La Intendencia de Montevideo (IMM) defiende sus planes de drenaje y saneamiento, y las obras para mitigar el daño que provocan las inundaciones. Mientras, vecinos de zonas afectadas reclaman respuestas y blancos y frentistas dialogan sobre la falta de acuerdo para aprobar el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el que se financiarían más proyectos.
La directora de Saneamiento de la IMM, María Mena, respondió en la noche del miércoles a habitantes de las inmediaciones del Zoológico de Villa Dolores que han visto cómo dos bombas de agua, una en diciembre y otra el primer sábado de marzo, afectaron calles, casas, comercios y autos. “Sabemos que hay ciertas lluvias que la ciudad está preparada para manejar y hay ciertas que no. Nuestra primera necesidad es definir cuál es la inversión que Montevideo necesita en drenaje para que toda la ciudad tenga una protección uniforme. Hoy no la tiene. La protección que ustedes tienen para algunas lluvias medias otras zonas de la ciudad no la tienen”, dijo la jerarca en la reunión, donde reivindicó el encuentro con vecinos para entender lo que sucedió en los últimos meses.
Mena planteó que la comuna tiene “dos desafíos: llevar este nivel de protección que es medio a toda la ciudad y después focalizar en zonas de inundación como es este caso, que tiene inundaciones históricas”, puesto que sobre el arroyo Pocitos, que corre entubado, hay una cuenca represada por la avenida Rivera.
La directora reivindicó que la intendencia tiene un plan para solucionar el problema de las inundaciones, pero advirtió que para implementarlo se necesita financiamiento. Además, asumió que en el proceso de concreción de obras se han cometido errores, como celebrar la construcción en 2011 del tanque de amortiguación Diamantis Plaza, que se ubica en Rivera y Solano López, emplazado bajo calle con capacidad de 4.000 m3. “Es cierto que inauguramos el Diamantis y dijimos ‘se acabó’. Ese es un error que no vamos a cometer más. Hay que tener superclaro, y el cambio climático nos lo está demostrando y la naturaleza nos lo mostró siempre, que el lugar del agua, el agua lo va a reclamar siempre en algún momento”, advirtió.
Planes
La falta de acuerdo entre el Frente Amplio y el Partido Nacional para aprobar en 2022 un préstamo del BID de US$ 120 millones sigue generando ruido. Si bien en Villa Dolores se han tomado medidas de mitigación que, según la IMM, han funcionado bien, como refuerzos de colectores grandes por la calle Lorenzo Pérez y la instalación de regueras y bocas de tormenta, no está prevista una solución estructural, porque la zona no está comprendida en el Plan de Saneamiento Urbano 6, cuyas obras comenzaron en 2023 y se extenderán hasta 2028.
El Plan 1 es de la década de 1990, y Mena y su equipo están empezando a diseñar el séptimo en base a evidencia recogida por la red de pluviómetros. “Esto no es una carrera; es una maratón de postas. Lo que hizo la administración actual es tomar todos los datos y seguir avanzando, gestionar ante la Junta de Montevideo un préstamo: no nos aprobaron uno por US$ 120 millones y tenemos ahora uno de US$ 70 millones”.
En el marco del Plan 6 se ejecutaron obras de mitigación de inundaciones en el arroyo Mataperros. Mena pondera que además habrá “mejoras ambientales en todos los barrios, con jardines de lluvia” y se harán “obras de redes en Casabó, Paso de la Arena y Bola de Nieve; reparaciones en la red de Arteaga, que es la zona céntrica, que tiene más de 150 años y hay que repararla”. A su vez, se avanza en la medición de los fenómenos, para recolectar evidencia y definir prioridades.
Algunos nacionalistas aceptan las explicaciones de la directora, mientras otros cuestionan las decisiones adoptadas.
Evalúan colectores para crear más bocas
La directora de Saneamiento y los concejales vecinales del Partido Nacional y el Frente Amplio valoraron en la reunión con vecinos de Villa Dolores y alrededores la importancia de que los habitantes de la zona cuenten qué fue lo que vivieron para entender cabalmente lo que sucedió y cómo respondió el sistema de drenaje. “La medición de los pluviómetros es importante. Pero también estamos haciendo un programa de monitoreo de la red, que además de decir cuánto llueve, que ya lo estamos haciendo, mide cómo están los colectores, si están funcionando en toda su capacidad o si existe la posibilidades de hacer alguna boca de tormenta más”, dijo Mena a El País.
Varios vecinos le plantearon a jerarcas de la IMM qué medidas podían tomar en sus casas para mitigar el impacto. “Hay recomendaciones a nivel nacional e internacional que dan directivas para que las viviendas tomen las protecciones para manejar de la mejor forma lo que es el riesgo residual. Es decir, cuando haya un evento extremo y la infraestructura se vea superada, tratar de que el impacto dentro de las viviendas sea el menor posible”, agregó la directora de Saneamiento de la comuna.
En la reunión, funcionarios de la intendencia pidieron datos, entre ellos la dirección de correos electrónicos, a los vecinos, para enviarles luego estas recomendaciones. El insumo que la IMM entregará a los potenciales afectados es un documento de 58 páginas titulado “Guía de medidas. Adaptación al cambio climático en zonas de riesgo medio de inundación” y que data de 2021, en base a experiencias recogidas en Paysandú.
La guía propone “para diagnosticar los daños que pueden producirse en una edificación sometida a la inundación” tres pasos: “identificar e inventariar los puntos débiles por los que puede entrar el agua, identificar e inventariar los elementos de valor del inmueble, y realizar un diagnóstico de los posibles daños si entra el agua”.
Alcaldesa recuerda a Lali y su suplente valora priorización
El concejal del Municipio CH Ricardo Russo planteó en la reunión que “hubo una bancada de ediles que no votó un proyecto de préstamo del BID, que está evitando” solucionar el problema, “porque el dinero se invirtió en Mataperros, y se podría haber invertido acá”. El concejal blanco Álvaro Maynard, alcalde suplente, planteó que “hay responsabilidades de los dos lados” y dijo que “si hay una situación en Mataperros que amerita más (obras) que en otras zonas, primero está Mataperros”. La alcaldesa, Matilde Antía, publicó el viernes en X que “ante la alerta se ha hecho la limpieza preventiva en bocas de tormenta de todos los puntos bajos del municipio”, y se quejó: “Necesitamos obras; no necesitamos Lalis (Espósito) ni 300 años”.