Redacción El País
Las autoridades del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) concurrieron este jueves a la Comisión de Presupuesto integrada con la de Hacienda de la Cámara de Diputados con motivo de la discusión del proyecto de Rendición de Cuentas. La instancia sirvió para que se indicaran todo tipo de cifras referidas a reclusión de menores en Uruguay y para que los jerarcas revelaran avances.
La presidenta del Inisa, la dirigente de Cabildo Abierto Rossana de Olivera afirmó que durante todo 2022 “la cantidad de adolescentes” que atendió la institución fue de 1.027. Más tarde, en la misma sesión parlamentaria, la directora Rosario Pérez aclaró que al 26 de junio de este año eran 283 los adolescentes privados de libertad, lo que significa que se han “mantenido estables” porque en esa misma fecha de 2018 eran 322 adolescentes; en 2019, 285; en 2020, 282; en 2021, 291; y en 2022, 291.
Sin embargo, De Olivera señaló que año tras año “disminuye” la cantidad de adolescentes privados de libertad y se opta mayoritariamente por medidas alternativas, que van “en aumento”. Hoy en día hay “mayor cantidad de adolescentes con medidas alternativas que privados de libertad”.
De Olivera agregó que durante 2022 se llevaron adelante acciones “prioritarias y donde se ha puesto especial foco”, que son el desarrollo de las “instalaciones y espacios físicos adecuados; mejoras en lo organizacional, en controles y nuevos procesos con auditorías en diferentes áreas; alimentación acorde a la etapa de desarrollo de los adolescentes; contención emocional, resolución de conflictos y baja de niveles de violencia; atención integral en salud y mejoras sustanciales en salud mental”, entre otras.
Afirmó que “Inisa tiene trece centros de privación de libertad: siete en Colonia Berro; cinco en Montevideo, y uno en la ciudad de Minas”, y aseguró que “el porcentaje femenino siempre es muy inferior” entre los adolescentes privados de su libertad: “Tenemos un 6% de mujeres contra un 94% de varones”. Luego agregó que “casi la mitad de la población sigue estando conformada por adolescentes de 17 y 18 años”, y que “la entrada al sistema, en su mayoría, es con 17 años”.
Además, se refirió a “la infracción por la que ingresan” y afirmó que “los casos de rapiña siguen siendo los que ocupan el primer lugar”. Describió que “le siguen tentativa de rapiña, homicidios y estupefacientes”.
Después quiso referirse “a los resultados” de la gestión y apuntó a “los niveles de reincidencia”. “En 2017”, explicó, “teníamos un 32,9%”. “En 2018 teníamos 36,5%; en 2019, 35,5%, y ahí empieza a bajar en 2020 y 2021 -26,6% y 27,6%-, y en 2022 tenemos el número más bajo de reincidencia, que es de un 24,3%”, dijo y luego agregó que este número “respalda la gestión que se está haciendo, puesto que es el mejor de los últimos años”.
Con respecto a las fugas, dijo que en años anteriores “eran algo cotidiano”. En este sentido apuntó que “la cifra de 2020 es siete” pero recordó que “cinco fueron en febrero”, cuando la gestión todavía era frenteamplista. “Pero de todas maneras son fugas que hubo ese año. Fueron cuatro en 2021 y en 2022 tenemos cero fuga. Se puede valorar el trabajo mancomunado y esforzado de todos los funcionarios de la institución”, ratificó.
En cuanto al promedio de “horas socioeducativas en centros de privación de libertad”, dijo que en 2019, antes de la pandemia, eran 1,3, mientras que en 2022 se logró “recuperar y pasar” esa cifra, “llegando a 1,63 horas”.
A su vez, De Olivera destacó que “hubo una baja en el consumo de medicación de los adolescentes”. Pero la presidenta del Inisa también destacó que bajó “un 71% el gasto relativo a candados, necesidades de ferretería y afines, varillas de hierro, adquisición de lavatorios, inodoros y grifería antivandálica” porque “también han bajado los conflictos y la convivencia es totalmente diferente a la que teníamos antes”.
Por otro lado, aseguró que “Inisa es un oasis en cuanto a lo que está viviendo el país en materia de suicidios”. Esto porque “en Uruguay se registró un récord de 822 suicidios en 2022, aumentando un 8% con relación a 2021 y siguiendo la tendencia de ascenso” de cada año, lo que “lamentablemente alarma”, y reivindicó que “en Inisa pasa exactamente lo contrario” ya que “los casos totales de intentos de autoeliminación” son siete en lo que va de 2023, “cuando en 2019 ascendían a 181”. “En estos tres años y medio y en condiciones de reclusión, habiendo atravesado una pandemia, Inisa no ha registrado ningún caso de suicidio”, sentenció.
"Miro la reja y pienso en mamá"
De Olivera dijo al iniciar su intervención que “antes de empezar con los números, que a veces son un tanto fríos”, quería compartir con los legisladores “la palabra de uno de los adolescentes”. Era una poesía “escrita hace muy poco”.
“Se llama 'La reja' y dice así”, expresó y comenzó a leer, según consta en la versión taquigráfica.
“Miro la reja y pienso en mamá, el mal que le hice pasar. Pero ella comprenderá que todo va a pasar y el tiempo va a formar al ser más pensante y empático para así poder sanar las heridas que le causé dando pasos errados y cero soluciones, de la mano de adicciones que opacaron toda la luz de mi ser, dañando la imagen de una guerrera que solo sabe hacer el bien sin mirar a quién, diciéndome con mirada fuerte ‘todo va a salir bien’. Fui yo quien no supo cambiar los pasos y aquí terminé, aprendiendo de la vida y reconociéndome también, aprendiendo de los errores. Siempre y cuando los asumamos, se vuelven oportunidades grandes que proyectan futuros geniales. Para que te llenes de orgullo de ser la mamá de un guerrero que se fortalece todos los días pensando en la mujer que cura todas y cada una de mis heridas. Te amo Lujancita de mi vida. Cris”.