Este fin de semana se producirá en Uruguay un aumento considerable de la temperatura. Si bien el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) no lo catalogó como una “ola de calor”, algunos especialistas, como el meteorólogo José Serra, sostienen que este es el fenómeno que se dará. Por definición, una ola de calor implica que las temperaturas se tornen extremas durante al menos tres días consecutivos.

Pero más allá de cómo se defina al fenómeno, hay una certeza: el riesgo de incendio forestal será “muy elevado” e irá en aumento en los próximos días, mientras que el índice UV se mantendrá “extremadamente alto”, alertó el Inumet en un aviso a la población.

Si bien el aumento del calor comenzó ayer, particularmente desde mañana viernes habrá temperaturas muy altas, aseguró Serra a El País. El norte, el centro y el oeste del país serán las regiones más afectadas, aunque a partir del lunes el fenómeno incidirá más en Montevideo.

Inumet y los especialistas consultados, como Núbel Cisneros, coinciden en que no se esperan lluvias en los próximos días. Las temperaturas en la costa y en la capital tendrán máximas en torno a los 32°C y 34°C, mientras que en el norte habrá picos de 40°C.

El pronóstico pone en alerta tanto a los bomberos como a los médicos, que han tenido que atender -cada uno en su rubro- las consecuencias de este aumento súbito de las temperaturas.

La exposición al calor excesivo puede provocar en algunas personas vómitos, diarrea, agotamiento, presión arterial baja, dolor de cabeza y deshidratación, coincidieron especialistas médicos consultados por El País.

Las personas con mayor riesgo son las menores de seis años y las mayores de 65. Quienes tengan enfermedades crónicas como hipertensión arterial, diabetes, obesidad o presenten cardiopatías, deben prestar especial atención.

El llamado “golpe de calor” es la forma más extrema de un cuadro clínico.

En una publicación especializada, el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) advirtió que los síntomas pueden ser: temperatura corporal mayor a 40 grados, piel caliente y roja, inestabilidad al caminar, somnolencia, confusión y hasta delirios y convulsiones. En caso de presentar estos síntomas, se recomienda solicitar atención médica de manera urgente.

Además, mientras se aguarda por la atención médica se aconseja colocar a la persona en un lugar fresco y sombreado y refrescarle el cuerpo con paños húmedos y fríos.

Si el afectado está consciente, se lo debe colocar con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y ofrecerle líquidos fríos. Si está inconsciente, hay que ubicarlo de costado y con las piernas flexionadas.

Un consejo común a toda la población es evitar el sol entre las once de la mañana y las seis de la tarde, utilizando protector solar factor 30. También se recomienda beber mucho líquido aunque no se tenga sed -evitando el consumo de alcohol- y usar lentes, sombrero y ropa ligera.

Los consejos del Sinae son similares a los del Ministerio de Salud Pública (MSP), que en los primeros días de enero publicó en su página web 10 medidas a tener en cuenta para “mitigar” el impacto del calor en la salud. Desde la cartera se recomienda evitar la actividad física al aire libre entre las 10:00 y las 16:00 horas, así como la exposición a los rayos solares en la playa y en espacios al aire libre.

Los niños tienen que beber más agua que de costumbre, mientras que a los bebés se les debe dar “lactancia a demanda”.

El MSP destaca la importancia de mantener el contacto con personas con discapacidad, enfermedades crónicas o que vivan solas, “para monitorear el estado de su salud”.

La alerta por el aumento de las temperaturas llegó un día después de que se desataran varios incendios forestales en Canelones. En la mañana del martes 3, Bomberos debió atender varios focos ígneos “violentos” en un campo en la ciudad de Santa Lucía. El fuego se propagó hacia el galpón y algunas fincas, según el parte oficial. Si bien se controló parcialmente, los oficiales no pudieron evitar que se propagara a la zorra de un camión que estaba en la zona. En total, el incendio afectó 15 hectáreas del establecimiento.

Ese mismo día, los bomberos apagaron un incendio en un campo con frente de 500 metros en Sauce, la ciudad canaria. También intervinieron en dos campos ubicados en la capital departamental, próximos a zonas pobladas, y en un incendio que se desató en un predio cerca del Puente Belinson.

A media tarde de ayer, también se desató un incendio cerca de la localidad de Algorta, Río Negro, que a fines de 2021 fue uno de los lugares más afectados por los incendios forestales que azotaron al noroeste del país. El incendio se originó en un terreno de la Caja Notarial, ubicado a unos cinco kilómetros de Algorta y ayer trabajaban allí varios destacamentos de Bomberos.

Las pérdidas en Paysandú y Río Negro fueron de tal magnitud que, el pasado 1° de febrero, varios ministros detallaron a la Comisión Permanente del Parlamento cómo se había actuado.

En este ámbito el director nacional de Bomberos, Ricardo Riaño, apuntó que en el inicio de algunos focos hubo “ribetes de intencionalidad”.

Para evitar futuros incendios, el gobierno anunció en noviembre la incorporación de tecnología al Plan Nacional de Prevención de Incendios Forestales 2022-2023.

La “detección temprana” y la “respuesta inmediata” son los pilares de esta hoja de ruta, según informó Presidencia de la República en su momento. Incluyó 20 nuevas cámaras de detección de humo, un centro de monitoreo en Durazno y la emisión diaria sobre riesgos por parte de Inumet. Estas previsiones se hacen a partir de Fire Weather Index, un índice que se basa en observaciones meteorológicas para estimar el riesgo de incendios forestales.