Redacción El País
El restaurante La Papoñita le puso punto final a más de medio siglo de historia el pasado domingo, cuando se conmemoró el día del padre en nuestro país.

El local, que con los años se fue transformando en una postal clásica de la Avenida 18 de Julio, estaba ubicado en un lugar privilegiado, al lado de la Plaza de los Bomberos (también conocida como Plaza de los Treinta y Tres).

Foto: Estefanía Leal/El País.

"Queridos amigos y clientes: con gratitud y emoción, queremos invitarlos al cierre final de nuestra querida empresa", comienza la publicación de Facebook en la que el restaurante anunció que abriría sus puertas por última vez el domingo 14 de julio.

"Ha sido un viaje increíble, lleno de momentos inolvidables y deliciosos sabores compartidos. Ahora, es tiempo de despedirnos", continúa, invitando a los clientes a participar de una última velada memorable.

Tal y como figura en una crónica de El País del año 2011, el lugar le debe su nombre a sus primeros dueños, que tenían una cervecería en 8 de Octubre denominada "La Papoña". Como el local de 18 de Julio y Minas era más chico, apelaron al recurso del diminutivo y lo nombraron "La Papoñita".

En el mismo lugar funcionó antes uno de los varios restaurantes de la casa Facal, de los cuales solo permanece abierto el de 18 de Julio y Yi.

Gustavo González, uno de sus dueños, explicó en diálogo con Telemundo (Canal 12) que el restaurante tenía una situación económica complicada desde hacía un tiempo.

"La situación económica se viene arrastrando desde hace mucho tiempo. Cada vez se factura menos, se ha diversificado mucho el Centro, se ha abierto hacia otros lugares", explicó.

"Independientemente de las autoridades que haya, los comerciantes del Centro necesitan un cierto apoyo de los gobernantes. No tiene porqué ser económico, pero sí tener pequeños beneficios, como lo que hoy en día vendría a ser el estacionamiento. Hay cosas que se han colocado que complican el estacionamiento, y hay otros lugares que si uno va tiene un estacionamiento gratis, vigilado", agregó.

Foto: Estefanía Leal/El País.

Como cualquier otro lugar con 60 años de historia, La Papoñita acumuló muchas anécdotas entre sus paredes y los antiguos clientes se volcaron a las redes sociales para recordar los momentos vividos en el local.

"¡Que pena! Cuando nos mudamos con mi hermana a Gaboto íbamos todos los domingos a almorzar. También tuve mi primera cita ahí con mi esposo. Siempre que ando por allí iba. ¡Mucha suerte!", comentó una mujer llamada Grisel en la publicación de Facebook que anunciaba el cierre.

Foto: Estefanía Leal/El País.

Una mujer llamada Lourdes contó en Instagram que fue a almorzar todos los días al local mientras cursaba su embarazo y que solía visitarlo con sus compañeras de trabajo. También destacó los batidos que se vendían en el restaurante.

"Frecuenté "La Papoñita" durante prácticamente 40 años. Allí conocí a Rodolfo (el pizzero), a Jorge (y sus exquisitos sándwiches calientes), a Oscar, a Emilio, a Andrés, a "Pepe" y a sus dos hijos que habían quedado a cargo del negocio, y a varios más, muchos de los cuales ya no estaban por haber fallecido o haberse jubilado", recordó un hombre llamado Jorge, destacando el trabajo de todos los empleados del local.