La causa del incendio registrado en una vivienda de Pocitos el pasado miércoles todavía no ha sido determinada, aunque las pericias hechas por Bomberos apuntan a que se trató de un desperfecto eléctrico. Pese a los daños materiales, la estructura no corre peligro de derrumbe según el análisis que realizaron los técnicos de la Intendencia de Montevideo (IMM).
En la mañana del miércoles, un estruendo alertó a Lexis, un hombre cubano que vivía junto a su esposa e hijo en la planta superior de una vivienda ubicada en las calles José Scorsería y Pedro Francisco Berro, en el barrio Pocitos. La planta inferior de la vivienda funcionaba como depósito.
Si bien se creyó que fue un ruido de afuera, a los pocos segundos percibió que se inició un incendio en el interior. Para escapar, Lexis y su esposa tuvieron que subir a la azotea y saltar a un edificio lindero, ya que no tenían otra opción de salida. El niño no se encontraba en el lugar porque minutos atrás lo habían dejado en la escuela.
Personal de la salud tuvo que asistirlos con oxígeno, ya que fueron afectadas debido a la gran cantidad de humo.
Las pérdidas materiales fueron totales, según confirmaron a El País desde la IMM y Bomberos. "No llegué a sacar el dinero ni los documentos", dijo la víctima a los medios de prensa.
"Salir de Cuba para echar para adelante, y perderlo todo"
Entre los afectados por el incendio se encontraban tres personas de origen cubano —Lexis, su esposa y su hijo—, y dos venezolanos, que se hospedaban en otra repartición de la vivienda.
El hombre cubano habló con la prensa, y contó que trabaja como delivery, mientras que su esposa se desempeña como acompañante.
"No me quedó nada, (solo el) teléfono y porque lo tenía en ese momento a mano. Todo se perdió. Plata, todo. Pensábamos mudarnos pronto y habíamos sacado la plata de la tarjeta", lamentó en diálogo con Canal 12.
"Salir de Cuba para echar para adelante, y perderlo todo...", concluyó.
Investigación e informes de técnicos
Si bien los investigadores todavía no cuentan con los informes finales, claves para la resolución del caso, las pericias de Bomberos apuntan a un desperfecto técnico.
En caso de que existieran dudas sobre una posible intencionalidad, el fiscal a cargo, Miguel Caffaro, podrá pedir nuevas pericias que colaboren con la investigación. "Todo lleva a pensar que fue accidental, no hay indicios de una posible intención de comenzar el incendio", dijo Caffaro en conversación con El País.
Por otra parte, el vocero de Bomberos, Simón Burlón, confirmó que solicitaron la presencia de técnicos de la IMM, debido a la posible afectación de una viga en la estructura, que podría generar riesgo de derrumbe.
Ante esto, personal del área de Seguridad Edilicia evaluó el estado de la construcción y constató que por dentro el espacio quedó "inhabitable".
A pesar de la afectación del interior, la inspección primaria de los técnicos determinó que la estructura "no sufrió mayores daños" y que "no existe riesgo de colapso estructural", según indicaron desde la comuna a El País.
De igual manera se volverá a visitar el lugar para realizar un nuevo informe, con el objetivo de "analizar otras patologías". Además, se hizo referencia al propietario de la vivienda, quien deberá "hacerse cargo de su bien".
La macabra historia de la vivienda
La vivienda incendiada el pasado miércoles ya había estado en la mira pública hace varios años. En 2021, una mujer de 43 años que vivía allí mató a su madre y separó el cuerpo en bolsas, para luego arrojarlo en volquetas cercanas.
En mayo de ese año se supo de la desaparición de Rebeca Hersztain, una mujer de 75 años que había llegado a Uruguay desde Israel con la intención de vender la casa, ya que era de su propiedad.
Luego de una extensa investigación, se descubrió que luego de una discusión de casi tres horas, la hija golpeó a su madre con una tabla, la llevó hasta la vivienda, la incineró en la azotea y repartió sus cenizas y restos óseos en bolsas de las que luego se deshizo.
Fue descubierta gracias a que envió una por error a una de sus clientas —vendía productos de limpieza—, quien encontró cenizas, restos de huesos y un zapato.
Finalmente fue condenada a 13 años y seis meses de prisión.
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