La gente cada vez se casa menos”, es una frase que se escucha una y otra vez. Y no es una falacia, si se mira cómo evolucionó la cantidad de matrimonios en los últimos 20 años. En 2022, 9.726 parejas decidieron ir al Registro Civil -datos que acaban de conocerse-, cifra que está lejos de los 14.073 que hubo en 2002, en plena crisis económica, dando una caída de 31%.

Cuanto más atrás se va en el tiempo, mayor es la brecha con los números actuales. El registro más antiguo disponible en el Anuario Estadístico Nacional del Instituto Nacional de Estadística, que se publicó la semana pasada, es de 1961. Ese año hubo 21.561 casamientos, aunque no es la cifra más alta: el pico se dio en 1974, año en el que 25.310 parejas contrajeron matrimonio.

Pero diferente es si se comparan las cifras de 2022 con años más cercanos. Uruguay no tenía un número tan alto de nuevos matrimonios desde 2016, cuando hubo 9.820. Es decir, desde 2017 a 2021, la cifra anual se posicionó por debajo de la de 2022.

Es más, en 2020 hubo una gran caída que se puede explicar por la pandemia de covid-19. Ese año solo hubo 6.661 casamientos, y es el registro anual más bajo desde 1961, dato más antiguo que tiene la serie histórica. El fenómeno se puede explicar por la pandemia, que trajo la prohibición de realizar fiestas.

Después de esa caída, hubo un aumento en el año siguiente, con 8.120 casamientos en 2021, cifra que no alcanzó los niveles prepandemia. Cabe recordar que, pese a que había un mayor conocimiento sobre el virus, seguían las medidas de prevención de contagio.

La mayor parte de los matrimonios en 2022 se dieron en el interior del país. Fueron 5.472 en los 18 departamentos, lo que representó el 56% del total. Por lo tanto, el 44% restante -que equivale a 4.254 casamientos- se celebraron en la capital.

Dentro del interior, Canelones es el departamento que más nuevos matrimonios tuvo, con 1.494 vínculos, que significaron el 15% del total del país. Le siguió Maldonado con 634 casamientos (7%) y Rivera con 471 (5%). Ya con un porcentaje menor, los departamentos de Salto (327), Paysandú (287), Cerro Largo (278) y San José (249) tuvieron cada uno el 3% del total.

Cabe recordar que en 2007 se promulgó la ley de unión concubinaria, donde se reconocen derechos y obligaciones para las personas que vivan juntas por cinco años o más (y cumplan con ciertos requisitos). Aunque no es exactamente lo mismo que el matrimonio, comparte similitudes.

Así como hubo un incremento de los casamientos, también lo hubo de los divorcios. En 2022 se iniciaron 2.865 asuntos para la disolución de matrimonios ante la Justicia. Es una cifra que supera los dos años anteriores, ya que en 2021 hubo 2.740 y en 2020 comenzaron 2.554. De nuevo, la explicación detrás de la baja cifra de 2020 puede ser la pandemia, ya que hubo períodos de feria judicial.

Ahora, ¿cuáles son los motivos por los que las personas iniciaron los divorcios? La mayor parte, el 66% -1.901 parejas- son por causal, que puede ser riñas y disputas, injurias graves, abandono voluntario del hogar o separación de hecho, entre otros.

También hubo 910 personas que decidieron iniciar el trámite de divorcio por sola voluntad, siendo el 32% del total. Este mecanismo implica que el cónyuge que quiere el divorcio tiene que ir ante el juez letrado de su domicilio para decirle que quiere disolver el matrimonio.

Ya en un porcentaje menor, el 2% -45 trámites- decidió hacerlo por mutuo consentimiento. El elegir esta opción significa que los cónyuges vayan al juez a decirle que quieren separarse.

Por último, hubo seis casos donde se alegó la “tentativa de uno de los cónyuges contra la vida del otro, pronunciada la sentencia criminal condenatoria”, establecido en numeral 7 del artículo 148 del Código Civil.

Y otros tres divorcios tuvieron como causa la condena de uno de los cónyuges a una pena de penitenciaría por más de 10 años.