La muerte de Florencia, una joven estudiante de Magisterio que se quitó la vida este miércoles, movilizó en pocas horas a unos 300 compañeros de su carrera y a diversos docentes, quienes resolvieron formar “Colmena de apoyo”, un espacio de reflexión sobre la salud mental en la educación.

La joven oriunda de Lavalleja, a quien le faltaba un mes para recibirse de maestra de Primera Infancia, era conocida por varias generaciones de profesores y estudiantes. La noticia del duro desenlace derivó en la creación del grupo, que ya realizó una actividad este viernes de noche en el local de Magisterio.

“El acceso a una salud mental de calidad sigue siendo cosa de pocos (...) Los aranceles de las consultas privadas no son aptos para todos los bolsillos y en las mutualistas los tiempos de la agenda son largos”, planteó la vocera del colectivo, la maestra Daiana Fagoaga, este viernes en el patio de Magisterio, donde unas 150 personas participaron de un “homenaje a Florencia” y hablaron sobre “Colmena de apoyo”, que se reunirá, vía Zoom, este martes.

Con la presencia de los padres de Florencia, bajo un silencio cortante en muestra de respeto y reflexión, hablaron además estudiantes y una docente, que recordaron, conteniendo el llanto, la “tan alegre forma de ser” de esa joven.

Una vocera del centro de estudiantes de Magisterio dijo que “en ninguno” de los más de 30 centros de formación en educación hay equipos multidisciplinarios para un “mejor abordaje de la salud mental”.

Para los casi 27.000 estudiantes con actividad en los centros de formación en educación, “hay un solo psicólogo” encargado del bienestar estudiantil, agregó la vocera.

“Cuando empezás a trabajar en formación docente no hay alguien que te acompañe si te desbordas con un niño o con una familia. Estás como muy solo”, indicó Fagoaga a El País.

Desde ataques de pánico y estrés, la caída del pelo en un caso y la parálisis facial en otro, fueron algunos relatos compartidos por este nuevo colectivo.