Libro relata “huellas del terrorismo de Estado” con 12 testimonios de quienes transitaron violencia estatal

El periodista Santiago Magni plantea que “recordar es la condición para poder pensar el futuro” y relata los primeros años de vida de quienes crecieron entre la prisión, el exilio y la desaparición.

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Oscar y Karina Tassino, su hija.
Oscar y Karina Tassino, su hija.
Foto del libro También fueron víctimas: las huellas del terrorismo de Estado en la segunda generación

Redacción El País
“También fueron víctimas. Las huellas del terrorismo de Estado en la segunda generación”, el primer libro del periodista Santiago Magni, integrante de la redacción de El País, presenta 12 testimonios de mujeres y hombres que transitaron sus infancias bajo la marca de la violencia estatal. A 50 años del golpe de Estado de 1973, el periodista plantea que “recordar es la condición para poder pensar el futuro” y relata los primeros años de vida de quienes crecieron entre la prisión, el exilio y la desaparición.

“Cuando en 1985 volvió la democracia, hubo varios estrados para festejar. En la Intendencia de Montevideo estuvieron Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Charly García, fue una fiesta y la gente estaba enloquecida”, repasa el autor, y agrega que Karina Tassino, hija de Óscar, detenido desaparecido, recuerda que fue a unos de esos estrados y volvió tarde a su casa: “A nosotros nos encantaba Silvio Rodríguez y fuimos a verlo. Yo tenía 14 años, en tres días cumplía 15, fui con mi prima Silvana, en ese momento no había celular, salías de tu casa y hasta que volvías nadie sabía de vos. Volví a mi casa en el amanecer, cuando terminó todo el recital. Conseguí el autógrafo de Silvio Rodríguez. Cuando volví, me bajé del ómnibus y vi a mi madre en avenida Italia rastrillando hojas, estaba desesperada preguntándome dónde había estado. Yo le dije que se tranquilizara, que estábamos en democracia. Mi madre me dijo: ‘Pero te fuiste a las 10 de la mañana de ayer, son las seis de la mañana, no podía dormir’”.

Karina pensaba que su madre “estaba perseguida”, que la dictadura había quedado atrás. “En 1989, cuando abrieron los Archivos Berruti, en uno de esos archivos nos enteramos de que el 1º de enero de ese año se estaba vigilando mi casa. Se daba cuenta de un Volkswagen rojo, que era de mi tía, estacionado en la puerta”, advierte Tassino, que concluye: “Sabían muy bien lo que habían hecho en dictadura y a quiénes estaban vigilando”.

Magni narra además las historias de otros hijos de personas detenidas en dictadura como el de Ernesto Tulbovitz, Humberto Rodríguez, Gabriel Melgarejo, Sandra y Deborah Lev, Verónica Wainberg, Gabriel Otero, Gabriela Fernández y Camilo Casariego, Ana Laura Gutiérrez y Alejandro Benech.

El libro, publicado por editorial Aguilar y con prólogo de Gabriel Quirici, tiende puentes generacionales entre aquellos niños y sus padres, y de ambos con los adultos que hoy son.

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