El Ministerio de Ambiente busca hacer responsable a los importadores y productores de artículos eléctricos y electrónicos de recuperar una parte de los que vuelcan al mercado. El objetivo es reducir la cantidad de heladeras, computadoras y celulares —solo por nombrar algunos— que terminan en la basura mezclados con el resto de los residuos. Para ello, ya eligió empresas extranjeras para que analicen la situación en Uruguay y den asesoramiento, y ahora se espera a que entreguen los informes.

Mientras, un borrador del decreto, donde se establece el porcentaje de recuperación de productos —este es uno de los grandes puntos de discusión— a los que estarán obligadas las empresas y los lineamientos de un plan nacional, está en el Ministerio de Ambiente a la espera de conversaciones que aún deben darse con el sector empresarial.

El Ministerio de Ambiente seleccionó tres empresas extranjeras en los dos llamados internacionales que realizó.

Las consultorías servirán para tener mayor información sobre cuáles son los mecanismos que se podrán aplicar en Uruguay. Cabe recordar que las productoras e importadoras deberán diseñar, implementar, financiar y dar seguimiento a los planes de gestión de residuos. Y las empresas han marcado su postura de que recuperar el 40% de los artículos que vuelcan al mercado al año —porcentaje que manejó el ministro Robert Bouvier— es difícil de alcanzar en una primera etapa de la puesta en marcha del programa.

Para una de las consultorías se seleccionó a WEEE Forum —asociación internacional integrada por 51 organizaciones de responsabilidad del productor— en conjunto con Erion Compliance Organization Scarl —que realiza, entre otras cosas, asesorías ambientales.

Estas deberán entregar un informe después de analizar la situación en Uruguay, e “intercambiar” con quienes vayan a implantar sistemas de gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en el país, según se determinó en el llamado de la licitación. Deberán, además, “atender las inquietudes que surgen en el proceso” que comienza, y trasladar la “experiencia práctica en la implementación, así como de casos exitosos de otros países”.

Para el otro llamado se seleccionó a la empresa BlackForest Solutions Gmb —consultora en reciclaje y gestión de residuos en todo el mundo—, con el objetivo de que asesore para la “implementación efectiva de la ecomodulación en los planes de gestión” de estos residuos.

Desde la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, su vicepresidenta Anabela Aldaz —que también es consultora independiente en temas de sustentabilidad— había dicho a El País hace un mes, cuando aún corría el plazo para presentarse en las consultorías, que veía “oportuno” que el ministerio realizara el llamado, y había asegurado que eso daba mayor tranquilidad.

También, en ese momento, recordó que se siguió el mismo recorrido con el Plan Vale (que trata sobre la valoración de los envases posconsumo); y marcó que estos informes ayudarán a que “todos los actores entiendan” dónde están parados y a “ajustar las expectativas del gobierno en cuanto a metas de recuperación”.

Uno de los desafíos que tiene el sector empresarial es generar un plan cuando hay una gran variedad de productos electrónicos, cada uno con su tamaño, vida útil y posibilidad de recuperación. Y tienen el reto de lograr que la población colabore para que el sistema funcione.

En esa línea, el gerente secretario de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Luis Bajac, quien aclaró que tienen temas mucho más importantes para resolver antes, contó que existen “muchas alternativas”, y que algunas de las opciones podrían ser dar dinero a cambio del producto -como se hará con los envases-, la reducción de impuestos, u otorgar puntos para canjearlo por nafta.