El rol de la migración, la ascendencia étnica y menos hijos por mujer: un repaso por lo que dejó el Censo 2023

En la mañana del martes, el INE presentó los datos del censo a la población y explicó el detrás de los números que servirán en los próximos años para la generación de políticas públicas.

Compartir esta noticia
El director del INE, Diego Aboal, en la presentación del Censo 2023.
El director del INE, Diego Aboal, en la presentación del Censo 2023.
Foto: Francisco Flores.

Redacción El País
“Durante el siglo XIX se censaban más bien las vacas que la gente. Preocupaba mucho más saber cómo era y cuánto se tenía de ganadería”. Así lo recordó la historiadora y subsecretaria de Educación, Ana Ribeiro, en la presentación del Censo 2023 en la mañana del martes. Ahora la preocupación, en cambio, va por cómo varía la cantidad de personas que viven en el país —y sus características, la calidad de vida y el nivel de educación— pero también por cómo se dan los cambios de residencia entre los departamentos.

Uruguay tenía 3.499.451 personas en 2023, lo que implicó un aumento de 2,5% en comparación a 2011, cuando había 3.412.636. Aunque hubo un crecimiento (que se podría explicar en parte por la inmigración), el dato vuelve a confirmar la preocupación por el crecimiento poblacional negativo, dado que nacen menos personas de las que mueren. También se encontró que los habitantes siguen concentrados sobre todo en la costa sur y sureste del país, y que volvió a reducirse la población rural con un descenso a 4%.

Uno de los puntos en los que se centró el director del Instituto Nacional de Estadística, Diego Aboal, es en la “contribución de la inmigración” en Uruguay. Mientras que en 1908 un 17% de la población había nacido en el exterior —y Uruguay “era todavía un país de inmigrantes”—, con los años la proporción “cae de manera bastante importante” hasta un 2% en 2011. Pero esa tendencia —continuó en la presentación— se “está rompiendo” porque, por primera vez, se registró un incremento del indicador: subió a 4% en el Censo 2023.

Otro dato que arrojó el censo, que a Aboal le pareció “bastante impactante”, es la disminución del promedio de hijos que tienen las mujeres en Uruguay. Mientras que en 1908 cada una tenía seis, la cifra se redujo a 1,7 en 2023. También marcó como “impactante” que en 1908 había 16 niños por cada persona mayor a 65 años, mientras que hoy hay uno solo.

Los datos del censo, para el presidente del INE, muestran que se debe “debatir” qué se hace con el “Uruguay que viene”. Y continuó ante el auditorio repleto de Torre Ejecutiva: “No hay que contar una historia dramática, pero sí tenemos un nuevo Uruguay que es muy distinto al que teníamos unas pocas décadas atrás”.

En el censo, además, se relevó la cantidad de viviendas en Uruguay: se encontraron 1.659.048 inmuebles, de los cuales 1.336.073 estaban ocupados y 322.975 desocupados.

Viviendas 2023

Ocupadas 1.336.073
Desocupadas 322.975
Total 1.659.048

En los últimos años, el número de viviendas creció de una manera mucho más grande que la población. Una de las explicaciones detrás del fenómeno es que cambió la cantidad de personas por hogar. En 1908 eran casi seis personas por vivienda, y en 2023 la cantidad disminuyó a 2,5 personas. Un dato que va en la misma línea es la cantidad de habitantes que viven en hogares unipersonales: el 29% de la población vivía sola al momento del relevamiento.

La historiadora Ribeiro, por su parte, explicó que el fenómeno se explica en que está la “libertad personal de decidir sobre tu vida y con quién y cómo vivir”, en comparación a lo que sucedía en otro momento. En ese sentido, señaló que “los demógrafos hablan de infertilidad social, ya no infertilidad biológica”, y que es un fenómeno de “soledades sociales” por “decisión”.

Migración interna.

Hay una heterogeneidad en cómo varió la población en cada departamento, y quedó en evidencia una tendencia que ya se registró en relevamientos anteriores: Montevideo es el principal expulsor de personas mientras que Maldonado es el principal captador. La dinámica demográfica depende de tres componentes, explicó el director de la unidad de censos en la presentación, Leonardo Cuello: los nacimientos, las defunciones y la migración.

Maldonado se coronó como el departamento que más creció desde 2011, cuando se realizó el censo anterior, con un 23,7% más de residentes en 2023. Mientras que el crecimiento natural estuvo en el entorno de 10.000 habitantes (entre un censo y otro), ahora tiene unas 40.000 personas más. Por lo tanto, la respuesta de qué sucedió está en las personas que decidieron mudarse a este lugar. Se estima que la mayor parte de los nuevos vecinos arribó desde Montevideo (49%) y Canelones (13%).

Dentro de Maldonado, la mayor parte de la población se concentró en la ciudad de Maldonado con 102.000 personas (47,9% del total de la población del departamento), seguido de San Carlos (30.293 personas, 14,23%) y Punta del Este (18.193, 8,54%).

Maldonado no es el único departamento que vio crecer su población en los últimos años. Canelones tuvo un aumento de 13,5%, Rocha —que se posicionó como la novedad dado que no apareció entre los principales en los relevamientos anteriores— de 9,8%, y San José de 8,5%.

Al ponerle la lupa a Rocha, se encontró que la mayor parte (45%) llegó desde Montevideo, el 16% desde Canelones y el 15% desde Maldonado.

Montevideo, por otra parte, se catalogó como un departamento expulsor de población. De las personas que decidieron irse de la capital, el 56% migró hacia Canelones, el 11% a Maldonado, el 6% a San José, el 4% a Colonia y el 3% a Rocha. El director Cuello, en esa línea, explicó que la capital “no solo no aumenta las 30.000 personas esperadas por su crecimiento natural, sino que pierde 70.000 habitantes que decidieron emigrar” hacia otros lugares.

Treinta y Tres es otro departamento que perdió población: su reducción se dio de 5,7%. Otros dos departamentos vivieron una caída: Lavalleja (-1,7%) y Soriano (-1%).

Respuestas sobre género, estado civil y ascendencia

Otro de los datos que dejó el censo es la identidad de género de los habitantes, dado que es una de las preguntas que debía responder la población. Los resultados fueron los siguientes: 52,3% se identificó como mujer, 46,7% como varón, 0,09% como trans y 0,07% de otra forma.

También se relevó cuál es la situación conyugal de los uruguayos. Al momento del relevamiento, el 25,6% de la población estaba casada, el 23,1% respondió estar en pareja en unión libre, el 14,1% divorciado o separado, 27,6% solteros y 6,6% viudos.

Por otra parte, se consultó la ascendencia étnico-racial y, en este caso, la suma de las opciones da más de 100% porque las personas podían marcar más de una opción. El 85,9% se identificó como blanca, el 10,4% como afro, el 6,3% como indígena, y el 0,7% como asiática. También hubo un 6,3% que respondió la categoría “otra” y de un 2,4% no hay dato.

"¿Cómo se piensa el futuro?"

El historiador José Rilla, que participó de la presentación en un video que se mostró al cierre del evento, explicó que el país tiene una “demografía más o menos estancada desde el 900”, cuando ya se tenía una “baja natalidad, esposas maduras y familias pequeñas”. Y apuntó que ya en ese momento había un “contraste muy fuerte con respecto al siglo XIX”. Al mismo tiempo, recordó que desde ese entonces “ha bajado mucho la mortalidad” así como también la “natalidad”, y reflexionó: “Si una sociedad tiene muchos menos jóvenes y tiene muchos más viejos, ¿cómo se piensa el futuro?, ¿cómo se piensa el futuro en una sociedad donde la proporción de mayores de 65 años es tan grande en comparación con la población menor de 14 o incluso de 30? Se piensa de una manera distinta porque la visión de futuro del Uruguay de los 900 es diferente a la de hoy”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar