Con las llegada de las lluvias y las caídas en las temperatura, los roedores abandonan sus madrigueras en los terrenos y campos y buscan refugios en interiores de edificios y casas. Eso trajo aparejado, lo que se ve hoy que es un incremento de las llamadas a empresas dedicadas a eliminar plagas por la presencia de ratas y ratones en Montevideo. Ese escenario es el que visualizan los directivos de las firmas Liga Sanitaria, Control'S y Plagas UY.

"Nuestras estadísticas revelan que aumentó entre 20% y 25% los servicios por actividad de roedores. Hemos tenido los primeros fríos que los obliga a ingresar a las casas en busca de refugio y alimentos para pasar el invierno. También constatamos que hay un pico de natalidad" de estos animales, afirmó a El País el responsable de Operaciones de Control de Plagas de la Liga Sanitaria, Rubén Villagran.

El ser humano y las ratas conviven desde tiempos inmemoriables. En Montevideo, hay ratas en cada barrio o calle. Con el incremento de la zona edificada de la ciudad, los roedores pierden su hábitat y se adaptan a convivir con el hombre. Obtienen sus alimentos de la basura y cualquier rincón de una casa o edificio les sirve para armar su madriguera, según explicaron los técnicos de empresas que se dedican a combatir plagas en el país.

En Montevideo y zonas aledañas hay tres tipos de roedores: el ratón doméstico (pequeño y delgado con un promedio de vida de un año); la rata noruega (de cuerpo robusto, puede pesar entre 200 y 500 gramos) y la rata negra (de color grisáceo en el lomo, vientre blanco o gris; su peso ronda los 250 gramos).

Durante el verano, una rata arma su madriguera en un terreno baldío. A las cuatro semanas da a luz entre ocho y 12 crías. A su vez, las crías demoran otras cuatro semanas para ingresar a la etapa adulta.

Ayer, en un criadero de animales de granja ubicado en el paraje canario de Las Brujas, un especialista de una empresa de combate de plagas erradicó cuatro camadas de roedores, que representaba entre 40 y 50 ejemplares. A juicio del especialista, el problema ya estaba instalado cuando llegó al lugar, porque las ratas habían armado varios nidos.

En líneas generales, los roedores son capturados mediante jaulas mecánicas, trampas con pegamentos y en aquellos lugares donde no hay comestibles, los especialistas utilizan sebos orgánicos. Posteriormente, los cuerpos de las ratas son colocados dentro de recipientes, se cubren con cal y se entregan a una empresa que se hace cargo de la disposición final de los restos.

La empresa Control'S tiene más de medio siglo combatiendo distintos tipos de plagas, entre ellos roedores. "Hace años que vemos un crecimiento importante de la población de ratas en Montevideo y en la zona metropolitana por los residuos y el incremento de habitantes en las ciudades. Hoy enfrentamos un aumento de los pedidos de servicios para erradicar roedores", dijo la directora Técnica de Control´S, Marisa Laguardia.

La familia Laguardia es la tercera generación que está al frente de la empresa Control´S. Según Laguardia, la pandemia provocó en todo el mundo un descenso de la circulación de personas y ello determinó que los roedores se desplazaran sin riesgos por las calles.

Además, señaló que, a consecuencia de ello, los animales perdieron un poco el miedo al ser humano e ingresaron en sus casas. Al tener refugio, creció la cantidad de ratas y ratones. "Después de eso, bajar la población es más difícil", advirtió Laguardia.

E insistió en que la cantidad de residuos en las calles y casas también favorece la propagación de esta plaga. "Encuentran alimentos y agua fácilmente y luego se reproducen", agregó.

Foto: Archivo El País.

Laguardia explicó que la población montevideana se extendió a zonas suburbanas como la Ciudad de la Costa y barrios privados y ello hace que los roedores pierdan su hábitat. "Nosotros fuimos quienes invadimos sus lugares naturales", reconoció. Y agregó que las ratas y ratones se ven obligados a adaptarse a las pérdidas de sus ambientes y aprenden a convivir con el ser humano.

Fernando Olivera, propietario de Plagas UY, también constató el crecimiento de la población de roedores en Montevideo y zonas aledañas. "Eso se deduce por la cantidad de llamadas que tenemos de servicios a solucionar. Hay una cantidad interesante de llamadas. Reitero, nuestra percepción es que hay un crecimiento de roedores en la ciudad de Montevideo”, sostuvo.

Agrega que la empresa Plagas Uy realiza unos 2.500 servicios por mes, de los cuales un 40% se relacionan con la erradicación de roedores en casas, fábricas y empresas.

Foto: Archivo El País.

Olivera coincidió con Laguardia sobre que la causa de la suba de la población de ratas y ratones se da por los desarrollos inmobiliarios. "Como la temperatura baja en invierno, los animales buscan un refugio (en un edificio o casa) para armar su madriguera. Y allí también consiguen sus alimentos”, explicó.

Las empresas consultadas por El País tienen planes para prevenir esa plaga. Lo primero que hacen es tratar de evitar el ingreso de los roedores a casas y edificios. Por ejemplo, revisan el estado de las puertas y ventanas y si hay roturas de las tapas de las cámaras sépticas. También analizan el sistema de disposición de basura para evitar el acceso a las ratas a una fuente de alimento.

A su vez, la Intendencia de Montevideo cuenta con el Servicio de Salubridad Pública para erradicar roedores. Se debe realizar la denuncia enviando un correo electrónico a salubridad.publica@imm.gub.uy.

También se puede denunciar en forma presencial en el Servicio de Salubridad Pública, ubicado en Eduardo Victor Haedo 2046 o en el Centro Comunal Zonal (CCZ) de su zona. Posteriormente, la IMM envía un equipo de desratización al terreno o a la vivienda donde se detectó la presencia de roedores