El presidente Luis Lacalle Pou remarcó ayer en Flores que el suministro de agua de OSE “no se va a suspender” aunque no lleguen las lluvias en la cuenca del Santa Lucía que permitan comenzar a revertir la sequía. “El agua va a estar garantizada, lo que hay que medir es la calidad”, remarcó.

El director del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), Sergio Rico, subrayó a El País que “en los hogares nunca va a faltar agua, el tema después es si es bebible o no”. Según evalúan las autoridades, si escasea el agua dulce se podría subir aún más los niveles de sodio y cloruros para evitar un desabastecimiento en la zona metropolitana.

La producción de agua embotellada a nivel nacional puede llegar a 1.300.000 litros diarios, supo El País. Días atrás, el gobierno activó un régimen especial de importación de agua con la exoneración de tributos por un plazo de tres meses.

Una medida paliativa sería aplicar cortes programados. Pero, según dijo la ministra de Salud Pública, Karina Rando, semanas atrás -mientras era interpelada por la sequía- aplicarlos “generaría un riesgo de contaminación bacteriológica”.

José Luis Satdjian, subsecretario de Salud Pública, dijo ayer en rueda de prensa que la cartera mantiene una “comunicación constante” con OSE, la Unidad Reguladora de Servicios de Energia y Agua y expertos de cátedras de Medicina.

El jerarca agregó que cuentan con una “evaluación al día de la situación y del futuro de los posibles escenarios que puedan surgir”. De todos modos, aseguró que el agua de la canilla es “apta para consumo” para la población general.

Por otro lado, si se observa el pronóstico para los próximos días, el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) prevé lluvias para hoy y mañana en la cuenca de Santa Lucía, con un acumulado promedio “menor a 10 milímetros”.

Las próximas precipitaciones en la zona se estiman entre el miércoles 7 y el viernes 9 con acumulados de “entre 10 mm a 30 mm”, y más adelante el martes 13, sin estimaciones.

Rico dijo ayer a radio Carve que hubo un ofrecimiento de 380 pozos de privados, próximos a la zona metropolitana. Por el momento se está analizando el agua de algunos de ellos para definir si es posible extraerla. El funcionario puntualizó a El País que esas cifras son las que lleva OSE.

Fuentes de la empresa estatal señalaron que se está desplegando una recorrida por distintos puntos.

Por otro lado, la Intendencia de Montevideo (IMM) comunicó ayer que hasta ahora 200 personas y 13 empresas pusieron a disposición sus pozos a través del WhatsApp 092 250 260. La comuna publicó ayer un informe con las medidas aplicadas, como la entrega de agua mineral a grupos más vulnerables al aumento de sodio. A mediados de mayo, la IMM había presentado al Poder Ejecutivo 20 propuestas para hacer frente a la sequía.

“Estamos haciendo las cosas bien ante la situación que tenemos”, enfatizó Rico. Según datos de OSE, agregó, el consumo se mantiene “estable”. Es decir, “no hay una reducción, ni tampoco un aumento”, pese a la insistencia de las autoridades de disminuir el consumo.

Lo cierto es que mientras se analiza el agua de pozos, continúa la exploración de agua en Parque Batlle con resultados positivos en algunos casos. Fuentes de OSE indicaron a El País que el pozo frente al Velódromo Municipal, que arrojó en un principio 3.000 litros por hora, ahora podría brindar hasta 10 veces más, lo que equivale a un camión cisterna por hora.

Se mantiene una bomba en el pozo para probar si se sostiene esa cantidad. Al mismo tiempo, OSE aguarda los resultados de la calidad del agua para determinar si es apta para su extracción. La cifra estimada de entre 15 y 30 metros cúbicos por hora en ese pozo es “bastante buena”, señaló una fuente de OSE. En el mejor escenario, la extracción se concretaría recién dentro de una semana aproximadamente, agregaron fuentes, que no descartan más perforaciones en el área.

Además de los pozos cercanos al Estadio Centenario, fuentes del Ministerio de Ambiente dijeron a El País que se podría acceder a más de una decena pozos ociosos de empresas, la mayoría cerradas, como es el caso de Fripur, una curtiembre de Nuevo París, una lanera sobre la calle Burgues y otra firma frente al puerto de Montevideo.

El martes 6 se abrirá la licitación para el Proyecto Neptuno en Arazatí, una nueva planta potabilizadora que impulsó el gobierno y es resistida por la oposición, que insiste con el proyecto en Casupá.

Lacalle Pou adelantó ayer en Flores que una vez que se abra el sobre con la licitación y se adjudique “se va a tratar de hacer algunos tramos de la obra que puedan servir eventualmente en esta emergencia antes que esté toda terminada para allí disponer de más agua para que sea disponible para el consumo humano”.

Pero esta no es la única opción que maneja el gobierno. Fuentes de OSE indicaron que se está evaluando la construcción de una nueva represa a la altura de Parador Tajes, más al sur de la recientemente construida, de carácter provisorio, en Belastiquí por un costo de US$ 500.000.

Para aterrizar esta segunda represa, que tendría un costo mayor porque supondría otro porte, se está afinando su factibilidad técnica, que también incluye una habilitación ambiental.

Fuentes agregaron que esta represa sería “bastante más grande” que la de Belastiquí, operativa desde el 23 de mayo. Se prevé más ancha ya que la estrategia sería instalarla en la unión del Santa Lucía con el río San José.

La decisión, que se desarrolla desde la semana pasada, podría aportar agua dulce hacia la planta de Aguas Corrientes. Se prevé que ambas represas funcionen en serie. Los informantes explicaron que se llenaría el embalse de Parador Tajes y se pasaría esa agua hacia Belastiquí. El efecto de la represa ya instalada para mantener los niveles de salinidad es “positivo”, indicaron desde OSE.

Otra opción es perforar debajo del Santa Lucía para llegar a un acuífero que advirtió el geólogo Guillermo Popelka hace ocho años. Fuentes dijeron que restan estudios para determinar la cantidad de agua y cómo extraerla.

También está sobre la mesa el bombeo de agua desde el río San José a Belastiquí con una inversión de unos US$ 30 millones con ductos importados de Argentina o España.

Mientras se definen estos pasos, OSE continuará con el trasiego de lagunas al Santa Lucía para sumar reservas de agua dulce a Paso Severino.