La Intendencia de Montevideo (IMM) presentó el pasado miércoles una denuncia ante Fiscalía luego de que técnicos de la comuna y vecinos alertaran sobre presuntos casos de rapiña, tráfico de drogas y situaciones de violencia en el Barrio Sur de Montevideo. Desde Ministerio del Interior (MI) aseguraron a El País no haber sido comunicados de esta situación por parte de la comuna capitalina.
El expediente, al que pudo acceder El País, fue abierto el pasado 8 de abril, cuando trabajadores de la Unidad de Rehabilitación Urbana de la IMM que se encontraban cumpliendo labores en la zona detectaron “una importante concentración de factores de vulnerabilidad social”. En el informe, asociaron estos factores a “consumo problemático de sustancias psicoactivas” por parte de varias personas en el barrio.
Según el reporte de la comuna, los vecinos de Barrio Sur se encuentran expuestos a situaciones de “rapiñas, tráfico de drogas y violencia con armas de fuego por disputas relacionadas al control del territorio”.
En respuesta, fuentes policiales aseguraron a El País que los delitos en esta zona han descendido con respecto al mismo período en 2023 y señalaron que “se han cerrado bocas de venta de droga y condenado personas vinculadas a actividades delictivas”.
Luego de múltiples instancias burocráticas dentro de la propia Intendencia y un mes después de abierto el expediente, el pasado miércoles fue presentada la denuncia en Fiscalía tras la aprobación de la oficina Jurídica con el objetivo de que se investiguen estas presuntas situaciones.
Actualmente la denuncia continúa en manos de la Oficina de Depuración, Priorización y Asignación, que se encargará de atribuirle el caso al fiscal que entienda pertinente.
Consultadas fuentes del MI dijeron a El País no haber recibido para el cierre de esta edición ninguna notificación, tanto a nivel judicial como desde la propia Intendencia.
Sensación
Si bien fuentes policiales aseguraron en diálogo con El País que los delitos en esa zona “han bajado” con respecto a años anteriores, algunos vecinos y comerciantes consultados expresaron que existe una “sensación de inseguridad” generada por “personas que no son del barrio, deambulan a toda hora y duermen en la calle”.
“Tienen calculada la hora a la que llegan y se van los autos para pedir plata, y si no les das te amenazan”, dijo una comerciante de la zona que prefirió el anonimato por su seguridad.
“La situación ya no se tolera más, están deambulando y consumiendo a toda hora, y de noche pasa a ser tierra de nadie”, agregó.
Cercano a su comercio, se encuentra una casa que fue tapiada en 2022 debido a que allí funcionaba una boca de venta de drogas donde incluso se llegó a descuartizar a un hombre que apareció días más tarde en la playa de este barrio.
Virginia, que aseguró visitar de forma frecuente a su hermana -vecina de la zona- relató que “personas mayores eligen tomarse un taxi para no salir caminando de noche”.
Por otra parte, un vecino que vive en el barrio hace 45 años señaló que su mayor preocupación es “el riesgo físico”. “No sé si los robos se dan con más frecuencia, pero sí se ve mayor violencia y consumo de drogas”, dijo el anciano.
Otros vecinos indicaron que “todos ubican” la zona en la que “se suelen comercializar sustancias estupefacientes”, así como también aquellas en las que “un grupito de personas que son siempre los mismos se juntan a consumir”.
Calle
Fernanda Auersperg, directora de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) señaló que “todos los refugios de la zona para personas en situación de calle se transformaron a centros 24 horas”.
“Las personas que deambulan es porque deciden no hacer uso del refugio, las puertas están abiertas todo el día”, aseguró y señaló que “se han reforzado operativos en conjunto con el Ministerio del Interior para poder trasladar a hogares a quienes permanezcan en la intemperie”.
Consultada por la negativa de estas personas a abandonar su lugar, afirmó que lo hacen porque buscan hacer de cuidacoches en zonas donde saben que van a obtener una buena suma de dinero. También apuntó al “movimiento que se da en la noche” en la zona céntrica de Montevideo.
“Buscamos generar estrategias. Ahora que comienza el plan invierno vamos a tener varias unidades de Interior para hacer recorridas y trasladar personas a refugios”, cerró.
El próximo martes se votará en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que el Mides considera importante como parte de sus “estrategias y diversificación de respuestas” a personas que viven en la calle.
Se trata de la Hospitalización Involuntaria, que consiste en la modificación de una Ley ya existente que refiere al traslado involuntario de personas “en situación de intemperie completa” en caso de que exista riesgo para su vida.
La nueva incorporación busca, según explicaron a El País desde el Mides, que la cartera pueda trasladar a una persona hacia un centro médico “cuando exista una descompensación por una patología de salud mental o por sustancias psicoactivas que pongan en riesgo su propia identidad o de otras personas”.
La boca tapiada tras homicidio
Un hombre de 44 años fue asesinado y descuartizado en 2022 en una casa ubicada en las calles Carlos Gardel y Paraguay, de Barrio Sur. El homicidio se descubrió debido a que sus restos comenzaron a aparecer en la playa sobre la Rambla y Paraguay, junto a un carrito de supermercado y bolsas de arena que evidenciaban el crimen. Finalmente sus autores fueron condenados. La casa en la que ocurrió el terrible hecho fue tapiada semanas más tarde debido a que allí funcionaba “una importante boca de venta de drogas”, según expresó el en ese momento director de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González. El relevamiento de cámaras de videovigilancia de la zona fue fundamental para conseguir elementos que aportaron a la investigación.
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