La bebé de dos años que resultó gravemente herida en el barrio Nuevo Ellauri tras ser baleada en los brazos de su padre, un joven de 22 años que no logró sobrevivir al ataque, fue operada este jueves por tercera vez el el Hospital Pereira Rossell, y la intervención culminó con éxito, indicaron a El País fuentes médicas vinculadas al caso.

La niña, que presenta 15 orificios de bala, con impactos en el tórax, abdomen, pelvis y miembros superiores e inferiores, ya había sido operada días atrás, tras lo cual se esperaba su evolución. Este jueves, tal como adelantó El País, fue revisada por los médicos, quienes tras constatar que no encontraron nuevas lesiones, cerraron el abdomen de la niña.

“Sigue mejorando desde el punto de vista respiratorio y hemodinámico”, agregaron los informantes sobre el estado de salud de la bebé que “milagrosamente” está estable tras la feroz balacera que recibió en la noche del 5 de enero.

Los médicos contaron 15 orificios de bala que impactaron en todo el cuerpo menos en su cabeza. Le quedó alojada una bala en la pelvis, tiene una fractura de fémur y una lesión medular, lo que hace altamente probable que la niña quede parapléjica en caso de sobrevivir. Se desconoce si padece un daño neurológico por el paro cardíaco que cursó tras la agresión.

Fuentes médicas coincidieron a El País que no habían registrado un caso de tal magnitud en un menor de edad en el Hospital Pereira Rossell, centro pediátrico de referencia a nivel nacional, que atiende a gran parte de los niños y adolescentes.

Pese a los avances en las últimas horas, los informantes puntualizaron que el riesgo de muerte de la niña, que permanece intubada y con respiración mecánica, es “altísimo” en virtud del impacto de la balacera, cuyo móvil sigue siendo investigada por la Policía, sin resultados a casi una semana del episodio.