ENCUESTA

El coronavirus trajo como consecuencia que las mujeres de nivel educativo bajo pasaran a dedicarle más tiempo que antes a las tareas del hogar y el cuidado de otras personas que los hombres. La brecha de género en las horas de trabajo no remunerado pasó de 80% a 110% en este caso. 

Antes, las mujeres de este nivel educativo le destinaban a esta tarea 3,3 horas diarias más que los varones. Luego, la diferencia fue de 4,4 horas. La particularidad de este sector es que los hombres no incrementaron la carga de trabajo no remunerado. No obstante, la brecha se redujo en los niveles educativos altos y medios.

Los datos pertenecen a la Encuesta sobre niñez, uso del tiempo y género (ENUG), una iniciativa de ONU-Mujeres y UNICEF que desarrolló Opción Consultores.

En relación a la cantidad de horas de trabajo remunerado, si se toman los tres niveles educativos, hubo una reducción de la brecha. Esto significa que, en términos generales, la diferencia de tiempo destinado a esta tarea entre hombres y mujeres se achicó. Previo al coronavirus era de 3,3 horas por día y luego fue de 2,7.

También hubo un crecimiento de la brecha de género en la carga total de horas de trabajo en el nivel educativo medio. Antes del coronavirus las mujeres tenían una carga de 0,1 horas más por día y luego subió a 1,4 horas.

En el caso del nivel educativo alto, las mujeres continúan teniendo una mayor carga total de horas de trabajo. Sin embargo, luego del COVID-19 la brecha pasó de 0,9 a 0,5 horas.

Por último, en el nivel educativo bajo se presentó un escenario diferente. Previo al coronavirus los hombres tenían una mayor carga total de horas: 1,2 más. No obstante, poscoronoavirus los roles se invirtieron y las mujeres tienen 0,1 horas más. 

Por otra parte, un 20% de las mujeres -independientemente del nivel educativo- siente que las tareas del hogar tras la llegada del coronavirus las hace sentir muy o bastante sobrecargadas. El porcentaje de hombres que respondió lo mismo es el 4%.

La presencia del COVID-19 y, sobre todo, la decisión del gobierno de suspender las clases en todos los niveles de enseñanza trajo un confinamiento casi total de niños y adolescentes en los hogares. 

También se vio un aumento del tiempo que le dedican los menores a las tareas educativas. Sin embargo, no en todos los casos es igual. Los que asisten a instituciones privadas destinan una hora más, mientras que los que van a públicas destinan 25 minutos extras. 

En la misma línea, hubo un incremento en las horas que dedican los adultos al apoyo en tareas escolares. Al tener en cuenta todos los encuestados, hubo una ampliación de la brecha de género porque el aumento se registró más en mujeres que hombres.