Vuelve a abrir para el Día del Patrimonio
El público en general podrá visitar la Estación Central el próximo 6 y 7 de octubre. Allí verá una edificación deteriorada, pero que mantiene su belleza.
Una pequeña puerta ubicada en la equina de la calle Río Negro permite la entrada —tras permanecer 15 años cerrada— a la histórica Estación Central de AFE. El pasillo que lleva hasta las vías del tren es un presagio de lo que se verá en todo el monumental edificio: paredes sin pintar, ladrillos a la vista, aberturas en mal estado y objetos amontonados por los rincones. Sin embargo, a pesar de su abandono, la belleza de la estación continúa intacta.
En la mañana de ayer un grupo de periodistas realizó un recorrido por la estación junto a distintas autoridades, como el intendente de Montevideo Daniel Martínez y los ministros de Transporte, de Trabajo y de Cultura, Víctor Rossi, Ernesto Murro y María Julia Muñoz. Allí se puedo ver de primera mano el estado del edificio.
Instalaciones.
El viejo y enorme reloj que marcaba la salida de los trenes permanece congelado en las 19:30 horas. Su fachada, aunque presenta algunos detalles, se encuentra en buenas condiciones, como sucede también con el resto de la edificación en donde años atrás funcionaba la plataforma y el público aguardaba la llegada y la salida de los trenes.
Pero la imagen cambia al subir la gran escalera de mármol que conduce a donde otrora estaban ubicadas las oficinas de los funcionarios del organismo. Aunque el piso de monolítico blanco con rombos negros del amplio pasillo se mantiene impecable, las paredes, así como las aberturas que dan a las habitaciones, reflejan el abandono que ha sufrido la edificación completa desde que cerró sus puertas para quedar como un gigante abandonado.
Los grafitis en llamativos colores son lo primero que capta la atención; le siguen los ladrillos a la vista, la pintura descascarada y los charcos de agua que se acumulan en algunas zonas producto de la humedad y del deterioro de los techos. Pero son las oficinas —que se encuentran a uno y otro lado del gran hall— las que se encuentran en peor estado: pisos de madera levantados, cables de electricidad sueltos, enormes agujeros en los techos, escombros en el suelo y tubos de luz colgando. Algunos vidrios presentan manchas como si alguien hubiera jugado al paint ball en las instalaciones. En muchos casos no hay ni siquiera vidrios, y en otros tampoco hay puertas o se conservan partes de ellas.
Donde un día hubo baños, solo quedan vestigios de las cerámicas o a lo sumo algún sucio inodoro. No se ven rastros de lavatorios ni de grifos.
Al público.
Durante la recorrida de ayer, el ministro de Transporte, Víctor Rossi, explicó que las instalaciones podrán ser visitadas por el público en general durante el próximo Día del Patrimonio, que será el 6 y 7 de octubre. "Este es el estado en el que está y en el estado que va a estar cuando la visite el público", adelantó.
El trabajo de recuperación, según dijo, "requerirá de proyectos, tiempo y dinero".
En cuanto a la estructura general, el ministro sostuvo que "se encuentra en buenas condiciones", aunque admitió que hay algunos problemas "evidentes" de mantenimiento, que es lo que más le preocupa, como la humedad y la lluvia que ingresa en algunas zonas del techo. Solucionar eso lo antes posible, considera el secretario de Estado, es fundamental para frenar el deterioro de la elegante estructura.
El ministro se encuentra en conversaciones con distintos arquitectos para establecer qué costo aproximado tendría esa recuperación.
Al ser consultado sobre la posibilidad de que el proyecto que se implemente esté relacionado con el transporte de pasajeros de AFE o la posibilidad de establecer una terminal de ómnibus en la zona, Rossi dijo que "no se descarta nada". Cuando la Justicia lo habilite, abrirán un llamado para recibir propuestas.
"Más allá de si sigue cumpliendo el rol de siempre o si se logra otra utilidad, la obligación nuestra es procurar recuperar el patrimonio. Y hemos insistido permanentemente en esta situación: no puede ser que un juicio entre un particular y el Estado impida a los uruguayos utilizar esto que es un bien de todos nosotros", sostuvo el jerarca.