Son evitables y no son accidentes”, se repite una y otra vez cuando se habla de muertes en siniestros de tránsito. Desde el gobierno se ha apostado a trabajar para reducir los accidentes, en especial este año durante la colocación de radares en las rutas. Al mirar el primer semestre -según datos de Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev) procesados por El País-, se encuentra que hubo 202 fallecimientos en 13.894 siniestros.

Esto quiere decir que hubo un leve descenso en la cantidad de muertes en comparación al primer semestre de 2022, cuando se registraron 210. Pero al mismo tiempo el número de siniestros tuvo un mínimo ascenso al comparar ambas primeras mitades, ya que en el año anterior hubo 13.861 accidentes.

A nivel mundial, solo el 8% de los muertos en siniestros de tránsito se registran en países con ingresos altos y el 92% restante corresponden los de ingresos medios y bajos, dentro de los que está Uruguay, indicó a El País el expresidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial Gerardo Barrios. Al mismo tiempo apuntó que a nivel local hay un “desconocimiento total de lo que ocurre en las vías públicas” por la falta de análisis e investigación de los problemas en el tránsito.

Por su parte, el presidente actual de la Unasev, Alejandro Draper, destacó a El País la reducción de fallecidos en siniestros de tránsito. “Nunca va a ser suficiente. Un fallecido tira abajo todas las gráficas que podamos hacer. Pero se vienen teniendo resultados positivos. El accionar de unidad se hace a partir de tres pilares, más allá de los de las Naciones Unidas, que son fiscalización, educación, centralización y coordinación”.

Montevideo, con 42 muertes en el primer semestre, se convirtió en el departamento con más cantidad e incluso registró un aumento con igual período del año anterior, ya que en 2022 hubo 35 fallecimientos. Lo contrario sucedió en Canelones, donde hubo un descenso al comparar ambos periodos. En 2023 se registraron 38 mientras que en el anterior habían sido 49, es decir, una caída de 11.

Colonia quedó en el tercer lugar de la lista con 20 muertes en el primer semestre de 2023. Le siguieron Cerro Largo y Rivera con 11; y Maldonado, Rocha, Salto, San José y Tacuarembó con 10. Después están Lavalleja con siete, Artigas con cinco, y Treinta y Tres con cuatro. Por último, Florida, Rivera y Paysandú tuvieron tres; Durazno y Río Negro dos; y Flores solo uno.

Barrios -que estuvo al frente de la Unasev durante 10 años en gobiernos del Frente Amplio- consideró en diálogo con El País que en Uruguay hay “19 formas, una por departamento, de interpretar el problema, de actuar, de encarar o no las recomendaciones internacionales”. Y añadió: “Entonces, cuando uno mira lo que sucede en el país, sucede que las leyes no se aplican adecuadamente en todo el territorio nacional, por lo que los resultados son diferentes y se muestra una carencia del desarrollo de una política de seguridad vial adecuada”.

Las muertes en siniestros de tránsito volvieron a estar sobre la mesa este año cuando el gobierno anunció la colocación de 112 radares en rutas nacionales. La medida -que se sustentó en el objetivo de salvar vidas- despertó críticas y generó rechazo incluso dentro del Parlamento.

La mayor parte de las personas -141 de las 202- que murieron en accidentes de tránsito eran conductores. Le siguieron 32 que eran pasajeros y 29 peatones. Por otra parte, la moto es el vehículo con más cantidad de muertes, con un total 95 individuos fallecidos. Le siguió el auto con 59, la bicicleta con 15 y el ómnibus con uno. Y hay tres muertes de conductores sin datos de en qué vehículo estaban al momento de la muerte.

Al diferenciar por sexo, de cada cuatro muertes, tres son varones y una es una mujer. Y es que 150 varones perdieron la vida en siniestros mientras que lo hicieron 52 del sexo femenino.

De la cantidad de personas involucradas en accidentes que hubo en el primer semestre, 1.711 se catalogaron como heridos grave y 10.485 como heridos leves. Por lo tanto, hubo un promedio de 68 afectados por día -incluidos los muertos- en los primeros seis meses del año. El valor dio un poco por arriba del promedio de 66,2 que hubo en el mismo periodo de 2022.

Ahora ¿dónde hubo la mayor cantidad de accidentes de tránsito? En la capital. De los 13.894 siniestros, 3.719 (27%) se produjeron en Montevideo. Le siguió, con menos de la mitad, Canelones. El departamento canario registró 1.800 siniestros, lo que representó el 13% del total.

Después vinieron los departamentos de Maldonado (1.345 siniestros, el 10% del total), Colonia (786, 6%), y Treinta y Tres (757, 5%), Paysandú (733, 5%) y Salto (674, 5%).

Draper, ante la consulta de qué falta hacer para lograr una mayor reducción de la muertes, llamó a “tener conciencia porque es algo que está en nosotros”. En ese sentido, continuó: “No es un accidente, es un siniestro. Depende de nosotros”.

También se refirió a la fiscalización al recordar que la Unasev marcó los puntos con alta siniestralidad al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para la colocación de radares. Lugares que, además, están señalizados, destacó el jerarca, y señaló que aparte se trabaja en uniformizar las velocidades en las “rutas para que tengan la agilidad que todos queremos”. Al mismo tiempo que destacó las obras que ha realizado el gobierno con la generación de intercambiadores, rotondas, y acomodamiento de rutas.

El expresidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, Gerardo Barrios, marcó que estudios internacionales demostraron que no se debe asociar el crecimiento del parque automotor con la mortalidad en las vías públicas ya que estas dependen del “éxito de las políticas de seguridad vial”. ¿Por qué? Porque si “son adecuadas”, hay una reducción en los fallecimientos, aseguró.

En ese sentido, criticó el último anuncio de la colocación de radares que realizó el gobierno en las rutas nacionales. No porque esté en desacuerdo con el radar en sí -herramienta que defiende- sino porque considera que deben estar “enmarcados en una política de seguridad vial”. Y añadió: “Si uno piensa que colocando radares va a disminuir y evitar la cantidad de siniestros mortales, hay un error conceptual. Porque este problema es multicausal y no depende solo de la velocidad”.

“Por supuesto que la velocidad juega, pero también lo hace si el motociclista va o no con casco, si el peatón cruza adecuadamente, si el ciclista está con ropa visible, si se utiliza el cinturón de seguridad y el sistema de retención infantil. Como es multicausal, hay que actuar sobre los factores de riesgo que más muertes y lesiones graves generan. Y son ocho, no muchos, que influyen en la mortalidad en las vías públicas”.

Pero, además, consideró que el dinero que se recauda de los radares debe “reinvertirse en seguridad vial”.