El uruguayo Horacio Carabelli (56) proviene de una familia muy ligada al mar. Su abuelo era el capitán naval Carlos Mari. Su padre, de origen argentino, fue un conocido diseñador naval en las décadas de los setenta y ochenta. También se llamaba Horacio Carabelli y fue uno de los fundadores de un astillero histórico con el carpintero, Manuel Rosendo.
Hoy Carabelli hijo es uno de los cerebros detrás del "Luna Rossa", una reconocida embarcación líder a nivel mundial, que fue diseñada por el uruguayo. Su tecnología se equipara a la de un coche de Fórmula 1 y tiene a su cargo más de 40 ingenieros.
Cuando cumplió ocho años comenzó a participar en regatas nacionales e internacionales en la clase Optimist. En la adolescencia pasó a la clase Snipe. Con ese pequeño velero, Carabelli junto con Luis Chiaparro y luego con Christopher Shewe logró trofeos en dos campeonatos del mundo.
En 1987, Carabelli y Chiaparro obtuvieron un tercer puesto en el Campeonato del Mundo Abierto en Francia. Y, al año siguiente, Carabelli, Chiaparro y Heber Ansorena representaron a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Verano de Seúl en la Clase Soling.
Al finalizar el liceo, el joven Carabelli se fue a vivir junto con su padre a Florianópolis (Brasil) donde éste se había instalado como diseñador y constructor de barcos. Allí Carabelli navegó en forma intensa, mientras trabajaba en el astillero de la familia.
Luego estudió diseño e ingeniería naval en la Universidad de Santa Catarina. Sin embargo, cuando la ocasión le permitía, el joven participaba en campeonatos de vela mientras diseñaba y construía embarcaciones, según informó el diario ABC de España.
A partir de ahí, su experiencia en regatas creció. Carabelli se transformó en un regatista internacional de renombre al participar en tres regatas alrededor del mundo conocidas en el ambiente náutico como la “Volvo Ocean Race”, ganando y obteniendo un récord mundial Guinness en la edición 2010 con el equipo del velero “Ericsson 4”. En esa ocasión, dicho velero rompió el récord mundial de distancia en un monocasco durante 24 horas. En ese tiempo, el “Ericsson 4” recorrió 596,6 millas náuticas (unos 1.100 kilómetros) a una velocidad increíble.
En la edición 2011-2012 de la “Volvo Ocean Race”, Horacio Carabelli fue el director técnico del velero español “Telefónica”.
Nacionalizado brasileño, Carabelli concurrió a otra edición (2005-2006) de la “Volvo Ocean Race” donde su participación en el equipo del velero “Brasil 1” fue fundamental, según señalaron periodistas brasileños especializados en temas náuticos.
Pero Carabelli no solo obtuvo reconocimiento en regatas. Construyó cruceros a motor, veleros, goletas y catamaranes. Diseñó el velero “Multimar 32”, una embarcación deportiva muy demandada en Brasil. Hoy su hijo, Nicolás Henrique Carabelli, trabajo con él en el estudio de diseño náutico. Nicolás se recibió de ingeniero naval en Londres, Inglaterra. Es la tercera generación de Carabelli vinculada a la náutica.
—¿Qué implica para usted ser el diseñador de un velero de alta tecnología como el Luna Rossa?
—Pienso que es un orgullo y satisfacción llegar a esta posición. Es un equipo muy unido y viene buscando este difícil título desde hace muchos años y pienso que esta vez tenemos un barco y conjunto muy competitivo.
—¿La responsabilidad de la estrategia de cada regata es suya o es colectiva?
—Los equipos de Copa América son bastante complejos y numerosos, en Luna Rossa somos más de 40 ingenieros en la parte técnica con varios coaches, meteorólogos unidos a los regatistas, y es un engranaje que cada uno cumple su función para finalmente en conjunto tomar las decisiones de estrategia a nivel técnico y en regatas.
—¿Cómo se lidia con la presión de participar en un equipo donde es clave ganar cada regata?
— La presión es muy grande pero la mayoría tenemos muchas copas y competiciones de alta performance. Estamos acostumbrados a gestionar los momentos críticos. Mantener la calma y alta motivación es clave para superar los momentos difíciles y seguir adelante con éxito
American Cup
Creada en 1851, la Copa América de Vela es la regata más importante del mundo de la navegación deportiva. Expertos afirman que la Copa América de Vela (American Cup, en inglés) es el tercer evento deportivo de mayor relevancia e impacto después de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol.
“En esa regata participan los mejores veleros. La tecnología que tienen estos barcos es muy similar a la de un auto de Fórmula 1. Hay equipos de la Copa América que comparten auspiciantes y estudios de hidrodinámica con marcas que compiten en Fórmula 1. Por ejemplo, el equipo inglés tiene un acuerdo con Mercedes Benz y el equipo suizo con Red Bull”, explicó a El País el regatista y vicecomodoro del Yacht Club Uruguayo (YCU), Carlos Murguía.
Carabelli, por sus dotes de ingeniero, diseñador y velerista de larga experiencia, es un viejo conocido de los distintos equipos que se disputan la Copa América de Vela. Participó en cinco ediciones de este torneo emblemático. Formó parte de equipos suizos de vela y ésta es la segunda ocasión que integra el “team italiano “Luna Rossa Prada Pirelli”. Fue el diseñador principal del velero italiano y ocupa el cargo de jefe de Diseño.
La creación del monocasco “Luna Rossa” demandó dos años de trabajo y más de 70.000 horas de diseño y construcción. “No sé si es el mejor velero que he hecho en mi carrera, pero seguro que es el más interesante, ya que es la segunda generación de los AC75 (modelo que corre la Copa América de Vela con hidroalas) y también estuve involucrado en la primera generación”, dijo.
Los periodistas especializados señalan que todo indica que, al igual que la edición anterior de la Copa América de Vela, los veleros “Luna Rossa” y “Nueva Zelanda”, llegarán a las finales. Esta oportunidad podrá ser una revancha para el monocasco “Luna Rossa”, ya que quedó detrás de los neozelandeses en la pasada edición de la Copa América.