Redacción El País
Las plantas acuáticas de Laguna Garzón, que se ubica en el límite de los departamentos de Maldonado y Rocha, son un fenómeno que se viene registrando en los últimos dos años y viene en aumento. Pero, ¿por qué ocurre, cuál es su implicancia y cómo puede revertirse la situación?
Para ahondar en el tema, El País consultó a Néstor Mazzeo, doctor en Ciencias e investigador del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional Este (CURE), quien explicó qué está ocurriendo en la zona.
"Es un fenómeno que emergió recientemente. Es un ejemplo más de una problemática que está presente en muchos sistemas acuáticos en la zona costera, tengan o no conexión con el mar", aseguró el investigador. Ese proceso se llama "eutrofización" y que se desencadena cuando "un cuerpo de agua recibe un aporte de nutrientes muy importante desde la cuenca del drenaje".
En ese sentido, Mazzeo señaló que esto ocurre cuando "fallan sistemas de saneamiento o por el mal manejo de sistemas productivos como uso de fertilizantes, o la presencia de ganado sobre los márgenes o cuerpos de agua".
Este fenómeno en algunos casos se manifiesta con un "crecimiento no controlado de plantas acuáticas" como es el caso de Laguna Garzón, Laguna del Diario o Laguna Blanca (ambas en Maldonado). "A veces la respuesta es el crecimiento no controlado de microalgas o cianobacterias, como es el caso de Laguna del Sauce. La causa es la misma pero la respuesta es diferente. Se da un exceso de recurso fundamental que son los nutrientes fósforo y nitrógeno", explicó el investigador.
En ese caso, Mazzeo indicó que se combinan causas de largo plazo como factores de la trayectoria reciente, como la sequía. "Es un fenómeno multicausal, con causas de hace mucho tiempo y otras recientes", acotó. Con la sequía "baja el nivel de agua y eso permite que la luz llegue al sedimento y termina siendo un cambio importante para que se establezcan plantas acuáticas. Es decir, se da una mayor concentración de nutrientes al tener volumen de agua menor", aseguró.
La Laguna Garzón integra el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y actualmente hay trabajos de investigadores del CURE, liderados por la investigadora Lorena Rodríguez, con respecto al aumento de estas plantas acuáticas y su monitoreo.
¿Cómo repercute en la laguna y qué soluciones hay?
Con respecto a las medidas a tomar, Mazzeo señaló que "hay que hacer cambios en la gestión y probar alternativas como cosechas localizadas de la vegetación acuática". "Si bien son un componente fundamental, son claves en términos de una buena calidad de agua, en términos de biodiversidad, pero cuando crecen de esta manera generan interferencias en uso recreativo o deterioro de la calidad del agua si es grande", añadió.
Mazzeo explicó que "si el crecimiento es muy excesivo puede haber impactos negativos", pero "la clave es si el sistema tiene la posibilidad de volver a la configuración anterior a través de eventos vinculados a precipitaciones muy grandes o incluso entrada de agua salina del Océano. Esa es una interrogante".
Con respecto a las actividades que se practican en la Laguna Garzón, el investigador explicó que el nado está permitido ya que la calidad del agua no se ve afectada, pero "la cantidad de plantas acuáticas grandes puede generar pánico para nadadores no experimentados". "Puede haber riesgo para quienes no tienen mucha experiencia de estar en sistemas con estas características. La cantidad de vegetación es una especie de barrera física que no es fácil resolver", añadió.
El científico del CURE aseguró que "es importante analizar las consecuencias, pero también las causas de fondo" y para eso es necesario presupuesto e inversión. Con respecto a las "causas de fondo" dijo que tienen que ver con "modificaciones en prácticas productivas" algo en lo que consideró que "estamos atrasados en cómo avanzamos en esas transiciones".
Por otro lado, hizo énfasis en el debe que hay en la comunicación entre ministerios y a nivel departamental. "Con respecto a la institucionalidad pública cuesta mucho la implementación de medidas, pese a los buenos diagnósticos que hay", expresó. "La gestión sigue siendo muy reactiva y tenemos muchas limitaciones para tener abordajes más proactivos y con anticipación de los problemas. Cuanto más tardas en resolver más costoso", acotó
Mazzeo señaló que la Laguna Garzón tiene "multiplicidad de usos y objetivos" vinculados a ámbitos productivos o turísticos. "Para esa multiplicidad de actores se deben buscar soluciones de compromiso. Hay cosas que son compatibles y otras no. Se debe avanzar en cómo generar estrategias compartidas y tratar de hacer interaccionar de forma positiva aquello que es posible, pero hay cosas que requieren solución de compromiso"; concluyó.