Un día de recogimiento

En el Día de los Difuntos, miles de personas visitarán hoy los cementerios.

Fabricar ataúdes dejó de ser negocio en Uruguay. Algunos de los últimos artesanos especializados perdieron sus empleos. Fabián Thomas es uno de ellos y asegura que desde hace dos años todos los cajones que hay en el merca- do uruguayo son importados desde Brasil, donde son más baratos.

Para la liturgia católica hoy es la Conmemoración de los Fieles Difuntos, una jornada dedicada a la oración por quienes dejaron su vida terrena y en especial por los que se encuentran en el purgatorio. En tanto, para la ley uruguaya se trata del día "destinado a la conmemoración de los muertos", según indica la ley 6.997 promulgada el 23 de octubre del año 1919.

El 2 de noviembre es un feriado laboral inamovible. Por ley, se aplica el día que cae en el calendario. Tiene el mismo estatus legal que los días feriados de Carnaval y Semana de Turismo y los correspondientes al 1º y 6 de enero, 1º de mayo, 19 de junio, 18 de julio, 25 de agosto y 25 de diciembre.

La separación de la Iglesia y el Estado comenzó por los cementerios. En el año 1861 el presidente Bernardo Prudencio Berro firmó un decreto por el que las necrópolis pasaron a ser gestionadas por la autoridad municipal.

El episodio histórico tuvo su inicio cuando la Iglesia católica se negó a dar sepultura al médico Enrique Jacobsen, un masón católico de San José que murió el 18 de abril de 1861.

También las industrias relacionadas con los servicios fúnebres han sentido el impacto de los nuevos tiempos.

Fabián Thomas es un carpintero de Carmelo. Durante más de 30 años se ocupó de la fabricación de ataúdes. Los hacía de diversos tipos de acuerdo al pedido del cliente. Llegó a ser el principal proveedor del oeste uruguayo. Su clientela se componía de 12 empresas fúnebres de Colonia y Soriano. Hasta hace pocos meses, en el rubro trabajaban 50 artesanos.

Cementerios tendrán horario y transporte especial para el viernes 2 de noviembreBy Irene Nuñez

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De aquellos tiempos quedan recuerdos y poco más.

"Empecé como empleado hace 32 años y desde el año 1996 me largué por la cuenta, hasta 2004. Tuve que parar con la crisis. En el año 2008 retomé y ya estaba todo muy complicado con el tema de los pagos. Después trabajé con una empresa que importaba ataúdes comunes sin lustrar desde Brasil. Nosotros los terminábamos. Ahora los trae terminados", contó.

Thomas aseguró que los ataúdes importados cuestan menos que los fabricados en el país. Aseguró que la empresa para la que trabajaba hacía 500 unidades por mes y ahora coloca unos 1.200 importados.

"Me hubiera encantado mover el cementerio, eso lo tengo entre ojo y ojo. Es de locos tener ese lugar ahí con muertos con vista al mar". La frase es del prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Christian Di Candia, en declaraciones al semanario Búsqueda en su edición de ayer.

El comentario surge a raíz de la propuesta de privados para trasladar el Cementerio del Buceo a otro lugar, dejando el espacio que ocupa disponible para realizar otras construcciones. La iniciativa fue rechazada por el arquitecto y exintendente frentista Mariano Arana y por el exdirector de la Comisión de Patrimonio Histórico de la Nación, Willy Rey.

Los cinco cementerios de Montevideo estarán abiertos hoy en el horario de 8 a 18. Las inhumaciones se harán hasta la hora 12.15. El transporte público funcionará como un día domingo.

Durante la jornada se incrementarán los servicios de atención al público en las necrópolis, así como los vinculados a la seguridad de los espacios. Las oficinas permanecerán abiertas en el horario habitual.

Las cementerios contarán con vigilancia policial. Además, se contará con asistencia médica de emergencia en caso de ser necesario.

En el Cementerio del Norte funcionará un servicio de transporte interno para llegar a los sectores más alejados.

Por razones de seguridad laboral, según informó la Intendencia, los funcionarios del Servicio Fúnebre y Necrópolis no utilizarán escaleras de mano para realizar tareas en altura, por lo que el uso de estas será responsabilidad del público.

Morir es volver a la tierra, según una creencia difundida. Y pese a que la mayoría de los cementerios del mundo son moles de hormigón con lápidas y cruces, aún existen en el medio rural, casi abandonados, cementerios donde la mayoría de los cuerpos eran enterrados en fosas. Para delimitar el área y evitar "pisoteos" se colocaban verjas de hierro en los alrededores de las tumbas, que subsisten corroídas por el pasar de los años, donde los epitafios ya ni siquiera son legibles.

En Cerro Largo, en el cementerio de Arroyo Malo es común ver viciosos árboles que han nacido y se han desarrollado desde dentro de las tumbas. La ausencia de flores o macetas, demuestra claramente que la mayoría de los difuntos allí enterrados ya no son recordados. "Solo algunos funcionarios de la intendencia vienen en octubre a limpiar, y a pintar de blanco los panteones para el 2 de noviembre", dice el vecino Ramón Souza.