Redacción El País
A partir del 2025, la Intendencia de Montevideo (IMM) hará un relevamiento del suelo de la rambla para evitar posibles derrumbes como los ya ocurridos en Pocitos y Carrasco. Esto será posible con la llegada del georradar.
Así lo anunció la directora de Espacios Públicos de la IMM, Natalia Castro, en rueda de prensa durante la presentación del artefacto cuando se iniciaron las capacitaciones a los funcionarios.
Castro explicó que esta es una "tecnología innovadora" para la comuna que será utilizada para "detectar las anomalías del suelo". El georradar permite hacer una ecografía del suelo y con eso determinar socavaciones del subsuelo, para prevenir otros posibles derrumbes de la vereda.
Según Castro, las zonas más comprometidas son las que el muro de la rambla "está más expuesto a las acciones de las mareas y de la fuga de arena, quizás no es en toda la rambla pero sí una buena extensión en el entorno de Pocitos sin duda donde ya hubo eventos y en Carrasco también".
Se invirtieron unos U$S 100.000 para la compra del georradar y la capacitación que da un técnico italiano de la empresa fabricante del equipo. Además del uso en la rambla, la comuna utilizará el georradar para prevenir riesgos en las obras en la vía pública, detectar redes subterráneas y raíces en las áreas verdes.
En marzo de este año, vecinos de Pocitos se sorprendieron al encontrarse con un enorme agujero en la rambla, a la altura de la intersección con Juan María Pérez. "Seguramente en la madrugada ocurrió un colapso en la vereda de rambla. La fuga de arena es un hecho que se viene constatando, con las mareas", dijo entonces Castro. Algo similar ocurrió días antes a la altura de la calle Potosí, en Carrasco, tras una tormenta e inundación que afectó a varias zonas de la ciudad.