Redacción El País
Diversas jefaturas departamentales informaron este viernes, en sus reportes diarios, de casos de abuso sexual de menores que habían sido denunciados o aclarados en las últimas horas. La de Canelones, por ejemplo, informó de tres situaciones, como la de una niña de seis años que había sido abusada por el marido de su abuela, un hombre de 58 años que fue enviado a la cárcel. Por otro lado, un hombre de 40 años abusó de su hija de 12. En otro caso, una niña de 14 recibió mensajes con contenido sexual de un hombre de 34, pareja de su madre.
Información de Rivera también indica la aclaración de dos casos. El jueves fue formalizado un hombre de 51 años, denunciado por abuso sexual contra una niña de 12, episodio que era investigado desde 2022. Otro agresor de 53 años también fue formalizado por abuso sexual contra una adolescente de 16, en el marco de una investigación que surgió en 2019.
Episodios como estos se estudian diariamente en dependencias policiales y fiscales, y otros tantos no pasan por el radar. Esto último se debe, en parte, a que la mayoría de los casos surgen en el ámbito familiar y es más difícil que las situaciones terminen en denuncias, aunque estas estén en aumento.
Así lo explicó a El País el presidente del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Pablo Abdala, que indicó que se asiste a “un incremento de la violencia en general hacia los niños en sus distintas formas” y que eso “incluye el abuso sexual”, y que “al mismo tiempo hay mejor respuesta, intervención y registro”, lo que en parte puede explicar el incremento en las denuncias.
En cuanto a las posibles causas de la mayor violencia hacia las infancias, Abdala señaló que “son múltiples” pero explicó dos posibles. “Asistimos en este tiempo, no solo en el Uruguay, a un notorio debilitamiento de la contención familiar, de la capacidad de cuidar en las familias, y eso incrementa los riesgos de vulneración de los derechos”, apuntó en primer lugar. “Cada vez el Estado está sustituyendo o apuntalando más a las familias, que están teniendo más dificultades que antes”, agregó y mencionó “omisión a los deberes de la patria potestad” como una “debilidad notoria que se ha incrementado en los últimos tiempos”.
El otro aspecto mencionado por el presidente de INAU “es el consumo problemático de sustancias” en particular “de los referentes adultos”. Mencionó que el instituto muchas veces debe dar amparo a menores “porque son víctimas de situaciones o pertenecen a hogares atravesados por el consumo y por tanto sus padres o referentes adultos pierden la capacidad de cuidar y son generadores de violencia”.
Abdala manifestó que el Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (Sipiav) “notoriamente registra todos los años un incremento de situaciones” violentas, que no solo incluyen los abusos de carácter sexual. “El año pasado fueron 7.473 situaciones atendidas por el Sipiavy en el primer semestre de 2023 habíamos superado las 6.200”, dijo y agregó que “este año va a cerrar con un registro mayor”. Y de acuerdo a esos registros, “básicamente las situaciones de violencia se dividen entre negligencia, violencia física, violencia emocional y abuso sexual”, y este último representa “aproximadamente un 20%” del total. Añadió que esto no incluye los casos de explotación sexual, que son registrados y atendidos aparte por el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (Conapees).
“Por supuesto que todo esto es lo que se conoce, es lo que llega a conocimiento del sistema, porque estos casos en su enorme mayoría -el año pasado 91%- acontecen en el ámbito privado, en el ámbito del hogar, el más cercano”, indicó y agregó que la violencia es mayormente ejercida por “referentes adultos inmediatos” como padres, madres, tíos y abuelos, por lo que “son formas de violencia que resultan de difícil detección”.
Para el INAU este es “un tema que preocupa” y que lo llama a “perfeccionar y reforzar la respuesta”, que ha mejorado, según Abdala. Pero aparte se ha generado “un mayor involucramiento de la gente” y “eso se advierte por las denuncias que ingresan a través de la Línea Azul” del Inau. “Este ya es un tema que está más en la conversación de los uruguayos”, destacó.
Ante una situación de maltrato infantil, se recomienda llamar a la Línea Azul al 0800 5050
Es una línea gratuita para denunciar situaciones de maltrato físico, psicológico, abuso y explotación sexual, mendicidad, trata, graves vulneraciones de derechos de niños y adolescentes. Todo aquello que afecte la integridad o pongan en riesgo la vida, situaciones de violencia familiar, contenidos en los medios de comunicación o redes sociales, venta de alcohol, espectáculos que no serían indicados, es decir “todo aquello que pueda afectar a niños, niñas y adolescentes”.
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Ante una emergencia se recomienda llamar al 9.1.1