CRECIMIENTO

Elcannabis medicinalse abre paso en Uruguay aunque a un ritmo más lento del que quisieran sus impulsores. Una industria aún en crecimiento, que se “frena por falta de información”, según aseguran empresarios del rubro que destacan el interés que causa el mercado uruguayo en capitales extranjeros.

Es que el negocio del cannabis, en especial el relacionado con su aplicación en la industria medicinal, augura un desarrollo prometedor. Parte de este proceso se puede conocer en empresas instaladas en Uruguay, y a las que El País conoció en una recorrida ayer.

Si bien en Uruguay no se ha regulado el cannabis medicinal, se produce. Es el caso de Aurora, una multinacional pública de Canadá que ofrece los primeros aceites de CBD fabricados y producidos en Uruguay en su totalidad. El CBD o cannabidiol es una sustancia química que Aurora comercia a través del nombre Bidiol. Al 10% y al 3% este producto busca controlar epilepsias refractarias en niños y adolescentes.

Para esto las plantas de cáñamo se someten a un extractor de forma cilíndrica con dióxido de carbono que permite separar el CBD de la planta, para que pase a una siguiente etapa en la que logre purificarse y luego culminar el ciclo.

Según la directora técnica del centro, Paola Mora, los extractos que se obtienen son sometidos a un control de calidad riguroso “mediante una batería de análisis que permiten determinar las potencias de los extractos obtenidos y le da una seguridad y eficacia al producto final”.

Hasta el momento existen nueve productos registrados sobre cannabis medicinal y según datos del Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) representó apenas 3,2 kilos de un total 21.402 que se exportaron en el primer semestre del año anterior. Son valores que se ubican por debajo de las cifras de flores medicinales y de uso no medicinal que se comercializan hacia el extranjero. Ambas, con un THC del 1%, representan más de la mitad de la producción exportada y la misma proporción en sí se cuantifica en dinero.

La venta de flores medicinales al exterior es otro de los caminos por los que empresas en Uruguay son reconocidas, como es el caso de Fotmer. Su foco de venta está en Europa, donde permite que pacientes en Alemania reciban tratamiento con sus productos.

Su calidad se debe a cuidados rigurosos en materia de temperatura -que debe estar entre los 20 y 25 grados- ventilación e iluminación específica. En esta línea, Fotmer apuesta a la clonación a través de “plantas madre” que le aseguran al cliente un estándar de calidad y especie de planta con la que están tratando.

Es habitual que la forma de trabajo de las empresas del rubro se adapte a las exigencias de los clientes, como es el caso de Fidawel. La empresa se encarga del proceso de secado de flores y tiene dos tipos de opciones a demanda del cliente. Según su encargado, Germán Bentacor, el secado en frío es una de las opciones. El proceso permite mantener la calidad para flores que se vendan al exterior para fumar, determinada por su coloración. La alternativa es el secado en calor, que se usa para la extracción del CBD medicinal. Para el secado en frío la empresa cuenta con una capacidad de procesar cinco toneladas, mientras que en calor puede manejar 25 toneladas.

“Se desarrollan estas actividades para buscar dar a conocer un terreno poco estudiado”, afirma Mercedes Ponce de León.

Como cofundadora de Expocannabis y el Cannabis Business Hub, es crítica con los opositores al desarrollo de este mercado, ya que asegura se sustentan en “la falta de investigación que estaba prohibida”. Ponce de León deja claro que es momento de “dejar de lado resistencias por falta de información” y apuntar a leyes que promuevan la investigación de una industria que “movía 30 mil millones de dólares y moverá en 2025 unos 95 mil millones más”.