Redacción El País
"Hasta que los derechos sean hechos", con esta consigna miles de personas se movilizaron —con banderas LGTB atadas al cuello, caras pintadas y carteles reivindicatorios— por avenida Libertador hasta el Palacio Legislativo en una nueva edición de la Marcha por la Diversidad. Ya entrada la noche, se leyó la proclama, donde denunciaron que un año más se enfrentaron “a los actos y discursos de odio” y a un “Estado ausente”.
En la plaza 1° de mayo, ubicada al lado del Parlamento, la coordinadora apuntó contra la “negligencia y desidia del Estado”, que le “da la espalda a su pueblo, le niega el acceso a la salud, educación, trabajo, techo y comida”. “No nos conformamos con leyes en letra muerta y discursos políticamente correctos, seguiremos en las calles hasta que nuestros derechos sean derechos”, se sostuvo.
También se indicó que en el “año electoral” ven “una vez más cómo” sus “identidades son usadas como una propaganda vacía, mientras” que su “agenda sigue siendo invisible”, mientras que los gobernantes los “siguen nombrando como una enfermedad, avalando y reproduciendo la violencia, mientras usan al Estado como un aparato que reprime y margina”.
“Marchamos ante un Estado que permanece ausente, un Estado privatizador que ha vaciado las políticas públicas beneficiando a los más privilegiados mientras que el pueblo sufre daños irreparables. Uruguay no es un país pobre, es un país desigual y las disidencias vemos profundizadas nuestras vulnerabilidades por la falta de políticas sociales, quedando cada vez más al costado”, se agregó.
En la proclama, además, se aseguró que el “transodio mata impunemente y el Estado es cómplice”. Y se hizo hincapié en que seguirán marchando porque no olvidarán a las “compañeras trans asesinadas, Kiara Acosta, La brasilera, Kasandra, La Pochito y Salomé”.
En una línea similar, se criticó que “no se cumple el cupo laboral para personas trans, afro y en situación de discapacidad”. Desde el colectivo se planteó que “no hay voluntad política para hacerlo”, a lo que se le suma la “discriminación sistemática en las instituciones, la imposibilidad forzada de culminar los estudios y la dificultad extrema para conseguir trabajo”.
También se apuntó a que las “trabajadoras sexuales” enfrentan la “violencia para subsistir”; y que continúan existiendo “terapias para ‘corregir’ o ‘curar’” las identidades de la comunidad.
Por otra parte, se rechazó las modificaciones de la Ley de Violencia Basada en Género. Cabe recordar que el presidente Luis Lacalle Pou presentó un proyecto con cambios a la normativa en mayo, así como también Cabildo Abierto criticó en varias oportunidades el articulado. Pero, según se leyó en la proclama, éstas “modificaciones sólo limitan las garantías de las víctimas y colocan barreras en el acceso a la justicia”.
También se pronunció sobre los dos plebiscitos que se pondrán a consideración en las elecciones nacionales. En la marcha se convocó a votar por sí al plebiscito de la seguridad social —impulsado por el Pit-Cnt y sectores del Frente Amplio, y rechazado por la coalición—; y a oponerse al de los allanamientos nocturnos, al igual que lo hicieron en 2019.
Además, se afirmó que están en “alerta” en “momentos donde el fascismo recorre el mundo una vez más”. “Alzamos nuestras voces denunciando el genocidio que el Estado de Israel está cometiendo hoy en Gaza y los bombardeos letales en Siria y el Líbano”. se sostuvo.
De las fórmulas presidenciales, participaron las candidatas a la vicepresidencia del Frente Amplio, Carolina Cosse, y del Partido Nacional, Valeria Ripoll. Para el cierre de la jornada, en la plaza 1° de mayo, se previó que actúen Vulvax, Dani Umpi,
Bloque ballroom, Sofía León y Luana.