Autoridades del Departamento de Movilidad de la Intendencia de Montevideo informaron el martes 23 en la Junta Departamental que el costo de la obra de la ciclovía de la Rambla Sur de Montevideo rondará los $68 millones (US$ 1,8 millones).

Esa cifra, según dijeron los jerarcas municipales en el marco de un llamado a comisión realizado por el edil Diego Rodríguez (Lista 404-Partido Nacional), corresponde a los precios de los bolardos cónicos (señales de plástico), los delineadores y cordonetas.

La inversión está compuesta, además, por la compra mediante licitación de pintura de los carriles y la obra vial. Los trabajos viales corresponden al corrimiento del cantero central y modificaciones en las paradas de ómnibus en la rambla.

Según las actas taquigráficas de la sesión de la Comisión de Movilidad Urbana de la Junta Departamental, el director de Movilidad de la IMM, Pablo Inthamoussu y su equipo respondieron preguntas del edil Rodríguez sobre el costo de la ciclovía, los estudios previos realizados para la implementación de dicha obra y los eventuales problemas en el tráfico de la rambla que pueden ocasionar el uso de la bicicleta, entre otras cuestiones.

Inthamoussu afirmó en la Junta que, al igual que lo ocurrió en 18 de Julio, el proyecto de la Rambla Sur “involucra bastante” más que al Departamento de Movilidad de la IMM, porque tiene que ver con una mirada que la actual administración tiene sobre la ciudad.

“(Se trata) de una mirada que viene de administraciones anteriores y que implica, entre otras cosas, promocionar, fomentar y estimular el uso de la bicicleta como un medio de transporte sostenible, saludable y hasta diríamos que inteligente para la ciudad”, señaló el jerarca municipal.

El jerarca también dijo que se están realizando, de manera asidua, conteos de ciclistas por la principal avenida, y que estos dan cuenta de que más personas de las previstas están usando la nueva ciclovía. “Creo que algunos de ellos (los conteos) superan la expectativa con incrementos del 96%, del 84%, del 68%”, dijo.

Con respecto a la obra de la ciclovía en la Rambla Sur, el jerarca municipal señaló que la realidad muestra que, si se pretende que más personas se animen a utilizar la bicicleta y promocionar su uso, las ciudades tienen que construir infraestructura. Se trata, señaló, de un “ciclo virtuoso”, y es lo que “se está buscando con este impulso (de la IMM), que por supuesto también conlleva un esfuerzo presupuestal”.

En tanto, el coordinador de la Unidad de Planificación de la Dirección de Movilidad de la Intendencia de Montevideo, Richard Delegado, informó a los ediles que la comuna capitalina proyecta construir 198 kilómetros de infraestructura para bicicletas. Es decir, plantea instalar ciclovías (en las que la bicicleta circula por las calles) y bicisendas (en las que circula por la vereda), en más zonas, como ser sobre Avenida Italia y en distintas calles de la Ciudad Vieja.

Según informó Delgado, la intendencia tiene construido unos 77 kilómetros y la idea es llegar a los 198. O sea, explicó, la comuna capitalina alcanzó hasta ahora un 40% de ejecución de los proyectos de la red cicloviaria que se pretende para Montevideo.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

La velocidad admitida hoy en la Rambla Sur para los autos es de 75 kilómetros por hora. Uno de los carriles de la rambla pasará a 60 kilómetros por hora. En tanto, el carril más cercano a la ciclovía tendrá una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora.

“Eso es una novedad que incorporamos en el proyecto. Hacemos una transición desde las velocidades del peatón, el ciclista, la protección en algún caso con el auto estacionado o con un elemento más fuerte hasta los autos circulando a 45 y a 60 kilómetros por hora. Es como un degradé”, dijo en la Junta el arquitecto Juan Vespa, integrante de la Unidad de Planificación de Movilidad.

En otro tramo de la sesión de la comisión, el edil convocante, Rodríguez, afirmó que introducir una ciclovía en la Rambla Sur podría alterar significativamente la experiencia de quienes frecuentan este lugar, generando “conflictos y tensiones” innecesarias entre los diferentes usuarios.

“Además, debemos considerar la viabilidad técnica y logística de implementar una ciclovía en la rambla, y por esa razón nos preguntamos cómo eso afectaría el tráfico vehicular y el estacionamiento, en una zona ya de por sí congestionada”, agregó el edil nacionalista.

Rodríguez también preguntó a los jerarcas municipales sobre cómo la IMM pretende fiscalizar las velocidades por carriles, es decir, de 45 kilómetros por hora del lado de la ciclovía y 60 kilómetros por hora del lado del carril izquierdo.

Tras advertir que no tenía intenciones de polemizar sobre las ciclovías, Inthamoussu afirmó que las obras proyectadas por la intendencia para uso de bicicletas se realizaron en base a modelos que funcionaron en otros países y simulaciones.

En 18 de Julio “no solamente no tuvimos demoras en el tránsito de vehículos, sino que tuvimos mejoras, porque tenemos gestión semafórica para hacer y tenemos una cantidad de elementos que venimos aplicando para que esto funcione”, concluyó el jerarca municipal.