulada “Countryside, The Future”, que busca investigar transformaciones ambientales, políticas y socioeconómicas urgentes en áreas no urbanas. ¿Paysandú tiene algo que ver con esto? Long lo explica así: “Eso en realidad es parte de una tendencia de nuestra oficina de buscar lugares diferentes y tratar de hacer algo distinto, con tecnología diferente. No es justo lo que pasa con Paysandú, pero sí se sigue una actitud”.
En tanto, en relación a las inundaciones, una constante de este último tiempo -aunque hace ya más de tres años que no hay una importante en Paysandú-, el arquitecto dejó en claro que es un asunto a solucionar de a poco. “No es algo que alguien pueda hacer con un solo movimiento, o con un solo proyecto, tiene que ver con diferentes tipos de estrategias”.
“Un plan maestro es una visión a futuro, una herramienta de trabajo que va más allá de cinco años, se piensa a 30, 50 años”, prosiguió.
Long y su equipo llegaron a Paysandú con los datos previos que les brindaron Google, algunas fotos y unos pocos informes. Ya sobre el terreno, la historia ha sido otra. Por eso, “es muy temprano” todavía para indicar qué se podría implementar en la costa sanducera.
“Vinimos con algún pensamiento, pero es importante que entendamos todo lo que hay. Lo bueno que es que ya nos encontramos acá y es asombroso, yendo río abajo, ver la cantidad de lugares particulares con potencialidades y problemas específicos”. ¿Se podrá transformar la ciudad? “Sí, se puede transformar”.
Las cuatro misiones que tiene OMA
El trabajo encomendado por la Intendencia de Paysandú a OMA concluirá con la presentación de cuatro productos vinculados o integrados para el desarrollo y la mejor utilización de la franja costera de la capital departamental. Se trata de un espacio de 350 hectáreas sobre el Río Uruguay, que se extiende desde el puente internacional José Gervasio Artigas -que une la ciudad con Colón, en Argentina- hasta la desembocadura del arroyo Sacra.
El primer producto es la propuesta principal de los usos destinados a la franja costera, con una proyección de unos 25 años. Podrá incluir lineamientos en áreas como la cultura, los deportes, el esparcimiento, el desarrollo inmobiliario, la innovación y el conocimiento, entre otras.
La segunda propuesta será el resultado de enfocarse en 26 hectáreas, en una sola zona o en dos zonas de 13 hectáreas cada una, y sumará iniciativas en materia de distribución parcelaria, movilidad y desarrollo urbano.
El tercero es el desarrollo a nivel esquemático, o de proyecto, de un espacio público de 3,5 hectáreas, que podría ser una plaza o la rambla norte de la ciudad, entre otras opciones.
Finalmente, el cuarto producto será la formulación de una propuesta de un edificio icónico con el sello de OMA, destinado a un uso específico.